EDAM, VOLENDAM... ¡¡Y MARKEN!!

Ayer hizo un día de verano. 20º de temperatura y pocas nubes. Día ideal para más turismo. Y me fui a visitar lo que aquí llaman el "anillo dorado", una serie de localidades pequeñitas muy cercanas a Amsterdam en la zona que denominan Waterland.

Empecé por Edam, famosa por el queso. Una bonita villa con su canal, sus casitas, su iglesia... No lo vi todo pero me bastó. A continuación bus a Volendam y para definirlo imaginad un pueblo de pescadores tipo Malpica, Mugardos, Carril... con muchas tiendas y restaurantes en el muelle. Estaba a tope, así que un breve paseo porque la idea inicial era llegar a Marken y desde allí te lleva un barco a este lugar que será visita obligada.

No sé qué fuerza tienen las islas que a mi me cautivan. Debe ser el hecho de convivir y conocer una cultura que durante muchos años ha vivido geográficamente aislada. Marken es como A Illa de Arousa: una isla que fue unida a tierra firme en este caso en los años 50. Pero es uno de esos lugares que mantienen el modo de vida isleño. Evidentemente, está muy enfocado al turismo, pero me pareció fascinante. Lo más bonito son sus casas de pescadores, muy cercanas unas a otras y algunas construidos como palafitos. Allí vi fotos en los que el lago está congelado en invierno (es un lago desde que se cerró el acceso al Mar del Norte con el dique del norte del país) Y su faro es uno de los más fotografiados de Europa. Al faro no llegué porque ya era un poco tarde y pensé "aquí volveré sólo para ver el faro", pero compré alguna postal.

La isla hoy vive del turismo, pero lo peculiar es que puedes ver por la calle gente vestida con los trajes tradicionales de Holanda. Yo sólo vi a una anciana, la gente más joven ya sigue su vida y se viste como el resto de los mortales. El lugar tiene una magia especial. Las callejuelas son para peatones y bicis, hay un sendero que rodea la isla, la zona del puerto tiene sus restaurantes y cafés para comer pero sin llegar al agobio que había en Volendam.

Así que los que vengáis os tocará visita de estos dos pueblos, pasando en barco porque es una travesía muy bonita, rápida y en la que pude tomar un poquito el sol que me sentó de cine. ¡Y en Galicia con temporal!

Como siempre, foto, pero nada que ver con vivirlo "in situ"