BANDERITAS

Hoy han llegado a 5000 las personas diferentes que han visitado este blog, según el contador de banderas que puse en la parte derecha. Visitas en total pasan de 12000, no está nada mal para esta experiencia pseudoliteraria.

Curiosamente la VEXILOLOGÍA (¡¡cuánto ayuda la Wikipedia!!), que es el estudio de las banderas, siempre ha estado cercano a mi. Las banderas generan sentimientos muy diferentes, de amor y de odio, y la identificación con una u otra enseña dice mucho de la personalidad de alguien.

En los Países Bajos cada provincia tiene su bandera, son 12. Hoy ilustro este post con la bandera de Noord Brabant, que es la región en la que se encuentra 'S-Hertogenbosch, su capital, la ciudad a la que fui el sábado. Hace pocos días apareció en el periódico gratuito "Metro" una noticia con unos encapuchados con una bandera al fondo, nada menos que la de Frisia, pidiendo más autonomía para la región, que tiene su idioma propio, pero la escenografía era muy similar a la que nosotros conocemos por motivos más dramáticos.

Y cuando empecé este blog la primera entrada unía las banderas de Galicia y la de los Países Bajos. El caso es que cuando estás fuera esa sensación de pertenencia a una tierra se acentúa. Cuando llego a nuestra oficina en el Consulado y está ondeando la bandera de España pues algo te dice. Pero estos días que estamos bastante ilusionados, por ejemplo, con la elección de Lucía para Eurovisión, una bandera gallega no puede faltar en Düsseldorf, a mi me dice más, desde luego.

Hoy una alumna de 12 años estaba en la pausa jugando a un juego de banderas en su Samsung Galaxy (aquí es de lo más habitual ese tipo de aparatos entre los niños). Me dijo si las conocía. "¡Claro que sí!", le contesté. No sé si quedó un poco alucinada porque yo conozco CASI todas y curiosamente alguna ha cambiado en los últimos meses y estos días de revueltas en Libia, los contrarios a Gadafi enarbolan (Paz, perdóname el verbo) una bandera de tres colores (negro, verde y rojo, creo) que para ellos lo es todo en estos momentos.

Resumiendo, que parece mentira cómo un trozo de tela te puede llegar tan adentro. Supongo que el miércoles en la Embajada también me sentiré como en casa, de hecho siempre que vemos algo que nos identifica nos atrae, aunque sea un trozo de tela de colores.

Por cierto, he aprovechado y os he puesto una pequeña encuesta sobre este blog en la parte derecha, admito críticas, pero no me hundáis en la miseria, ¿vale? Besos a tod@s