viernes, 17 de agosto de 2018

LONG HOPE

Desde hace ya algunos años he leído sobre la situación de un colectivo de marineros españoles que trabajaron años en barcos de Noruega y que tienen un problema serio debido a que el país nórdico no quiere pagarles la pensión correspondiente por esos años trabajados.

Hoy La Voz de Galicia publica una entrevista al portavoz del colectivo denominado Long Hope  sobre todo este proceso que mantiene en lucha a 12000 marineros españoles, 8000 gallegos. Como bien comenta este hombre, algunos de ellos ya se han muerto sin cobrar lo que en teoría les pertenece pero que Noruega se niega a darles. Realmente no soy un experto jurídico en el caso ni sé si tienen razón o no, pero leyendo la entrevista me llamaron la atención varias cosas que comenta sobre ese país y que para uno que vivió fuera de España tres años como yo no sorprenden y desmitifican un poco el hecho de que en el extranjero "se está mejor".

Hay una frase que resume un poco esa opinión que tanto este señor como yo tenemos y que es opuesta a la que tienen muchas personas aquí. Literalmente dice:

"NORUEGA ES UN PAÍS INDECENTE, NO ES COMO NOS LO PINTAN"

Utilizar el calificativo "indecente" para un país que aquí tenemos como modelo de muchas cosas, entre ellas los servicios que ofrece a sus ciudadanos y ciudadanas como espejo del estado de bienestar, ya es toda una declaración de intenciones. Durante todos estos años en mi blog también he intentado desmitificar todo lo que en España vemos de Holanda (en mi caso concreto) como maravilloso y que en realidad no lo es. No hago una cruzada contra el país en el que viví, pero sí que me gustaría que los lectores que se pasan por aquí no crean que todo es maravilloso y España una auténtica mierda. Pues no, no es así, y muchas discusiones sobre estas cuestiones, alguna un poco agria, he tenido sobre todo con españoles o españolas que viven en Holanda y hacen de su residencia allí el paradigma del bienestar. 

De lo que más he hablado (y criticado), evidentemente, es del sistema educativo. Claro que España tiene cosas que mejorar en este aspecto, pero desde luego Holanda también. Si hay algo que durante los tres años aprendí a valorar es lo positivo que hay en nuestro país y a no caer en esa "indecencia" que relata Alberto Paz en la entrevista que dio al periódico. Aún 5 años después de haber regresado y cuando comento a gente que llega a mi vida que viví allí tres años, algunos lo primero que me dicen es "¡qué maravilla!". Y automáticamente salta en mí un resorte y empiezo mi retahíla de desmitificación de tópicos. En este blog ya he dado cuenta de temas como Educación, Sanidad, inmigración, derechos y libertades de los ciudadanos, etc., y mi argumento es exactamente igual que el del entrevistado y que se resume en la frase que puse antes.

Pero lo que más me dolía cuando estaba allí era oír a españolas y españoles que llevaban ya más años en el país o definitivamente tenían su residencia, hablar con desprecio y rencor hacia España. No quiere decir esto que aquí todo sea perfecto, que evidentemente no lo es, pero tampoco en Holanda, Noruega, Alemania, Dinamarca o cualquier país que pongamos como modelo. Una vez oí a alguien decir en una conversación informal "¡cuánto daño ha hecho Españoles en el Mundo!" y la verdad es que creo que tenía mucha razón. Incluso existía la teoría de que el programa se creó con el ánimo de que, con la crisis, los españoles y españolas se marchasen a cualquier país del mundo porque se viviría mejor en ellos que aquí. 

"Indecente" me parece un calificativo más que adecuado. "Hipócrita" también me parece un adjetivo muy bueno. El entrevistado también cita una palabra que se notaba en el ambiente en algunas conversaciones o titulares periodísticos cuando vivía en Holanda: "DESPRECIO". Noruega les trata con desprecio, como hacen muchos ciudadanos de esos países hacia nosotros, italianos, griegos u oriúndos de países que no son como el suyo. Estos días asistimos también atónitos a la denuncia que puso una ciudadana británica a su agencia de viajes sobre sus vacaciones en Benidorm, alegando que quería que le devolviesen su dinero porque estaba "LLENO DE ESPAÑOLES" o como un matrimonio canadiense dejó como comentario en un alojamiento de O Grove que fue todo diferente a como le habían dicho porque había mucho ruido de "coches y camiones" y no pudieron disfrutar de la terraza de la vivienda que alquilaron, pidiendo una compensación a su propietaria.

