miércoles, 15 de agosto de 2018

VIAJE A POLONIA IV (FINAL): POZNAN

Y después de varios días sin escribir, toca finalizar este viaje a Polonia en otra gran ciudad: POZNAN. Llegamos al mediodía y hacía un calor asfixiante, buscamos nuestro hotel que estaba en una parte de un edificio muy al estilo comunista que albergaba una asociación tipo Protección Civil, aunque en recepción nos dijeron que se trataba de "voluntarios para la defensa de Polonia"... algo un poco raro, pero curioso. Las instalaciones del hotel eran funcionales, destacando el comedor que además servía como punto de encuentro entre los huéspedes porque en realidad el hotel parecía un albergue, aunque cada habitación con su baño, bien acondicionada, etc. Lo único que no tenía era aire acondicionado y en su defecto teníamos un ventilador eléctrico de toda la vida, lo cual nos benefició porque pasábamos de 30 grados.

Poznan se conoce como "la ciudad donde nació Polonia", ya que aquí hubo varios levantamientos contra los prusianos y manifiestos a favor del nacionalismo polaco. Es un importante centro comercial e industrial en mitad de la ruta Berlín - Varsovia. De hecho allí nos enteramos que en la ciudad vive la mujer más rica de Polonia (según nuestro informante es una mujer mecenas), heredera de un imperio cervecero y precisamente en la antigua fábrica de cerveza se emplaza actualmente el mayor centro comercial no solo del país sino que parece ser de toda Europa. Dicho edificio quedaba a pocos metros de nuestro hotel y tenía infinidad de tiendas y establecimientos de restauración, en donde comimos algún día, y según el mismo informante la mujer en cuestión vivía en un ático inmenso en el mismo centro comercial. Y sí, era enorme, ocupaba varias manzanas e incluso llegaba hasta las mismas puertas del casco antiguo. Se llama Stari Browar y conserva incluso detalles de la antigua fábrica. Según lo que he podido ver en Internet no parece ser el más grande de Europa, pero teniendo en cuenta que en A Coruña está el tercero más grande del continente... pues a mí el de Poznan me pareció mayor. En fin, solo era una anécdota.

El casco viejo destaca, como en casi todas las ciudades que visitamos en este viaje, por la Stari Rynek o Plaza del Mercado donde se encuentra el ayuntamiento y las casa con fachadas de colores y restaurantes en los bajos. Bonita, como cualquiera de las que vimos en el país, pero en esta hay una leyenda curiosa. Resulta que el símbolo de la ciudad son dos cabritos que chocan sus cornamentas y que salen a las 12 del mediodía de un hueco en la fachada del ayuntamiento. Cuenta la leyenda que los cabritos iban a ser asados y se escaparon entrando en el edificio y subiendo las escaleras hasta la parte superior. Al alcalde de aquel entonces le hizo tanta gracia que los indultó y mandó construir dos animalitos de hojalata que chocasen los cuernos en esa ventanita que se abre al dar las campanadas. Os dejo el enlace a un vídeo de youtube porque nosotros... ¡¡no los vimos!!



En el resto del casco antiguo destaca la Iglesia de San Estanislao, de los Jesuítas, construída en estilo barroco tan de libro que es toda una lección de arte. No cansa ver las columnas salomónicas ni tanta exuberancia de color y formas curvas. Merece la pena sin dudarlo.

Fuera del casco antiguo hicimos tres visitas que tal vez no sean muy representativas pero dado que ya estábamos en el penúltimo día de viaje y el cansancio hacía mella, yo particularmente necesitaba verde y campo y no tanto adoquín y calles. Así que por la mañana nos fuimos al parque de la Ciudadela, un recinto tranquilo en una colina de la ciudad y en el que pasear sin ruido de coches, tranvías y autobuses. Pero lo curioso de este parque es que caminando por él encuentras varios cementerios integrados en la urbanización y senderos del parque: uno internacional, otro polaco y otro soviético; fijándose en las tumbas ves que las fechas son de caídos prácticamente en las mismas fechas, en batallas de la II Guerra Mundial o en levantamientos contra la dictadura comunista. Algunas de las tumbas parecían bastante abandonadas, sin embargo la zona internacional estaba siendo precisamente cuidada al máximo porque estaba bajo la responsabilidad del gobierno británico. Una sensación de nostalgia y tristeza, a pesar del calor, invadía un poco la atmósfera porque las tumbas estaban con símbología acorde con el origen de los soldados o civiles caídos.

