De discapacidades y asuntos varios

Me he dado cuenta que desde el domingo pasado no escribo. Ha sido una semana un tanto peculiar. Desde tener que arreglar un problema con una familia de un alumno hasta ayudar a una compañera a buscar apartamento para vivir; ha habido tiempo también para un "magosto" en el Centro Gallego "Semente Nova" de Amsterdam y la llegada del ya conocido Sinter Klas desde España; y un buen susto para otra compañera: le entraron a robar en su domicilio estando ellos durmiendo. Así que no sé por donde empezar a contaros, por lo que haré una reflexión general, esta vez no muy buena de Holanda y los holandeses (lo siento si alguien se siente ofendido, pero es mi reflexión personal y tengo derecho a expresarla).

Me gustaría dedicarle este post a LUCÍA, mi querida alumna de Ordes. Realmente no sé cómo podría estar viviendo ella aquí porque en estos últimos días he comprobado una vez más lo hipócrita que es este país. De cara a la galería, por decirlo de alguna manera entendible, las personas con discapacidad tienen sus recursos: hay señalización para ciegos, transporte público adaptado, eliminación de barreras arquitectónicas en lugares públicos y servicios esenciales... pero NO HAY INTEGRACIÓN. Ya os comenté que aquí los alumnos con discapacidades graves no están en un colegio ordinario, sino en uno especial. Y lo más gracioso del caso es que, a pesar de toda esa parafernalia de ayudar al que lo necesita, la verdad es que nadie los quiere tener cerca ni a su lado. Los holandeses no entienden cómo un niño con discapacidad puede ser feliz en un centro con alumnos sin discapacidad. Incluso algunos españoles con los que hablo tienen más que claro que esos niños deben estar en un centro "especial". A-LU-CI-NAN-TE. Me pregunto muchas veces qué te hubiese pasado a ti, Lucía, si tus compañeros de clase no estuviesen siempre contigo en los años que compartisteis juntos vuestras alegrías, penas, juegos, momentos duros... y también los años en que yo, Rosalía, Isabel y otros profesores del "Campomaior" los compartimos con todos vosotros. Así que digo con gusto VIVA LA EDUCACIÓN PÚBLICA ESPAÑOLA, integradora y solidaria, y no este sistema holandés selectivo, lucrativo y discriminador. Con deciros que este sistema que ellos creen perfecto porque les da unos resultados fantásticos en informes europeos e internacionales es el que crea unos niños con baja autoestima, incapaces de superar una frustración o un pequeño problema, protegidos al 100 % por padres y profesores, pero completamente separados de la realidad. Es el famoso "Show de Truman" que comentaba Ángel cuando estuvo aquí, un país que luego tiene problemas serios y trata de ocultarlos (como aquello que os conté de la niña de 12 años embarazada o del muchacho que mató a seis personas a tiros en un centro comercial). No sigo porque me enciendo.

Y lo que parece un país seguro, no lo es tanto. Os he hablado del robo en la casa de mi compañera, pero no voy a dar detalles por respeto a su intimidad. A nadie se le ocurre poner una verja en una planta baja, pero eso sí, alarmas por doquier y prevención a tope. Ayer fui a Utrecht con una compañera que está buscando piso y al poco de salir de Amsterdam el tren se detiene y nos advierten que han encontrado una maleta en una estación intermedia y que mientras no comprueben si hay un explosivo, los trenes no circulan. Así que si quieres llegar a Utrecht, búscate la vida, porque "nosotros no os vamos a devolver el dinero del billete". Hace dos semanas, lo mismo en la estación de Amstel, cerrada durante toda la mañana por lo mismo para luego no encontrar nada. Podría continuar con robos a turistas, desentendimiento de la policía, etc.

Eso sí, hoy llegaba el famoso Sinter Klas a Amsterdam. Todo el centro cerrado para la tradicional cabalgata del personaje con su historia más falsa que un billete de 7 euros: obispo que viene desde Madrid EN BARCO, que tiene un palacio en la Plaza Mayor y que a los niños que se han portado mal los mete en un saco y se los lleva a España. ¡Bien por la armonía entre los pueblos! Entre esto, la expulsión de los españoles que os conté que celebran y ganarles el Mundial como para tenernos cariño. Y os aseguro, comentarios del tipo "¡uf!, llegan tarde a una cita; normal, son españoles!" a miles, eso sí, si ellos la anulan explicaciones ninguna. Hay veces que desearía saber hablar un holandés fluído para decirles 4 cositas, porque hemos vivido (me refiero a los maestros de la agrupación en general) una serie de episodios que más de una vez nos preguntamos cómo este país puede "tirar para adelante". Yo creo que es ciencia-ficción y que en realidad tapan mucho la realidad, aunque reconozco que saben sacar dinero de debajo de las piedras, que cobran absolutamente por todo y cuando oyen la palabra "gratis" (como en las clases de español) no se dan de tortas por ser extremadamente protocolarios para todo, creo que de más.

Las anécdotas llegaron el fin de semana. He visitado con mi compañera dos viviendas para que las pueda alquilar. Sus propietarios nos reciben en su casa como si fuese una cita para un trabajo o negocio. Una de ellas nos cuenta que alquila el piso durante la semana porque está en otra localidad internada para un tratamiento contra la depresión, pero que el fin de semana vuelve (!!??). Descartado. Y el otro nos manda descalzar para entrar en un piso sucio, mal cuidado, pero eso sí, con mucha "paz y tranquilidad", que es lo que él busca y lo que nos quiere ofrecer. ¡Dios mío, qué mal está la peña del tarro!

Así que el sábado por la noche lo mejor es tomarse unas castañitas calentitas con un poco de vino y si de paso participas en una rifa y le toca un jamón a uno de los del grupo (Manolo), pues mejor que mejor. Yo tenía los números 896 y 897 y mi amigo compró los siguientes, cuando sale el 898... ¡¡¡¡FIESTAAAAAA!!!! Jamón de seis kilos y medio ocn soporte y cuchillo para cortarlo. Buen colofón para una fiesta muy nuestra.