domingo, 27 de enero de 2019

13 DÍAS EN TOTALÁN

Un nuevo nombre se ha sumado a la infausta lista de localidades marcadas por una tragedia. En España oír nombres como Alcásser, Biescas, Puerto Hurraco, Ortuella y ahora Totalán, entre otras, supone vincularlos a un hecho dramático, bien sea un crimen, un desastre natural o, en este caso, un desgraciado accidente. En todo el país y fuera de nuestras fronteras la tragedia de Julen ha marcado la escaleta de los informativos desde el pasado domingo día 13. Un pequeñín de 2 años se caía por un pozo de 25 cm. de diámetro en una finca familiar hasta una profundidad de 70 m., y con un tapón de piedra y rocas por encima. El operativo de rescate ha durado 13 días en una localidad desconocida hasta ahora de la provincia de Málaga. Y en él han intervenido, directa o indirectamente, toda España, representada por equipos de rescate de élite de la Guardia Civil, Protección Civil, Bomberos y la Brigada de Salvamento de la empresa HUNOSA en Asturias, los mineros que se han convertido en los héroes más visibles de esta tragedia. Mientras, todo el país en vilo, haciendo de este rescate la noticia del mes, algunos con la esperanza de sacar al niño vivo después de 13 días, pero la realidad a las pocas horas empezaba a ser cruda y la parte racional de nuestro cerebro decía que era imposible, sin comer, sin beber y seguramente sin oxígeno para respirar.

¿Qué sacamos de positivo de esta historia? Que España ante un desastre o tragedia, se une; que la solidaridad es nuestra carta de presentación en todo el mundo, que cualquiera de nosotros y nosotras pondríamos nuestro grano de arena para que este niño pudiese haber salido con vida de aquel pozo. 300 personas formaron el operativo de rescate en aquella localidad, cuyos vecinos y vecinas se encargaron de acoger, dar de comer, alentar, prestar incluso sus domicilios para que los profesionales no se sintiesen solos ni sin apoyo humano, que en situaciones como esta es si cabe lo que más se necesita. Las redes sociales y los medios de comunicación no han escatimado elogios para todo el operativo, en especial a los mineros que excavaron los últimos tramos para llegar al lugar donde se encontraba el niño, con el lema que tienen en su duro trabajo en las minas asturianas de "ningún minero se queda en la mina". Y yo me sumo también a los elogios de la labor de todos y todas que han contribuido a que esto se pudiese hacer, sintiéndome más que orgulloso de lo que nuestro país puede hacer por una vida en casos extremos. Enhorabuena y GRACIAS a todos ellos.

Pero también hay un lado negativo en esta historia. Al margen del drama que supone que la víctima sea un niño de 2 años, que sus padres ya hubiesen perdido a otro hijo de 3 hace un año y medio, llegamos a lo más oscuro del asunto. La sucesión de hechos que terminaron con Julen en el fondo de un pozo, aislado por un tapón de piedras y tierra, y el tratamiento del dolor y el sufrimiento de su familia por parte de los medios y por algún personaje que sobraba en esta historia, vinculado también a otro de los dramas que hizo llorar a España, es un asunto que habrá que tratar y esclarecer. El pozo, en principio, parece que no era legal. Que al no hallarse agua el pocero lo tapó con unas piedras, pero en la Junta de Andalucía no existe ningún registro de esa excavación; que este hombre afirma que el dejó el pozo tapado y sin embargo el dueño de la finca dice que han removido las piedras. El origen del tapón que aisló al niño y junto con el golpe fue lo que le condenó a una muerte horrible, está en investigación judicial y bajo secreto de sumario. Es decir, estamos en un país de extremos que alaba a los que hacen grandes acciones y por otro lado, tenemos una España de improvisación, de piratería, de mentiras y contradicciones, de "sálvese quien pueda" ante un problema y de que "la pelota la tienes tú". El dicho de que "tiene que pasar una tragedia para que se tomen medidas" se vuelve a cumplir y se ha generado una urgencia en detectar pozos abandonados o grandes socavones en todos los ayuntamientos de España para que sean debidamente clausurados y señalizados.

