domingo, 30 de septiembre de 2018

UNA MUJER VA AL MÉDICO (KOMT EEN VROUW BIJ DE DOKTER)

Tranquilos. Es sólo el título del último libro que leí. Más bien devoré porque la historia de tan triste pero real que es te atrapa. Además, como habréis deducido, el original del libro está escrito en neerlandés, ya que toda la historia está ambientada principalmente en Amsterdam, citando calles y lugares de ocio o esparcimiento reales, lo cual me incitó más a leerla. 

El caso es que cuando voy a la biblioteca del barrio (gran red de bibliotecas públicas las del Concello de A Coruña, por cierto), llevo una lista con posibles lecturas. Entro en el catálogo pero la mayoría están prestadas, así que rebusco entre el enorme estante de "novela" alguna que me llame la atención. Así descubrí algunos libros y autores que ahora recomiendo, como esta lectura. 

La historia es simple, pero está basada en la vida real de sus protagonistas, Carmen y Stan. Ambos trabajan en empresas dedicadas al márketing (muy holandés todo) en Amsterdam, son un matrimonio joven que acaban de tener una niña, Luna, que al inicio de la historia tiene solo un año. Carmen acude al médico porque tiene un enrojecimiento en uno de sus pechos y después de una serie de pruebas le diagnostican un cáncer de mama. Su vida gira de golpe 180º y el libro cuenta en primera persona todo el proceso de la enfermedad. Ya sé que puede ser un tema muy recurrente y que hay literatura sobre el mismo en abundancia, basada también en casos reales. Pero esta vez se añaden otros ingredientes. Stan es un hombre que, a pesar de estar casado con Carmen, siempre tuvo debilidad por el sexo con otras mujeres, con lo que la novela acaba convirtiéndose también en una confesión de sus aventuras, incluso a su propia mujer durante el desarrollo de la enfermedad, y de su propias acciones como padre, marido y persona. 

En torno a ellos dos aparecen otros personajes vinculados a sus vidas: sus compañeros de trabajo, la madre de Stan, sus amigos de siempre y Roos, la amante que Stan tiene en las fases más duras de la enfermedad de su mujer. Entre términos médicos, viajes, relaciones personales, lugares de ocio nocturno en la capital holandesa, sexo, se va desarrollando la historia de la que no quiero desvelar el final, aunque aparece en la contraportada del libro si alguien se decide a leerlo. Creo que después de haberlo hecho jamás olvidaré lo que es una medicina llamada taxotere y que está relacionada con la quimioterapia.

Os puedo asegurar que me ventilé las más de 300 páginas del libro en poco más de una semana porque es uno de esos libros que no puedes parar de leer. Refleja además otros aspectos de los que he hablado a veces en el blog, como el sistema sanitario holandés o esa característica de vida entre despreocupada y resignada que tienen los holandeses, caracterizada por disfrutar de ella a cada momento con viajes, salidas nocturnas, cenas de amigos en casa y demás. Pero al mismo tiempo es también un retrato crudo de ese sistema que a ojos de un español puede resultar chocante, a mí ya no me choca. 

He visto en Internet que también hay una película sobre el libro. No sé si está doblada al español, pero intentaré verla, si aguanto porque imagino que será dura. También me enteré que el autor del libro llegó a crear una página web donde se recaudaban fondos para la lucha contra el cáncer. Teniendo en cuenta que la historia acontece allá por el año 2000 (porque por ejemplo, aún habla de florines), no sé yo si sigue operativa. Y con respecto a la lectura, ya van más de una docena de libros este año, teniendo en cuenta que si leemos uno por mes, paso de la media, pero me gusta poder disponer de oferta en la biblioteca del barrio y descubrir nuevos autores e historias. En definitiva, si tenéis ganas y valor de saber cómo es el cáncer por dentro y sus consecuencias, esta novela es imprescindible... si aguantáis la emoción.



domingo, 16 de septiembre de 2018

TESIS Y ÉTICA

¿Qué estudios se supone que debería tener una persona que se dedicase a la política? En principio todo el mundo puede llegar a ser candidato o candidata a ocupar un cargo público de responsabilidad, desde una concejala de un pequeño municipio hasta un presidente del gobierno, al margen de los estudios que posean. Con la Constitución de 1978 quedó establecido que cualquier ciudadano o ciudadana mayor de 18 años es libre de presentarse y ser elegido o elegida democráticamente, al margen de su formación.

Por suerte la Constitución también estableció unas pautas en lo que se refiere a la obligatoriedad de la educación de los niños y adolescentes, derechos que fueron consolidándose según pasaban los años y con la LOGSE aprobada en 1990 España se ponía al nivel de Europa con respecto a la obligatoriedad de la escolarización hasta los 16 años. A partir de esa edad en teoría puedes acceder al mercado laboral, aunque la realidad es otra. El caso es que las personas que hoy ocupan el liderazgo de los principales partidos políticos de España tienen una edad entorno a los 40-45 años y fueron escolarizados en democracia. Como mi generación, hicimos EGB, BUP o bien la ESO y Bachillerato, algunos hicimos carrera universitaria y otros continuaron con programas de master, doctorado, etc.

