viernes, 25 de noviembre de 2011

Cada día más sorprendente

Los jueves en la TVE Internacional echan "Españoles en el mundo". Ayer pusieron la visita a Vietnam y a San Petersburgo. Las imágenes que se nos dan de los españoles residentes en el exterior suele ser bastante idílicas y los perfiles de los protagonistas similares: estudiantes que pasan unos años en el país o ciudad correspondiente, ciudadanos que se fueron por amor, empresarios que vieron oportunidad de negocio en nuevos mercados... Ayer uno de los entrevistados en la ciudad rusa dijo una frase que creo que se puede aplicar a cualquier país: "la ciudad te impresiona cuando vienes de visita, pero empezar a vivir aquí y asentarse es muy difícil". Holanda no es San Petersburgo, pero en algunos casos opino lo mismo. Nuestros patrones de vida muchas veces chocan con la manera de vivir de los holandeses y con el sistema. Estos ultimos días hemos vivido otras dos cosas más que no podemos entender. A ver si las explico de una manera breve.

La Agrupación tiene una cuenta corriente oficial en un banco holandés desde la cual se pagan todos los gastos que se originan. Hace unos días pidieron desde la consejería en Bruselas que enviásemos un extracto de la misma a fecha 31 de agosto de 2011 (día del final del curso 2010-2011). El director se fue a la oficina, lo solicitó de mil maneras posibles llegándose incluso a enfadar con el responsable ya que lo remitían a un número de teléfono de un "call-center" en el que sólo te hablan holandés y si lo pides, inglés. Las oficinas bancarias aquí no tienen la misma estructura que en España y algo tan sencillo como eso, pedir un balance, se convierte en una odisea si no tienes una cuenta con la que puedas acceder a Internet, cosa que en nuestro caso no es así porque al ser oficil requiere dos firmas para autorizar los gastos. El caso es que el empleado, acabó cediendo después de muchos minutos de comprobar él mismo que el "call-center" estaba saturado y no atendían las llamadas. Le dijo al director de la agrupación que al día siguiente tendría el extracto en la oficina.

Efectivamente, al día siguiente, llegó una carta del banco con tres folios dentro. El balance tenía la fecha equivocada, ya que lo hicieron a 31 de agosto de 2010; pero lo mejor fue que la carta venía con "regalito pecuniario", es decir, cobro por la gestión. Cuando se lo comento a mis conocidos de aquí les pregunto: ¿"cuánto crees que nos cobraron?". La respuesta general es unos 20 euros. Ya sría una cantidad considerable pero cuando les digo el importe real, se quedan atónitos. Preparados... ¡¡¡210 EUROS!!!, que además ya habían descontado de la cuenta.

Por supuesto, se puso en conocimiento de la consejería y se está valorando cancelar la cuenta y abrirla en otro banco porque nos parece, literalmente, una estafa. Otro caso más de cómo se pueden aprovechar de personas que no dominan su idiomao quesimplemente no les da la gana de entender.

El otro detalle viene con las tarjetas de descuento del transporte, las famosas OV-CHIPKAART. Yo tengo una personal, que algunos habéis visto, con la que puedo acceder a descuentos de un 40% en el tren viajando a partir de las 9 de la mañana y conmigo tres personas más. Sacamos el billete en las máquinas para justificar el desplazamiento en la consejería y listo. Este curso han implantado seis nuevos abonos, con un proceso de contratación más complicado, primero conseguir la tarjeta (7'50 euros) y luego contratar los abonos en la compañía correspondiente (tren, transporte urbano, etc.). Pues bien, con esas nuevas tarjetas y abonos nos han dicho que NO SE PUEDEN SACAR BILLETES FÍSICOS, es decir, hay que hacer "check-in" y "check-out" cada vez que usamos el transporte, por lo que en nuestro caso implica tener la tarjeta con mucho dinero en ella (funciona como una tarjeta monedero). Pero lo ilógico del tema es que con esa tarjeta también pueden viajar contigo tres personas, por lo cual necesitan billete físico. Entonces, ¿por qué no podemos sacarlo nosotros para nuestro trabajo? Otra incongruencia más de este sistema que ya me parece alienante.

