lunes, 1 de agosto de 2011

AGOSTO, DESPUÉS DE LAS VACACIONES

15 días que no escribo nada. Es lo que tiene marchar de vacaciones y no tener acceso a Internet. Pero qué bien sienta la semanita de hotel, sol, playa, piscina... y kilos de más. Hemos estado con los niños en el Parque Warner un día y después en la costa de Cádiz, en una playa fantástica que recomiendo a todos, La Barrosa, al lado de Chiclana de la Frontera.

¡Y mira qué han pasado cosas en este tiempo! Tragedias como la de Noruega (que no salgan más radicales iluminados, por favor), adelanto de elecciones, indicios de bancarrota en EE.UU. Pero claro, los hoteles llenos y los chiringuitos más, así que crisis habrá, pero dinero para gastar en verano también, a ver de dónde sale. La Warner estaba repleta de gente, colas para una simple montaña rusa infantil de una hora y media, monumento a la comida-basura que me ha desencantado bastante, no fue igual que el curso pasado cuando estuve con los chavales de Ordes. Tranquilamente una familia de 4 miembros se puede dejar en un día, entre entradas y demás, unos 200 euros. Para criticar al parque tendría que escribir muchos renglones, así que iremos poco a poco. Espero que para la próxima vez podramos comprar en alguna de las malditas franquicias un poco de FRUTA porque mucho fomentar la comida sana entre los niños, pero salir de las hamburguesas, pizzas y demás es en la Warner como la búsqueda del tesoro.

En Andalucía la verdad es que estuvimos de lujo. El hotel era una maravilla y su personal estaba completamente dedicado al cliente, nada que objetar del trato y de los servicios. Y el entorno era espectacular. La playa me encantó y creo que volveremos, además el encanto de la gente de Cádiz es único. Visitamos El Puerto de Santa María y un poco el centro de la capital porque con los niños poco más se puede hacer, deseosos de juegos en la piscina.

E hicimos amigos, cómo no. Pedro e Isa, una pareja extremeña con sus hijas fueron una compañía excelente, nos divertimos mucho en las horas después de la cena y los niños jugaron bastante en el hotel. Otro año más ha pasado nuestra semanita de sol y playa, mientras en Coruña parece que el verano no existe. Todo llegará.

En definitiva, España ha mejorado mucho en bastantes aspectos, somos un país que deberíamos potenciar, pero después de convivir estos días con gente tan variopinta uno llega a la conclusión que nuestro gran problema somos nosotros mismos. Mientras, los turistas que llegan del norte disfrutan de sus vacaciones aprovechando lo que les damos, siendo a veces nosotros cómplices de sus malos hábitos. He visto turistas extranjeros realmente maleducados en el hotel y sin embargo nadie les dice nada. ¿Realmente hace falta "bajarse los pantalones" tanto? No tenemos NADA que envidiar a Europa, es más, es Europa quien realmente envidia a España, de nosotros depende que podamos avanzar, y ahora que va a haber elecciones refelexionemos un poco y hagamos que las cosas puedan funcionar, aunque viendo actitudes y personajes como los que estaban en la Warner (y no me refiero a los de dibujos) me da que tardaremos años en reaccionar.




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