BRUSELAS: DÍA 3

La verdad es que el final de curso me está saturando de papeleos. Porner notas a 100 alumnos en 7 aspectos es algo engorroso, además que hay que hacerlo a mano, pero también actas, informes, memoria, etc. Me he pasado el día de hoy en casa y menos mal que ha estado un día regularcillo, nada que ver con el sábado de hace una semana en Bruselas, un calor de verano en mi último día en la ciudad.

Quise visitar el Museo del Cómic en un bonito edificio "art-deco". Allá me fui pero me desilusionó un poco porque no conocía a muchos personajes, salvo Tintín y Los Pitufos. Para un amante de la "banda deseñada" pues es todo un aliciente. El edificio tampoco es muy accesible ni cómodo, pero bueno, habia que verlo.

Seguí la ruta por los monumentos más importantes de Bruselas: el imponente Palacio de Justica, la Iglesia de Sablón (esta sí hay que verla), pausa para comer un pollo "a la gantoise" con una cervecita morena (exquisito) y más ruta. Llegué a los museos reales (pero no los visité por dentro), a los jardines de Leopoldo II y de ahí al barrio europeo: Parque de Europa, Parlamento Europeo, etc. Este edificio es majestuoso y moderno, pero está enclavado en una zona demasiado urbanizada, como muy encajonado en la ciudad. Un chico que estaba sentado en un parque me vio mirando mi plano y me preguntó si buscaba algo, estuve un rato hablando con él y me recomendó tomarme una cervez en una pequeña placita en un barrio muy intercultural, la Plaza de Londres. La verdad es que sí mereció la pena. De ahí a la zona de tiendas "pijas" de la ciudad (Louise) y a esas alturas del día os puedo asegurar que mi cuerpo ya decía STOOOOP!!! Así que me dirigí al hotel para un baño y salir después a cenar por el centro.

Quedaba comprar las últimas cosas, cenar, el chocolate y un par de tonterías más. La zona centro, como siempre, llena pero sin ser agobiante. Última visita a la Grande Place y a dormir. Bruselas me había gustado más de lo esperado. No es Berlín pero es una ciudad ideal para una pequeña escapada, comer bien y disfrutar de su arquitectura urbana, más cercana a la nuestra que, por ejemplo, Amsterdam.

Pero todavía quedaba volver. El tren salía a las 11:15. Con tiempo, me fui a la estación y esperé: Cuando vi el tren no era el clásico tren internacional holandés que hace la ruta Amsterdam-Bruselas y viceversa. El tren salió a su hora y en cuatro minutos llegó a Bruselas Central, sube más gente y cuando ya estaban todos dentro nos avisan que abandonemos el tren que por avería no circulará. ¡¡¡PANDILLA DE ECTOPLASMAS, BACHIBOUZUKS...!!! El Capitán Haddock entró en mi cuando un revisor de los ferrocarriles belgas nos dice que tenemos que esperar al de la hora siguiente. Ante la movida que intuía (ir de pie como en octubre cuando vinimos a la Consejería) volví a la Estación Sur. Llegué a punto de coger el siguiente tren, el de las 12:18. Y al llegar de nuevo a Bruselas Central se llenó y la gente de pie por todos los pasillos. Pero ahí no quedó la cosa. En Antwerpen (Amberes) el andén estaba a rebosar de gente esperando, evidentemente era gente de DOS trenes. Pues hubo gente que no pudo subir, tuvieron que quedarse en la estación a esperar el siguiente tren y la gente de pie en los pasillos hasta HOLANDA!!!!

Si me lo cuentan de India me lo creo, pero de aquí no se lo cree nadie, ¿verdad? Ancianos de pie, bebés sin asiento para sus madres, maletas por todas partes. Y esto es el primer mundo y nosotros nos quejamos de nuestra RENFE... ¡¡¡ya les gustaría a ellos nuestro AVE y nuestra puntualidad y eficacia!!! Estamos hablando de un trayecto internacional en la región de Europa con más densidad de población. Total, TERCERMUNDISTA.

Entre llegar a Amsterdam, comer, coger el tren para casa y el bus, llegué a casa a eso de las 5 de la tarde habiéndome levantado allá por las 8 y media. No hay perdón para los ferrocarriles holandeses, que hacen lo posible para que vayas en su alta velocidad "Thalys" que hace el recorrido... ¡¡¡¡en media hora menos y al doble o triple de precio!!!! En fin, resignación.

Pues nada. Aquí acaba la experiencia en Bruselas. No comí coles y que sepáis que uno de los platos típicos de la ciudad son los mejillones (!!!), que tampoco comí porque como los nuestros nada. Seguiremos informando (por cierto, qué gordo salgo en la foto, ¿ves qué bien como, mamá?)