sábado, 4 de febrero de 2012

Amsterdam a -18º

Ayer nevó. Sirvió, entre otras cosas, para que de nuevo se formase el caos en el transporte público. Los trenes se vuelven locos y la gente se queda en las estaciones esperando soluciones. Lo único positivo es que precisamente por eso, no pude ir a trabajar. Aproveché la tarde para acabar trabajo administrativo pendiente y cuando dejó de nevar, salí a dar un pequeño paseo y pisar la nieve aún blanda. Ver Amsterdam nevado fue toda una experiencia, aunque sólo fuera en el entorno de casa.

Por la noche dejé un termómetro en el alféizar de la ventana. Parece ser que la temperatura llegó a 18 grados bajo cero. Cuando me levanté, a eso de las 9 y media, ya había sol y ese termómetro marcaba -4º. Salí a comprar provisiones, por si las moscas, a un mercado cercano, Dappermarkt. Ya me conoce el pescadero que me saludó cuando pasé por delante de su puesto y también en la carnicería. Me gusta ese ambiente de barrio en el que te reconocen como cliente. Por la tarde quedé con una amiga, profesora también, que iba a enseñarle un poco la ciudad a otra chica de Madrid que llevaba tres días aquí haciendo un curso. Los canales estaban helados, y el hielo en algunos lugares estaba resquebrajado como un enorme cristal. La ciudad hoy estaba preciosa, ya que lucía el sol y la nieve caída era la justa para disfrutar de ella, había muchas familias con sus niños jugando con trineos o haciendo muñecos de nieve.

Fuimos hasta la Biblioteca Central, cerca de la estación, un lugar para visitar (Paquito, como estuvieses hoy por allí...). 7 pisos dedicados a la cultura en un entorno cómodo, cualquiera podría quedarse a vivir alli, ya que incluso tiene un pequeño restaurante en la última planta con una terraza desde la que se ve todo Amsterdam (hoy no, "gesloten" por la nieve). Allí disfrutamos de un calentito café con leche y un dulce y hablamos de España, claro. La chica que vino al curso nos comentó que las cosas en España estaban muy mal en el ámbito laboral. Gente en el paro, familias enteras, y nadie ve una solución a corto plazo. Hablamos de las diferencias interculturales entre uno y otro país y de nuevo surgen las comparaciones entre aquí y allá. A nivel laboral se está mejor aquí que en España, sólo que la gestión laboral es distinta porque culturalmente somos distintos. No es rápido ni fácil explicar las diferencias entre uno y otro sistema porque siempre está el factor mental individual, que en el caso español es más complicado. Y acabas concluyendo que todo depende del afán de cada uno y de su apertura mental. Se oye en España que habrá una reforma laboral y dentro de ella se habla de prestaciones por desempleo, como si eso fuese lo prioritario. Lo que hay que cambiar es la concepción de nuestra vida laboral y de cómo la organizamos. No se puede pensar en un puesto "fijo" con una misma rutina de por vida, y no lo digo por los funcionarios, sino en cualquier empresa. La movilidad del trabajador es fundamental para la riqueza de un país, sin tener que renunciar a un buen salario o una buena calidad de vida. Pero romper esa mentalidad española de "casa para toda la vida, trabajo para toda la vida, rutina para toda la vida" también es un lastre. Y yo soy el primero en participar de esa mentalidad, de alguna forma entré en ese juego de trabajo fijo, hipoteca, rutina laboral, vacaciones en verano..., aunque ahora estoy en Holanda, no en un colegio al lado de mi casa y al que podría ir andando, meta a la que muchos profesores aspiran desde el momento en que aprueban sus oposiciones.

Mientras tanto, Rubalcaba salía elegido Secretario General del PSOE por muy poco margen con Carmen Chacón. Dos grandes políticos para un gran partido. Pero a pesar de ser una batalla interna no hay perdedores (perdedora, en este caso). El hecho que supone elegir a un líder democráticamente no es algo que se prodigue en otros partidos españoles, principalmente en el PP. Es un ejercicio de democracia válido y de progreso que también debería hacer el PP. A Rajoy lo puso Aznar y a Aznar lo puso Fraga, y todos sabemos que, como es normal, también en la derecha hay corrientes. El caso es que esa mentalidad lastra también al país, porque no es fácil cambiar la manera de pensar de las personas. Todos vemos normal que la gente disfrute de servicios públicos, pero también tenemos que saber hacer un buen uso de ellos como ciudadanos. Aquí no existe esa manera de ver las cosas. El ciudadano holandés vive inmerso en un sistema extremadamente mercantilista, consumista y comercial, que a veces los lleva a comportamientos radicales. Me contaban el otro día que hay gente que guarda en clasificadores los folletos de ofertas de las tiendas de ropa o bazares, los clasifica por fechas y los estudia para, al año siguiente, saber cuándo es mejor comprar un determinado producto porque es más barato. ¡Esto sí que es ahorro! Pero claro, cuando ves que en España se despilfarra el dinero en aeropuertos peatonales (léase Castellón), estaciones fantasma de AVE, "Cidades da Cultura" y demás, no tenemos de que protestar si además vivimos en su sistema.

Eso sí, nuestra sanidad (y nuestra educación) que no nos la toquen y a nuestros profesionales sanitarios (y educativos) tampoco. El jueves, una madre de una alumna mía y también compañera de profesión, me llamó muy afectada porque no podían ir los niños a las clases ya que su marido había tenido un accidente en Sierra Nevada y había roto los tendones y articulaciones de una mano. Hoy la llamé para interesarme por él y me dijo: "ya está en casa, lo operaron esa misma tarde, ayer pudo volar y ya está aquí, le queda la recuperación. En este país primero pagas y después te curan, así que nadie hable mal de la seguridad social de nuestro país". Así que ya véis, tenemos que saber valorar lo bueno que tenemos y lo bueno que vemos aquí, lo malo de ambos países es mejor no retenerlo para que no influya en nuestras vidas y, si se puede, intentar cambiarlo.

Espero que con este frío no se me congelen las ideas, mientras tanto, a seguir, ya ha pasado medio curso. Saludos a todos.





(Foto sacada de www.terra.es/noticias)

1 comentario:

  1. Aqui tamén vai un frío de cuidado, rapas. Eu acabo de pasar toda a finde metida na cama, de feito aínda estou na cama cun gripazo de órdago. As cousas non van a mellor, e está claro que irán a peor, o que eu pensaba e cría como dereitos, que tantos anos levou conquerir, convértense dun plumazo e con medida populista en priviléxios, o estado pasa a ser "papá estado" o que se supón protector de dereitos e de cidadáns a converterse nun "patrón empresario" e se aos propios empregados públicos se lles fai esto pregúntome que lles espera aos que teñen que traballar para empresarios sen escrúpulos que agora se verán amparados por quen tería que mirar polos seus dereitos e non deixar que os pisoteen.
    Bueno, é unha cuestión de difícil solución e vou parar porque me "produce certa inquietude" como está a poñerse todo.
    Nada, Alfonso, que tes razón que xa vai medio curso fóra e que te abrigues moito e te coides.
    Bicos a distancia para non contaxiar este gripazo.
    Paz

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