Todo esto contado así puede parecer algo abstracto, pero vivirlo es surrealista. Y no es la primera vez que aquí digo lo mismo: no sabemos lo bien que vivimos en España hasta que salimos al exterior. La enseñanza general que saco de los meses vividos aquí es que tenemos una imagen de Europa desde nuestro país totalmente distorsionada. Creemos que en Europa se vive mejor, que hay más libertad, que la sanidad y la educación son lo más... ¡¡Y NO!! Está claro que nosotros tenemos cosas que mejorar, pero a día de hoy valoro cada vez más todo lo que se ha conseguido en las últimas décadas en España. Lo más interesante de una experiencia como esta es poder comparar con criterio y no desde creencias hipotéticas de que aquí se está mejor en todo y que esto viene siendo algo así como el paraíso donde todo son ventajas. Claro que hay cosas buenas en Holanda, pero también las hay en España, al igual que cosas que mejorar. No somos ni mejor ni peor unos que otros, pero a día de hoy creo que más comprensivos y tolerantes para todo somos nosotros, por lo menos sabemos ver que hay otras opciones y opiniones que se deben tener en cuenta y no recibir siempre un "NO" por respuesta sin más explicaciones.

Por lo demás ya estamos otra vez en viernes y acabo la semana agotado. Esta semana de inicio de una nueva transición política en España seguimos pendientes de los mercados y de lo que pueda pasar, pero las compras de Navidad no bajan y la lotería tiene más números y más premios. Curiosidades de la economía. Besos


4 comentarios:

  1. Te mentiría si te dijera "¡Wow! ¡Qué sorpresa!" pero, desafortunadamente, no es así :-((

    "Y peor", te lo aseguro: cuando yo abrí mi cuenta bancaria, recuerdo haber repetido hasta tres veces todas las condiciones de la misma, con el tipo ya riéndose de mi en plan "¿Pero es que no te fías o qué?"...

    Llegué a casa, releí el contrato (en holandés) y entonces encontré una serie de claúsulas que, el tipo, a pesar de haberle preguntado tres veces, me dijo que no existían.

    Lo del OV-Chipkaart es un robo a mano armada: cuesta tres veces más que el método antiguo (las famosas strippenkarts de papel) sólo el mantenimiento (y el sistema no maneja bien trasbordos y cambios de redes, cobrándote a veces tarifa entera cuando, según la norma de transporte, un trasbordo, dentro de las condiciones normales, no debería ser cobrado).

    ¿Nos queda por aprender de estos? Sin duda: son pragmáticos... ¿Son el referente? Ni de coña.

    Sobre la sanidad podemos hablar cuando quieras y nos echamos a llorar: aquellos que critican la sanidad pública española son, salvando los casos de mala suerte o mala praxis, injustos (aunque aquí los hospitales, en temas de gestión, nos dan diez vueltas: bien gestionados, pero con un sistema que no quiere curarte porque cuesta dinero).

    En fin: paradojas :-))

    Un abrazo,

    Paquito.

    ResponderEliminar
  2. Querido Alfonso por fin atopaches alguén que che conteste aos teus post e che dea a razón ao mesmo tempo. Felicidades supoño que te sentirás comprendido.
    Coidate meu.
    Bicos
    Paz.

    ResponderEliminar
  3. ¡¡Buffff, Paco!! ¡¡La Sanidad!! Sí, hablaremos, con una cerveza o dos delante porque eso da para mucho. Si no es la primera que vivo algo así ni será la última, pero cuando no salimos fuera del terruño, no sabemos las buenas cosas que tenemos en España.

    Si nos conocemos algún día, hablaremos con calma. Un saludo y gracias por leerme y comentar

    Alfonso

    ResponderEliminar
  4. Eso e as fieis seguidoras, fans irreductibles, contestadoras natas e lectoras asiduas dende o principio das túas andainas nin auga, pois hala xa te lerei mañá.
    Bueno bicos ijual.
    Paz

    ResponderEliminar