El resultado: un niño muerto, atrapado 13 días en un angosto hueco de 25 cm de diámetro, a 70 metros bajo tierra. Una obra de ingeniería civil titánica, removiendo tierras, haciendo un pozo paralelo, enfrentándose a un relieve incierto pero que no dejaba de complicar las cosas. Una sociedad unida ante el drama, solidaridad, cariño, empatía, emoción... Hemos vivido un "Gran Hermano" del dolor y estoy convencido que ni los mineros, ni los bomberos, ni los agentes de la Guardia Civil, ni las autoridades que daban la cara por las decisiones que se tomaban, ingenieros, bomberos, trabajadores de cualquier empresa que dedicaron sus esfuerzos a rescatar a Julen y también los vecinos y las vecinas de Totalán, no serán las mismas personas. Estoy convencido que han creado unos vínculos que difícilmente se romperán y aún durante unas semanas tendrán momentos de llorar en silencio, de bajón emocional, de ansiedad, de dormir mal. Nos ha afectado a todos, como cualquiera de los sucesos que ocurrieron en las localidades que cité al principio del post y que seguro que los que lo leen saben perfectamente cuáles fueron. Las desgracias, la muerte, forma parte también de la vida, de los avatares que pasamos en este mundo y que necesitamos saber encajarlos y gestionarlos perfectamente para poder seguir adelante. Desde luego, no lo deseo a nadie, ni me quiero poner en la piel de ese padre y esa madre que un domingo de reunión familiar acabaron viviendo por segunda vez una tragedia que ya no olvidarán nunca, que ya no olvidaremos nunca. DEP Julen.







sábado, 19 de enero de 2019

7 MUJERES Y 1 NIÑA

Han pasado 19 días de 2019. Y las cifras no pueden ser más aterradoras: 7 mujeres asesinadas por hombres y una niña asesinada por su madre. Una sociedad que se precie de ser feminista no puede permitirse esto. Y a pesar de que estamos en un momento político muy revuelto por la irrupción de la ultraderecha, a la que no pienso hacerle ninguna publicidad citando su nombre, los valores democráticos están claros: tolerancia, respeto, igualdad, diversidad, diálogo. Evidentemente la ultraderecha no entiende estas palabras, por lo que manifiesta cada vez que abren la boca, así que lo mejor que se puede hacer es ignorarlos estando alerta a todos sus movimientos y reaccionando en las calles, como han hecho los colectivos feministas esta semana bajo el lema #NiUnPasoAtras para no retroceder en derechos y libertades conseguidos en más de 40 años de lucha desde que acabó la dictadura en España.

Pero la cuestión es que las cifras están ahí y la violencia sigue matando. 7 mujeres asesinadas, en principio 6 por sus parejas o ex-parejas y una más que aún está en investigación. Da igual. El caso es que les han quitado la vida por ser MUJERES. Mujeres de poco más de 20 años en algún caso y en otro una nonagenaria maltratada por su marido en una residencia de ancianos de León y que luego falleció en el hospital. Los datos concretos de cada caso llegan a tal punto de morbo y son tan macabros que asaltan miles de preguntas y cuestiones al margen del hecho en sí de acabar con la vida de un ser humano. Y en el caso de la niña asesinada por su madre ella también se intentó suicidar ingiriendo medicamentos, pero fue salvada por los servicios sanitarios. ¿Y qué hacemos? ¿Seguimos concentrándonos en las plazas de ciudades y pueblos con lazos violetas, con velas, gritando slóganes (a veces inadecuados) o vamos al meollo del asunto?

A raíz de estos hechos hace pocos días una tertuliana de televisión decía que si en nuestro país un grupo terrorista matase a alguien cada semana o cada tres días, sería insostenible como sociedad. La comparación me pareció acertada porque realmente en lo que llevamos de año han matado a una mujer cada 2 días prácticamente y enero va camino de ser el PEOR mes desde que se hacen estadísticas de violencia contra la mujer. Lo cual lleva a pensar varias cosas: en primer lugar que las leyes que tenemos no funcionan adecuadamente y lo que es peor aún, que las medidas de prevención tampoco. ¿Qué tiene que pasar más para que reaccionemos DE VERDAD?

