miércoles, 30 de septiembre de 2015

VOLKSWAGEN Y OTRAS CORRUPTELAS

Fíjate que acostumbrados a que nuestros vecinos europeos nos califiquen de corruptos y derrochadores, nos encontramos acabando este mes de septiembre con la estafa puntera del año (enlace al blog de Paquito que lo explica de cine) en una empresa líder, imagen de transparencia e icono de la economía alemana. La pregunta es clara: ¿qué diferencia hay entre nuestra corrupción y lo ocurrido con Volkswagen? Para mí, poca.

Para un españolito de clase media aspirar a tener un automóvil de la empresa alemana suponía un símbolo de status, de "caché", algo que te ponía entre tu círculo social con una etiqueta de persona con posibles y que automáticamente asimilábamos como indicador de éxito. ¿Y ahora qué? ¿Os llamamos corruptos también, estafadores, sinvergüenzas...?

Quedó dicho muchas veces en esta ventana al mundo que es Ondas Atlánticas, la sensación que me daba cuando vivía en Holanda de que la idea de que los "PIGS" (Portugal, Italia, Grecia y España) eran los que mentían y lastraban la economía europea era la que calaba en el norte, en países considerados la élite económica de nuestro continente. Y resulta que cada cierto tiempo un escándalo económico salpica a algunas empresas consideradas limpias y modelo, como esta marca de coches. Pero no ha sido la única en los últimos años. En Holanda antes de vivir yo allí se rescataron a bancos como ING Direct y aquí poco supimos. Recuerdo esa moral de "tapar nuestras vergüenzas" cuando ocurría algún hecho para nosotros (y para ellos) verdaderamente escandalosos. Barrer para debajo de la alfombra y la filosofía del "que no se sepa fuera de casa".

Este verano yo conduje un Volkswagen. Ni que decir tiene que es una gozada, pero lo que también os digo es que ni me preocupé de las emisiones contaminantes ni de si estaba el coche trucado o no. Ahora la empresa quiere enmendar su traición a los consumidores llamando a revisar millones de coches en un lavado de cara para salvar la buena marcha de la compañía. La imagen está tocada  incluso diría que sería un buen momento para comprarse un Volkswagen, seguro que unos cuantos cientos o miles de euros bajarán en su precio de venta.

Total, que en todos los sitios cuecen habas. Y yo cada día más escéptico con todo lo que implica Europa y su estilo de vida, su visión del mundo, de las relaciones humanas y de la organización de la existencia de cada uno. Tampoco voy a hacerme un defensor acérrimo de mi país, que tiene fallos y que sobre todo tiene unos gestores impresentables, mediocres (salvo honrosas excepciones) y faltos de total credibilidad. Hoy en día tienes que fiarte más de una persona voluntaria en una ONG que de cualquier miembro de un gobierno municipal, autonómico o estatal. Al final, cada vez somos más individualistas, pero nuestra conciencia nos empuja a buscar hacer el bien, en dar un servicio a la sociedad que nos llene emocionalmente. Cientos de casos ocupan nuestras redes sociales demandando ayuda para esta o aquella causa solidaria, para firmar a favor de las más variadas reivindicaciones para que las personas tengan una vida digna. ¿Se atrevería alguien a hacer una campaña que recogiese firmas para que las empresas sean transparentes en sus productos, informen claramente de los componentes de los mismos, sus riesgos, sus beneficios y sobre todo, su contribución al bienestar individual de las personas? Imposible.

No voy ahora a citar casos de corrupción en España, los vemos todos los días en televisión y prensa y ya nos hartan. Me llama la atención un caso que no ha tenido mucho tirón en los medios pero que estuvo vinculado a los famosos "papeles" de Bárcenas, y era el de un empresario de la alimentación, de una conocida y puntera cadena de supermercados, que aparecía como donante de dinero para las campañas del Partido Popular. Pero no seré yo quien cuestione al empresario en cuestión, sino a los usuarios que siguen utilizando sus productos, al margen de tener una política de empresa con sus empleados de alta calidad y envidia del sector, hecho corroborado por personas conocidas empleadas en los establecimientos. La gente común seguirá comprando en esos supermercados, al margen de lo que haga el empresario con los beneficios de su empresa, en lugar de castigar al corrupto. Eso, en pequeña escala, ocurre en cada pequeña (y grande) población de España, no somos plenamente libres para decir NO a una persona o empresa porque nos da un servicio que consideramos necesario.

Así que tampoco me extrañaría que las ventas de Volkswagen aumentasen, que las acciones de la compañía que cayeron estrepitosamente las últimas semanas vuelvan a subir. Ante un caso como este, en vez de un castigo de los consumidores, se puede producir el efecto contrario y lo que es un escándalo empresarial convertirse en una buena campaña de marketing. No creo que pase en este caso, pero ya ha habido otras ocasiones en que sí ha ocurrido.

Total, que el que esté libre de pecado que tire la primera piedra. Yo siempre dije que la corrupción es inherente al ser humano, que si podemos "birlar" una prenda de ropa en una tienda o cuando nos dan mal la vuelta en una compra no volvemos para atrás y lo decimos. Recuerdo una vez, en el año 2001 o 2002, al poco de habernos comprado nuestro piso de casados en Padrón mi ex-mujer y yo, que buscando accesorios de decoración, acudimos a una tienda de lámparas buscando una con fluorescentes para la cocina. Había cientos de ellas, teníamos al niño pequeño y la dependienta nos advirtió que tuviéramos cuidado con el niño, no fuera a ser que rompiese algo, de muy malas formas. Al final, decidimos comprar una que costaba unos 60 euros, pagamos con tarjeta y nos fuimos. Al llegar a casa, mirando el ticket de compra, me fije en que el resguardo ponía "operación no realizada, imposible conexión con el servidor", con lo que el cobro no se había realizado. No que decir tiene que ni fuimos a decírselo a la tienda ni ellos nos llamaron para enmendarlo, así que la lámpara nos salió gratis. ¿No se puede llamar eso también corrupción, a pequeña escala? La decisión, en este caso, se tomó en base al trato que nos dieron en la tienda, así que lo primero que pensamos fue, "le estuvo bien, por desagradable". Y todos lo haríamos, así que la moraleja es que dependiendo de la circunstancia, actuamos de manera corrupta o no (me refiero a pequeña escala, claro está). El caso es que cuando eso se institucionaliza, como ocurre con los casos graves que conocemos y perjudican a millones de personas, entonces incurrimos en un delito grave y lo que es peor, en una bajeza moral de la que llegamos a sentirnos culpables nosotros mismos y no el delincuente que la realiza. Estoy convencido que los directivos de Volkswagen en ningún momento pensaron en las consecuencias de su acción, que lo hicieron por lucro por algún motivo, y ahora tienen los resultados.

Veremos en qué acaba todo y qué otras corruptelas nos esperan. Mientras, octubre a las puertas, el último trimestre de un 2015 que viviremos en España en plena carrera electoral. Apasionantes 90 días que nos quedan. Apertiñas!!!!




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