lunes, 31 de enero de 2011

IMPUESTOS

Dicen que desde que pones el pie en Holanda empiezas a pagar. Se paga por cualquier cosa que pretendas hacer o conseguir, desde ir al servicio (entre 20 y 50 céntimos), cosa que es muy habitual en varios países de Europa a cualquier folleto que quieras coger en una oficina turística (no son gratis, se pagan).

También existen muchos impuestos. Yo ya he recibido dos desde que llegué en Navidad. Pagué un impuesto muncipal que creo que era de recogida de basuras, pero es que ayer me ha llegado otro anual que cuesta 131'83 euros y que, según Google Translator, es un impuesto por "unidad de contaminación" (es decir, individuo que contamina, yo) y por la construcción de diques que te protejan de los embates del mar. Lo puedo pagar en 10 veces y así lo haré y TODO domiciliado. En cuanto veo la palabra "belasting" echo a temblar. Y el caso es que ningún propietario se hace cargo con el alquiler, como eres tú el inquilino, pagas tú como ciudadano residente en este país.

No sé exactamente cuánto te quitan de tu sueldo bruto para sufragar todo el estado de bienestar que hay aquí, pero ya sabéis mi afición a cuestionarlo todo. Los libros de texto y material escolar, por ejemplo, es TODO gratuito, no hay que comprar ni un lápiz. El caso es que así los niños tampoco valoran lo que tienen y cuando les pides un lápiz o un bolígrafo para escribir no lo traen. Y ocurre también al contrario: pobre de tí que toques algo que les pertenece realmente porque les parece una ofensa terrible si no les pides permiso.

Un día que tuve que pagar en una oficina de turismo 1 euro por un plano le comenté al informador que me atendió que en España toda esta información es gratis. Él me contestó que aquí hay gratis otras cosas, por ejemplo, las autopistas... ¿Cambiamos?

Las familias con hijos reciben dinero del estado por cada descendiente, los abuelitos están con una plaza de residencia si optan por esa opción; sin embargo la sanidad, que en teoría también es gratuita, todo el mundo comenta que es un desastre, que no puedes abusar de ella. Funciona todo en una especie de servicio concertado por el que ya pagas en tus impuestos o por tu seguro privado, pero eso de ir a urgencias con tu hijo a las 6 de la tarde porque tiene fiebre es imposible. De hecho, te dicen que te vayas para tu casa y remedios caseros, incluso con algunas cosas más graves. Bien es verdad que en España se abusa de la sanidad pública, pero es que aquí yo tiemblo por si tengo que ir al médico.

Y bueno, si os cuento que en Amsterdam por una hora de aparcamiento te cobran 6 euros ya os podéis imaginar lo que hay: usar el transporte público que es bueno y con muchos tipos de abono porque tampoco se puede decir que sea barato (un ticket de una hora costaba 2'60 euros hasta diciembre, no sé si habrá subido). Aún el viernes me enteré que con la tarjeta de fidelidad del Albert Heijn (el supermercado más conocido) no acumulas puntos, sino que te hacen descuentos en tu compra si el producto está marcado. El caso es que yo compraba productos de oferta pero aprece ser que si no tenías la tarjeta no te hacían el descuento. Y una cajera le dijo a otra dependienta que al salir me hiciese la tarjeta para el "korting". No tengo muy claro cómo va este tema, pero yo ya tengo mi tarjetita y si algún día me toca algo espero que me lo digan. Hoy, por ejemplo, ya vi que había ahorrado más de 1'50 euros en una compra de 21. No está mal pra empezar.

Biquiños


1 comentario:

  1. A min non me importa pagar, si en realidade vexo ben que teñamos que pagar polos servizos que recibimos para que teñamos en conta que todo custa e que o gratis-free non existe, agora ben tamén temos que ter en conta que os salarios tamén teñen que subir porque senón, neno, non chegamos.
    Primeiro comentario semanal estou moi atrasada cos deberes esta semana e se non che escribo eu...
    Bicos e veña que xa é 4.

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