El caso es que aparte de esto saltan noticias tremendas de acoso, asaltos frustados y todos con un componente claramente machista y sexual. Ayer mismo, en A Coruña, se pudo detener a un acosador de chicas que tenía en jaque no solo a las fuerzas de seguridad sino también a todas las familias con hijas menores. Y desde luego no dudo de que se haya buscado a este hombre, que se investigara su modus operandi y que simplemente, por el valor de otra víctima en el momento del ataque, hayan podido cogerlo. ¿Qué pasa en la sociedad para que un varón de 37, 24, o incluso menores (también se ha sabido que dos chavales de 12 años... ¡¡¡12!!!, quisieron atacar a una compañera en un parque de Madrid) tengan tal conducta?

Un varón digamos de 50 años para arriba o menos edad incluso, es evidente que ha tenido una educación machista en la que, en el mejor de los casos, ha sabido revertir hacia una actitud vital en la que la igualdad entre ambos géneros es su patrón de vida, y lógicamente la mayoría de la sociedad española vive en esta dinámica. Pero el problema surge cuando se nos encienden los valores más primitivos y reptilianos en nuestro cerebro y nos llevan a cometer un acto tan atroz como matar. ¿Qué desencadena todo esto? En definitiva, ¿QUÉ SE ESTÁ HACIENDO MAL?

Porque luego te enteras de casos en que la tortilla se da la vuelta. Se habla también de denuncias falsas y se vuelve a la guerra de números entre los colectivos feministas y tertulianos que apuntan a cifras altas. Esta semana he sabido un caso de una persona conocida que en su proceso de divorcio ha pasado por un calvario con su ex-mujer por las condiciones del convenio y de la custodia de su hija. Y al mismo tiempo recibo por whats app una imagen de un amigo con una diapositiva de una presentación pública de un colectivo feminista andaluz en el cual directamente se afirma que todos los varones que hemos luchado por la custodia compartida somos maltratadores. Os la expongo aquí y valorad vosotros y vosotras mismos.



Es decir, yo que he solicitado la custodia compartida de mis hijos, cuando debería ser algo que POR LEY tendría que ser el punto de partida en un caso de ruptura sentimental para salvaguardar el interés de los menores, leo esto y pienso que este colectivo malagueño me está llamando maltratador porque estoy ejerciendo violencia de género. No sé si este colectivo feminista recibió alguna ayuda pública, es probable, pero si las cosas van por este camino yo sigo diciendo que no van bien.

Es intolerable que un hombre mate a una mujer, insostenible social y políticamente. Y todas las personas debemos luchar contra esto y buscar que no ocurra más veces. Es también intolerable que un hombre acose, asalte, viole a una chica, una mujer con el único propósito de satisfacer sus más bajos instintos cromañones. ¿Y esta diapositiva no es también intolerable? La reacción de algún hombre ante esto la conozco y no va precisamente asaltando, violando o matando mujeres. A lo mejor deberíamos empezar a escuchar a la sociedad, a las personas como colectivo sobre lo que piensan realmente y legislar. No al revés. Si cabe, el error está ahí, y en nuestras manos está corregirlo.

domingo, 6 de enero de 2019

AÑO NUEVO Y CARGADITO DE TENSIÓN

No en mi caso. Un año más, han pasado estas fiestas consumistas que cada vez empiezan antes con productos en los supermercados, iluminación en las calles, anuncios de colonias y simulacros de paz, amor, felicidad y buenas vibraciones. Nada más lejos de la realidad, aunque hay que mantener un poco la tradición... ¡un poco, no nos pasemos!

Sinceramente, a mí lo que más me gusta es lo que comentaba en el anterior post, el sorteo de Navidad de la Lotería. Porque me gusta ver a la gente llorando y abrazándose de alegría, contagiarnos de esa felicidad (que en algunos casos acaba en ruina a los pocos años) y además porque es el primer día de las vacaciones. Es curioso porque me pasan más lentos los días de diciembre que los días de enero, una vez que comemos las uvas (que es la otra celebración que me gusta) los días hasta que comienzan las clases, generalmente el día 8, vuelan.

Por lo demás, todo sigue el guión. Cenas y comidas en familia, inocentadas el día 28, los regalos de Reyes. Año tras año sin novedades, aunque cada vez las Navidades son más mediáticas. En la Puerta del Sol de Madrid no solo se comen las uvas a las 23:59 h del día 31 de diciembre, sino también en los ensayos desde el día anterior, estando la plaza a rebosar de gente y con controles de seguridad en sus accesos para que ningún loco o loca le dé por hacer una barbaridad. Y en el momento álgido las cadenas de televisión compiten con la pareja de presentadores más "cool" del momento para rascar audiencia, aunque desde hace unos años el traje de Cristina Pedroche es de lo que se habla en muchas mesas de Nochevieja en los minutos previos.

