LA QUE VALE, VALE

Los seres humanos tenemos la capacidad de reconocer a aquellas personas que pueden aportar algo, tanto a uno mismo como a la sociedad y al mundo en general, después de hablar unos pocos minutos con alguien. Hoy eso me ha pasado a mi con Loreto (si lee esto se sonrojará, pero es la verdad)

La historia surge en el curso de holandés. Uno de mis profesores, Marco, me comentó la semana pasada que en enero hizo el curso una chica que acababa de llegar a Amsterdam y que se quedaba aquí con la intención de buscar trabajo y que no le importaría dar clases de español. Marco le habló de mi y de si podía facilitarle mi correo. Se lo di y nos pusimos en contacto. Hoy nos encontramos en Amsterdam en una tarde de sol como no ha habido desde que llegué aquí (entre 20 y 22º).

Lo primero que más me gustó fue su puntualidad y eso ya dice mucho de una persona. Me esperó en el barrio en el que vive, De Pijp, uno de los barrios con más personalidad de Amsterdam, hoy plagado de gente por sus calles y en todas las terrazas de sus bares y cafeterías. Nos tomamos un zumo y un café y nos contamos un poco la vida. Hablamos de nuestros trabajos y de nuestra vida y adaptación en Holanda, de los holandeses y de su forma de vivir. Y coincidimos prácticamente en todo. Curiosamente, Loreto es Licenciada en Historia del Arte, por lo que tenemos unos intereses culturales similares y unos estudios de la rama humanística comunes. Además, vivió 5 años en A Coruña, por lo que recordar tu ciudad fue para los dos un enriquecedor momento de nostalgia.

Lo que más me llamó la atención de ella fue su capacidad de análisis de la realidad, tanto la que estamos viviendo aquí como de la vida en general, y eso es el tipo de gente con la que me gusta compartir momentos. Una de las cosas que me dijo y en la que nunca pensé del carácter holandés que los diferencia de nosotros, por ejemplo, es que el relieve influye en su manera de ser. En Holanda todo es plano, y así son los holandeses en el sentido de que las cosas tienen que ser como tienen que ser, no se le da mil vueltas. Me explico: si hay que hacer un canal, irá por aquí y no por allí, si hay que hacer una urbanización, aquí será su lugar y no otro, etc. En España estaríamos poniendo pegas porque aquí tengo una "leira" y no puede pasar una carretera, aquí hay restos arqueológicos y no se puede hacer el AVE... ¿entendéis lo que quiero decir?

Eso no significa que los holandeses no piensen, sino todo lo contrario, pero lo hacen de una manera más eficaz que nosotros, valorando las opiniones de todos y llegando a conclusiones claras. Lo cual no implica que siempre le salgan bien las cosas (fijaos en el post anterior, por ejemplo). Nosotros le damos más vuelta a las cosas y eso supongo que viene también por influencia del relieve, muchas montañas, una costa recortada... lo que se traduce en reuniones interminables y sin conclusiones (qué recuerdos, José Antonio, si lees esto).

Fuimos a dar un paseo por el concurrido Sarphati Park y fuimos hablando de muchas cosas. Yo le di ideas para su futuro en cuanto a la búsqueda de trabajo, pero estoy convencido que en poco le sonreirá la fortuna porque tiene los pies en la tierra y sabe dónde pisa. Según me comentó, le abrí inquietudes, pero yo ya la veo mostrando sus conocimientos sobre arte o sobre cultura a aquellos que tengan la misma curiosidad que nosotros por conocer y por saber y, por supuesto, que tengan también la mente abierta, sepan absorber lo bueno y desprenderse de lo malo que te da un país de acogida. Loreto y yo somos así y esa es la gente que mueve el mundo. Te deseo lo mejor. ;)

Como nos olvidamos hasta de sacar una foto, lo que pongo sé que le gustará. Besos a todos