lunes, 17 de diciembre de 2018

CÍRCULOS

La vida son círculos. Círculos que se abren y un buen día los cierras, y es necesario cerrarlos porque si no tienes la sensación de que tienes una tarea por finalizar. Lógicamente, estas ideas tan trascendentales no aparecen así como así, sino que es resultado de la madurez, de las experiencias que te va dando la vida. En los últimos meses noto que necesito cerrar círculos, muchos de ellos relacionados con mi estancia en Holanda. Crece día tras día la inquietud de volver a Amsterdam, acompañado esta vez, porque ya han pasado 5 años, no he regresado allí y siempre he tenido la sensación de haberme marchado sin "cerrar la puerta", aunque curiosamente recuerdo perfectamente esos momentos de cerrarla antes de encaminarme al aeropuerto aquel triste 29 de junio de 2013.

Hoy he vivido esa sensación de que un círculo se cierra, por algo banal y rutinario que tuvo que ver con mi hija de 12 años. No voy a extenderme en la explicación, pero el puzzle está acabando de encajar todas las piezas. 5 años son 1825 días, teniendo en cuenta que llegué aquel 29 de junio estaríamos hablando de un puzzle de 2000 piezas, una por día. Curiosa metáfora, pero bastante aplicable a la vida real. Mi hija tiene una madurez extraordinaria para una adolescente de esa edad aunque tenga su edad difícil y que durará aún unos 5, 6 o quizás algún año más. A veces ha visto cosas en minutos que yo he sido incapaz de ver en todo este puzzle y te las expone con una racionalidad aplastante. Llegará lejos, además tendrá un padre que la apoye en lo que haga, así que eso a veces da más fuerza que la disponibilidad económica, aparte de otros apoyos en el entorno cercano que la empujarán a conseguir sus metas, no lo dudo que las alcanzará.

Cierro círculos también a nivel laboral. Estas últimas semanas he recibido un par de llamadas preguntándome por la convocatoria de plazas docentes en el exterior. Y es curioso porque a una de esas personas le dije que "adelante" y a otra le dije que se olvidara. No todo el mundo sabe realmente lo que significa marcharse unos años de tu país e intentar integrarte (imposible) en otro. Lo que sí tengo claro es que yo no volvería a hacerlo voluntariamente, a lo mejor hay que hacerlo por necesidad pero no puedo predecir el futuro. La verdad es que conseguir una plaza de la Acción Educativa Española en el Exterior es todo un privilegio que ningún docente debería rechazar. Y cambias, mucho. Eso es lo que saco en limpio. Pero hoy por hoy, en Coruña, en Primaria y feliz.

Además, esta mañana oía en la radio un debate sobre movilidad en mi ciudad, A Coruña, algunos tertulianos (entre ellos el concejal encargado de este tema en el gobierno municipal) hablando con tan poca altura de miras que entraban ganas de decirle "vete a Europa y luego hablamos". Yo vivía en una ciudad de 750.000 habitantes con un área metropolitana que superaba el 1.500.000, que era además la capital de un país conectada con las otras 4 grandes ciudades del mismo (La Haya, Rotterdam y Utrecht) formando un cuadrilátero en el que hay la mayor densidad de población del continente, en un área conocida como "Randstad". Así que en movilidad hice un máster sin quererlo, pero es que además es un tema que me apasiona. Y en el debate oía cosas tan absurdas como no entender que A Coruña SOLA no es nada y que nuestros 250.000 habitantes tienen que duplicarse si entendemos que la movilidad sale de nuestra frontera natural y llega a la otra ciudad de las rías, Ferrol. Y me veía en los trenes holandeses que hacían en 40 minutos la distancia entre Amsterdam y Rotterdam cuando entre A Coruña y Ferrol (55 km de tren) tarda hora y media. ¿Movilidad? Por favor, no me hagan reír y pregunten. Claro que Holanda no es Galicia (por suerte), pero es que cuando yo andaba en bici allí y aquí ni se me ocurriría, es cuando me doy cuenta de que los que nos gobiernan ahora en la ciudad no tienen ni idea de lo que significa el término "movilidad" en una dimensión europea. La cuestión: los círculos me vuelven a llevar a Holanda.

Sabéis también, cambiando un poco el tercio, que acercándose el final de cada año suelo hacer un repaso de los libros que han caído en mis manos desde enero. Lo haré, sin duda. Pero acabo de terminar uno que también ha cerrado otro círculo. En los últimos años ha estado muy de moda lo que han llamado "novela negra nórdica" y todos sabemos quién es Stig Larsson o Åsa Larsson. Pues creo que cierro el círculo de este estilo porque el último libro que leí, ambientado en Noruega, me ha parecido mediocre y pasará tiempo hasta que vuelva a la literatura del frío, aunque siempre es un tema que me atrae.

Y hoy también he tenido contacto con otra persona residente en Holanda y que conocí dando clase en Veenendaal. Me preguntaba por mi compañera Raquel, fallecida este pasado verano, porque acababa de enterarse de la noticia. No sé si llegué a contar algo en el blog sobre esta pérdida que me rompió por dentro, ya que Raquel era la alegría, la sonrisa, la facilidad en las cosas, la bondad. Si este 2018 tuviese que recordar a alguien que perdí es sin duda ella, que aguantó los 6 aos allá y cuando regresó en pocos meses se nos fue, dejando a su familia desolada y a los que la conocimos un dolor inmenso. Por facebook esa persona de la que hablaba al principio quería confirmar la noticia y me preguntó. Lógicamente se quedó impactada por lo que le conté, al igual que quedé yo cuando me contó su hija cómo había sido todo. Con esto quiero decir que estamos en este mundo por un tiempo impredecible y que, aunque parezca un tópico, la vida hay que aprovecharla y vivirla disfrutando de lo que nos da y de lo que podemos robarle nosotros.

De aquí a final de año seguro que algún círculo más se cierra. Mientras, nos queda una semana para las vacaciones, fijaos que hoy mismo he estado evaluando a mis alumnos de 5º en su primera evaluación de este curso, otro círculo que se cierra terminando un proceso. No sé si son señales de algo, pero lo bonito es que soy consciente de que ocurre. Lo que sí no me cabe duda es que Holanda marcó mi vida y que para lo bueno y para lo malo es, y seguirá siendo, un referente en mi manera de ver el mundo, curiosamente mucha gente no puede entenderme en determinadas cuestiones, pero es que mi perspectiva de las cosas ha cambiado, también por mi circunstancia personal y supongo que por la madurez que te dan las experiencias de la vida. 

Pues nada, en 15 días otro año más, 2019, el blog espero que continúe, aunque cada vez escribo menos y las estadísticas anuales decrecen. Ya veremos lo que nos depara la vida, espero que no haya sustos y que continuemos aprendiendo.




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