lunes, 6 de agosto de 2018

VIAJE A POLONIA III: WROCLAW

Antes que nada que nadie se agobie si no es capaz de pronunciar el nombre de esta ciudad. Tal y como nos dijeron en la oficina de turismo se dice algo así como "vrotswaf", pero resulta que siguiendo normas de la RAE si un topónimo puede ser traducido, se hace, así decimos "Londres" y no London o "La Haya" y no Den Haag. Pues bien, Wroclaw es BRESLAVIA. La tercera ciudad de Polonia en población fue el gran descubrimiento del viaje.

Por desgracia solo estuvimos aquí un día, pero la cantidad de cosas que hay que ver y disfrutar en esta ciudad merecería otro día más. Aún así, creo que dimos un buen paseo y disfrutamos de su arte, historia, cultura y su entorno, nos pareció el mejor lugar de los que visitamos en Polonia (sí, más que Cracovia)

Wroclaw perteneció durante mucho tiempo a Alemania. Solo fue después de la II Guerra Mundial cuando quedó integrada en el territorio actual de Polonia, que fue uno de los países que más varió sus fronteras en el s. XX. La visita comenzó, como ya venía siendo habitual, en la Plaza del Mercado o Stari Rynek. Era domingo, muy buen tiempo y sus habitantes y turistas disfrutaban de múltiples actividades en la plaza, conformada por edificios con fachadas de distintos colores y, por supuesto, el ayuntamiento. Su visita interior merece mucho la pena porque las salas que puedes visitar tienen una decoración que va desde el gótico hasta los estilos más modernos, destacando el trabajo de cantería en arcos, dovelas, claves, en las bóvedas, etc. Un ejemplo lo tenéis en una de las caras que conformaban un capitel de un pilar de una bóveda, que seguramente tendrá su leyenda, pero es que parece ser que había en todo el edificio unas 2000.


Wroclaw es una ciudad plagada de historia. Si visitamos su entrada en la Wikipedia fue un importante nudo comercial desde la Edad Media. Y teniendo tanta historia vimos una iniciativa que a mí personalmente me encantó. En una de las calles del casco antiguo se creó el "Paseo de la Historia". A lo largo de la acera y cada pocos metros pusieron una placa de metal en relieve en el suelo con un hecho significativo de la Historia de la ciudad, desde su creación como tal allá por el año 1000 hasta 2017, que fue sede de los World Games, destacando en los últimos años su condición de Capital Europea de la Cultura en 2016 o las inundaciones que provocó el río Oder que atraviesa la ciudad.



La ciudad tiene universidad y de ella han salido 9 Premios Nobel. Cualquier rincón es una delicia, además el río Oder forma una isla en la que se asentaron la catedral y otros edificios de gran interés artístico. La catedral es muy esbelta, reconstruída en su estilo original ya que fue arrasada en un 70% en la II Guerra Mundial. Pero tiene una curiosidad que entretiene bastante y es que se ve una bomba incrustada en una parte exterior de ella (no os voy a decir dónde está, pero sí os pongo una foto).



Pero si hay algo que de verdad entretiene y es un reclamo turístico para todas las edades es, sin duda, el motivo por el cual se le conoce hoy en toda Europa. Wroclaw es la Ciudad de los Gnomos. Sí, como lo oís. Todas sus calles están plagadas de estos seres diminutos que tienes que buscar y, lógicamente, fotografiar. Nadie sabe cómo aparecieron, pero parece ser que un comerciante puso uno para decorar su escaparate y fue tan atractiva la idea que hoy muchos organismos, instituciones, negocios, restaurantes... tienen un gnomo de bronce representado en actitudes cotidianas y hay ya más de 300 en toda la ciudad. Os podéis imaginar que para los niños es muy atractivo y los ves buscando gnomos por todo el centro de la ciudad. De hecho hay una ruta planificada con un mapa que te dan en una oficina específica "de los gnomos", pero lo divertido es ir encontrándotelos sacando dinero de un cajero automático, robando helados en una de las heladerías más famosas de la ciudad, viendo la tele con un mando a distancia en la mano en la entrada de un baño público, imitando a la Estatua de la Libertad o recordando el lugar donde estuvo la primera imprenta de Wroclaw. En fin, algo maravilloso.


Cominos y cenamos en la Plaza del Mercado, caminamos por la isla de la catedral a la que se accede a través de un puente lleno de candados de enamorados, fuimos a la búsqueda de los gnomos y además, tuvimos un apartamento espectacular para dormir, por poco dinero. De ahí que esta ciudad merezca una visita más reposada, poder hacer un mini-crucero turístico por el Oder y visitar alguna cosa más en su extrarradio. Como lo pasamos tan bien os voy a dejar un vídeo un tanto divertido que grabé imitando a un conocido programa de televisión que también promociona en cierta medida el turismo, no sin antes recomendaros que si visitáis Polonia, Wroclaw es más que una parada obligada, sin dudarlo.







1 comentario:

  1. Te lo pasas teta,jodío :-))

    Me encanta saber que te va todo bien: sigue escribiendo (y a ver si me aplico el cuento :-)).

    Un abrazote,

    Paquito.

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