A continuación visitamos la catedral, alejada del centro y a la que acudimos en tranvía. Después de ver la de Wroclaw no nos impresionó tanto, pero hay una capilla que le llaman la "capilla dorada" que tiene inspiración en la época bizantina. Y como estábamos cerca y nos habían hablado de esa zona, a continuación fuimos a comer al área recreativa de Malta. Sí, no nos cambiamos de país, sino que en esa zona se construyó un lago artificial de 3 kilómetros de largo que suele albergar importantes competiciones de remo y piragüismo porque en el lago se ha hecho un campo de regatas impresionante. Y sí, estaban entrenando varias selecciones nacionales porque en pocos días se celebraba el campeonato europeo sub-23. El entorno del lago es espectacular: senderos para pasear, carril-bici, zonas para ir de picnic, unas termas con parque acuático, el zoo de la ciudad, un centro comercial e incluso un mini-tren que te lleva por una vía muy estrecha desde el campo de regatas hasta el final del lago donde está el zoo. Una zona de esparcimiento que ya quisieran muchas ciudades de Europa.


Poco más hicimos en la ciudad. Poznan perfectamente puede visitarse en un día completo, de saberlo hubiésemos reservado dos noches en Wroclaw y una aquí, pero bueno, tampoco nos arrepentimos. Al día siguiente tocaba volver a Varsovia, pasar la noche y al otro día regresar a España. Tuvimos retraso de nuevo en el vuelo de LOT y en consecuencia perdimos el tren de regreso a Coruña en Madrid, así que tuvimos que alquilar un coche y venirnos hasta casa porque no había plazas de trenes en dos días y los precios de los billetes de avión estaban por las nubes. Reclamamos a LOT y a ver si podemos conseguir alguna compensación por los inconvenientes, pero lo veo difícil.

Comentaros también que en cuatro ocasiones dormimos en apartamentos, en Varsovia (dos distintos), en Cracovia y en Wroclaw. El mejor, sin duda, en Wroclaw; el peor en Cracovia, pero donde tuvimos una desagradable sorpresa al regresar a España fue con el primer apartamento de Varsovia. Resulta que su propietaria (a la que no vimos, ya que todo fue reservado a través de booking.com) dejó un contrato de uso de la vivienda en la mesa de la cocina, en inglés, en el cual aparecía un lugar para firmar por parte de la persona que hizo la reserva. Pues bien, yo firmé, pero no traje copia, básicamente porque no la había. El caso es que de allí a unos pocos días veo que hay un cargo en mi cuenta a mayores de 70 € y llamé a booking para que me aclararan de qué era ese cargo. Pues bien, se pusieron en contacto con la señora y les dice que rompimos con un sofá un trozo de pared y su reparación fueron esos 70 € que teníamos que pagar porque yo me comprometí con mi firma a abonar cualquier desperfecto. Estoy convencido que lo que firmé fue una trampa para que la señora arreglase algo o comprase cualquier cosa y la cargase al inquilino de turno que buenamente firmase. Así que si vais a Varsovia nada de alojarse en el Apartment Gieldowa Residence, porque sí, muy bien amueblado y cómodo, pero la jugarreta no nos hizo ni pizca de gracia. A ver si aún podemos conseguir alguna foto de lo que "hicimos" porque fue un dinero que sinceramente pensamos que nos robaron.

CONCLUSIÓN. Merece la pena visitar Polonia, salirse del tópico de visitar Cracovia, Auschwitz y las minas de sal de Wieliczka, aunque lógicamente hay que verlo. Totalmente imprescindible la visita de Wroclaw, el gran descubrimiento del viaje. Seguramente nos faltó acercarnos al Báltico, a Gdansk y a la montañas, a los montes Tatras y a la zona de Zakopane... pero así tenemos excusa para volver. Y sí, compensa porque la moneda sigue siendo el zloty y es muy barato. Se circula bien por sus carreteras y autopistas, hay un sistema de transporte público en las ciudades más que aceptable y, en definitiva, Polonia sorprenderá porque no es aquel país "comunista" de Lech Walesa y Juan Pablo II, que sí, está omnipresente, pero hay una dura y cruel historia detrás. Mientras, empezamos a planificar el viaje de 2019... se chegamos alá. Gracias por seguirme, espero que os haya gustado.



1 comentario:

  1. Buenas otra vez (estoy yendo sobre artículos que tenía pendiente).

    Gracias por el tip (aunque yo sólo voy a hoteles por, entre otras cosas, asuntos como el que describes: la picaresca, definitivamente, no es un invento español :-)).

    En cualquier caso: te has pegado un viaje de campeones, muy merecido por otra parte :-))

    Un abrazote (otro artículo que tenía pendiente).

    Paquito.

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