Lo cierto es que ya cuando estudiaba la carrera tenía la sensación de que muchas asignaturas no tenían un nivel de exigencia muy alto. Es más, alguna asignatura de COU, como por ejemplo Filosofía, para mí fue un suplicio, a pesar de tener una profesora extraordinaria en el instituto. En Magisterio hubo de todo, asignaturas de mucho trabajo e investigación y otras que eran las típicas "marías"; y en Humanidades igual, aunque sí que es verdad que el nivel era un poco más alto. En algún caso te evaluaban con trabajos que, por aquel entonces, empezabas a hacer con el ordenador pero con pocos recursos de Internet, así que los programas anti-plagio ni existían. Ya existían, sin embargo, páginas famosas como "El rincón del vago" donde se colgaban trabajos de diferentes asignaturas y carreras y sé que "colaban" como propios al entregarlos. Confieso que jamás recurrí a webs de ese tipo porque me parecía una traición a mí mismo, es más, a mí me gusta aprender con lo que hago, así que mis trabajos eran todos cosecha propia, eso sí, con mucha consulta e investigación previa.

Así que llegados a este punto nos encontramos con que el debate de los últimos meses tiene que ver con estos trabajos de master y tesis de los políticos. Estos días se ha cuestionado la tesis que el Presidente del Gobierno Pedro Sánchez presentó en 2002 en la Universidad Camilo José Cela. Se le ha acusado de copiar párrafos del BOE, de copiar gráficos de trabajos anteriores, de escribir citas literales de autores con publicaciones... y yo digo "pues lógico". Es una tesis que tiene un desarrollo previo de investigación y si citas textualmente tus fuentes es lícito. Se ha sometido la tesis a dos programas anti plagio y uno de ellos dictamina que el 13 % es literal a otros trabajos y el otro dice que solo un 0'96 %. Las universidades consideran plagio si más del 25 % es copia sin cita, es decir, sin trabajo de reflexión no conclusiones personales. Por tanto, NO HAY PLAGIO en la tesis. 

Pero es que resulta que existen otros políticos que en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid (y supongo que en alguna más) han conseguido un master en algunos casos sin aparecer por las aulas y en otros sin trabajos que presentar. Otros incluso presumen en su currículum de ser doctorandos o tener tal o cual licenciatura. Y como hoy con Internet estamos inmersos en un "Gran Hermano" que nos controla el más mínimo movimiento, vemos que a raíz de estos casos de Pablo Casado, nuevo líder del PP, Cristina Cifuentes o Carmen Montón, se ha desatado una crisis de "titulitis" en la cual algunos perfiles on-line han pasado de ser Licenciados en Medicina a no tener acabado el Bachillerato. Y esta es la cuestión: ¿dónde está la ética en la Política?

A raíz de la llegada al poder del PSOE tras la moción de censura, los sectores más rancios de la derecha española están que trinan. Ven que sus privilegios y sus proyectos de abrir más la brecha social se van a pique y buscan por donde sea para hundir una nueva manera de hacer política que se está abriendo paso en España. Mientras esto de la tesis y los máster ocurría, con dimisión de una ministra incluída, el líder del PP no presenta NADA que avale sus estudios, al igual que el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, que ha tenido que ver como la universidad de la que afirmaba ser doctorando ha desmentido dicha información.


Pero claro, quien engaña al pueblo según ellos, es Pedro Sánchez. En el fondo lo que hay es la creencia de que ellos son los depositarios del poder y que cualquier acceso al mismo por parte de la izquierda, además no por elecciones sino por moción de censura, es ilícito. Además, como también se habló durante todo el verano de exhumar los restos de un dictador de un lugar con mantenimiento público, eso les escuece más y cuando se vota en el Congreso dicha exhumación ambos partidos se abstienen. Es decir, que no se quiere mirar al futuro, sino seguir anclados en un pasado rancio y clasista. Lo triste es que un muchacho de 38 años, que ni siquiera conoció a Franco ni vivió su dictadura parezca en sus discursos el heredero de su ideología, disfrazado de demócrata del s. XXI. Cada día que pasa su ideología regeneradora se desmonta a la misma velocidad que su curriculum mengua. Es decir, ética 0

Y en el caso de Pablo Casado, lo mismo, hay que esperar a que un juzgado le obligue a presentar cómo obtuvo sus títulos, aunque él diga que todo lo hizo legal, exige al Presidente del Gobierno que haga pública su tesis (y así lo ha hecho para acabar con esta cacería) pero su ética le dice que él no, y sus acólitos le aplauden (por acólitos entiéndase no solo las personas físicas, sino grupos mediáticos que siguen difamando a Pedro Sánchez pero protegen a sus vástagos, porque son los "elegidos").

Y digo yo, ¿realmente importa que se publique la tesis de Pedro Sánchez? Seguro que ni se imaginó que a lo mejor acaba siendo un best-seller, yo desde luego ni la voy a leer, pero será uno de los libros más consultados del año. La cuestión es que el Presidente sí ha actuado con ética, mientras los otros dos no. Y mientras ocurre esta nube de humo lanzada por esa derecha rancia, el Gobierno intenta sacar adelante medidas de regeneración, como por ejemplo este viernes en el que el Consejo de Ministros ha aprobado revertir los recortes que el gobierno del PP hizo en la educación pública.


Todo esto y otras medidas sociales no interesa que se sepan. Pero se están haciendo, poco a poco, en algo más de 100 días, y ya es bastante hacer cuando se destruyó en 6 años todo un sistema de bienestar, derechos y libertades por el gobierno neoliberal de Rajoy siguiendo la pauta de Merkel.

Y el día a día sigue, en los colegios, en los hospitales, en las tiendas, en las empresas, en los domicilios, viendo cómo unos políticos tienen ética y otros no, lo cual no deja de ser un reflejo de la misma ética que puedan tener los ciudadanos y ciudadanas. Esperemos que cuando haya elecciones los y las votantes sepan elegir, tengan MEMORIA y no retrocedamos 20 o 30 años eligiendo mal, y deseando que se elija no para nuestra sociedad y nuestro ombligo, sino para la sociedad del futuro, el ombligo de nuestros hijos y de nuestras hijas.