Y también me hizo reflexionar otra frase que dice este hombre en su entrevista que transmite a la perfección los hábitos de vida de cualquier ciudadano o ciudadana de esos países: 

"El pueblo noruego es en su gran mayoría adoctrinado. Un noruego solo por el mundo no se desenvuelve sin la protección del «papá Estado», un español sí."

Gran frase. Desde luego que los españoles en general y, si cabe, los gallegos en particular, siempre hemos salido hacia adelante CON NUESTRO ESFUERZO y lo que decimos habitualmente "buscarnos la vida". Sin dudarlo, tenemos más estrategias para enfrentarnos a los sinsabores de la vida que ciudadanos de otros países. Y yo he pensado hoy mucho en esta circunstancia porque incluso dando clase allá notaba que había niños y niñas a los que les faltaban esas estrategias para defenderse solos. Si aquí nos quejamos de que ya vemos a muchos chavales hiperprotegidos, en Holanda esa situación era mucho más clara y de ahí ese carácter tan organizado y previsor que tenían, no sabiendo reaccionar cuando surge algún contratiempo. "Papá Estado" tiene la obligación de resolvernos la vida... y no, no es así.

En el caso de los marineros españoles en Noruega no sé si tienen la razón o no. Me resulta también extraño que el caso esté tan enrevesado si está claro que ellos cotizaron y pagaron sus impuestos en Noruega durante años porque en España todos conocemos a personas que cobran una jubilación, por ejemplo, de Francia o de Alemania por los años que trabajaron allí emigradas. En todo caso, espero que su problema termine de manera satisfactoria para ellos, pero sí me gustaría terminar haciendo ver lo mismo que este señor: no es oro todo lo que reluce allende los Pirineos y si alguien tiene pensado emigrar para establecerse en otro país, que se lo piense mucho y lo valore, a veces se pierde más que se gana, y no lo digo exclusivamente a nivel económico, sino a nivel personal y emocional. Tenemos muchas cosas que merecen la pena y no te das cuenta de que las perdemos hasta que no las tenemos o no las disfrutamos, y eso yo lo viví en primera persona. Aún así, jamás me arrepentí de vivir la experiencia que viví porque desarrollé unos conocimientos y unas aptitudes que quedándome en España hoy no tendría, por todo lo cual también agradezco lo que me dio esa experiencia. En definitiva, aprendizajes que da la vida cuando uno sale de su "zona de confort", muy necesario cada cierto tiempo y recomendable para todo el mundo.



1 comentario:

  1. No existe país perfecto: todo país tiene sus luces y sus sombras, como es natural.

    Sea Noruega, Finlandia, Estados Unidos o España: todos tienen cosas fascinantes y cosas tristes o aterradoras.

    Mi posición en la vida, desde mis tiempos en las Galias, ha sido la de entender el contexto y el lugar en el que vivo, intentando no ya comprender los efectos, sino las causas (las cosas son como son por algún motivo: lo importante es entender el motivo).

    La situación de los marineros gallegos en Noruega será, dentro de unos años, algo que gente que trabaja para compañías en otros países (véase Ryanair, que hace firmar contratos basados en Irlanda) se encontrará.

    Ahí es donde, me huelo, tendrá que entrar la Unión Europea (si esos marineros pagaron impuestos o hicieron contribuciones para el sistema de pensiones noruego, salvo que en algún sitio la ley diga que "Nos parece muy bien, pero no vas a oler un duro", quizás tengan una oportunidad).

    Esto me recuerda a una conversación que tuve con un holandés, al principio de mi estancia, donde me vino a decir que le parecía que gente como yo tuviera trabajo y demás, pero que si algún día me despedían, que me fuera a mi país y gracias por participar (mi respuesta fue que me parecía cojonudo, si entonces me excluían de pagar los impuestos correspondientes por derechos por los que no iba a disfrutar, como desempleo, pensión y demás... Esta última parte le hizo menos gracia).

    Conoces la palabra clave: "Perspectiva"... Muchos de los que vivimos fuera de nuestro país lo hacemos por motivos claros: no hay nada más triste que saber que no puedes volver a tu país, no ya por el nivel salarial o cosas así, sino porque, simplemente, sabes que allí abajo el mercado de trabajo es lo que es y el comportamiento de las empresas roza el modelo cortijo, cosa para la que uno, ahora que no nos oye nadie, ya está mayor...

    "Perspectiva"... Nada más, nada menos...

    Paquito.

    ResponderEliminar