Si el año termina con resúmenes de las noticias más destacadas y estadísticas a cada cual más dura o macabra, entre ellas la triste realidad de la violencia de género, el nuevo año siempre comienza con propósitos para cumplir: que si aprendo inglés, que si voy al gimnasio, que si dejo de fumar. La tríada clásica regresa. Es curioso porque nadie se propone contribuir a hacer felices a los demás o ser más solidarios. En una semana ninguno de esos propósitos sirven para nada porque ya se han olvidado. Se sigue fumando, el gimnasio se usa para hacerse selfies y el inglés... cantando "Europe's living a celebration" llega.  En política también se hacen propósitos y este año viene cargadito de tensión. Se esperan elecciones municipales, europeas y en algunas comunidades autonómicas. Algunos políticos no hacen más que reclamar también al Presidente del Gobierno elecciones generales porque no consideran que su gobierno sea legítimo y están más deseosos del sillón que de favorecer a los ciudadanos y a las ciudadanas. El caso es que, si se convocasen el mismo día TODAS las convocatorias electorales, en algunas comunidades autónomas habría hasta 6 urnas con 6 papeletes diferentes que tendría que llevar cada elector, ya que en Canarias y Baleares también se eligen los cabildos insulares. Total, que los miembros que les tocase mesa electoral se quedarían contando y recontando votos hasta las navidades de este recién estrenado 2019, así que dejemos al Gobierno gobernar y tranquilitos.

Pero no, hay algunos partidos que disfrutan generando tensión, incendiando en televisión y en las redes, provocando enfrentamientos y sobre todo, degenerando la política de verdad en un patio de vecinos con enfrentamientos verbales dignos de cualquier reality-show o programa de telebasura. Ayer mismo se difundió un vídeo por parte del Partido Popular en el cual un niño leía una carta a los Reyes Magos en la que se deseaba la muerte de Pedro Sánchez. Es verdad que a los pocos minutos el Partido Popular retiró el vídeo y pidió disculpas, pero si este es el nivel político de un partido que aspira a gobernar en democracia, por favor, recíclense.


Y además este partido está en Andalucía "haciéndole la rosca" a la ultraderecha, empezando ya a cambiar determinados conceptos y cediendo en aspectos incuestionables como la violencia de género.  Solo por sillones. Mientras, 2019 se estrena con medidas aprobadas por el gobierno central que benefician a todas las personas, la mayor subida del salario mínimo interprofesional que se hizo en democracia, una leve mejora en la asistencia a las personas autónomas, también una subida en las pensiones y esperando poder aprobar unos presupuestos que significarán continuar con la senda social de progreso que empezó en junio con la moción de censura que quitó del poder al corrupto Partido Popular y al ya desaparecido Mariano Rajoy. 

Y sí, en todos los partidos hay gente muy válida y gente muy mediocre, pero si yo quiero vivir en un país que se considere europeo y con unos mínimos de bienestar social, no puedo pensar que solo eso va a depender de un partido político. Va a depender de TODOS ellos y en España el mayor problema está en que los partidos de derechas no acaban de dar el paso definitivo para convertirse en una derecha moderna. Yo sugiero a todos aquellos que lleguen aquí y se definan de derechas que lean este artículo donde un joven Borja Sémper, dirigente popular vasco, refleja esa involución que se necesita en el Partido Popular. Cuando haya elecciones generales espero que la gente, todos nosotros y todas nosotras que tenemos que ir a votar más que nunca, sepamos elegir y veamos que no se puede retroceder, que es necesario mirar hacia adelante y reflejarnos en lo bueno que tiene Europa, no en lo malo que nos trae el populismo de extremos, especialmente el de derechas que ya ha aterrizado en España. Para mí el ejemplo más cercano está en Portugal, que ha avanzado en los últimos años muchísimo y ya ha devuelto todo el dinero que se le dio por el rescate financiero. A lo mejor tenemos más que aprender de nuestros vecinos, están ahí, a 180 km de casa. No desaprovechemos su influencia y aprendamos. FELIZ 2019!!