lunes, 30 de julio de 2012

Vivir na Coruña qué bonito é...

Ya tocaba de nuevo hablar de mi ciudad, A Coruña (para mí siempre sin la "L" porque hay que normativizar los topónimos). Acabo de leer el post de Paquito sobre la luz en Holanda y desde luego tiene la razón al 100%. Y en A Coruña esa luminosidad si cabe es aún más bonita. Hoy está el día radiante y es una delicia vivir la ciudad desde primeras horas de la mañana, pasear por el entorno de la Plaza de Lugo, acercarse al Paseo Marítimo o tomarse el cafecito de media mañana en una terraza leyendo el periódico. Como diría un buen holandés, "gezellig!"

En pocos días comenzarán las fiestas de verano, atípicas en lo que respecta a las de otras localidades gallegas o españolas. No tenemos un recinto ferial por excelencia, sino que los diferentes actos se desarrollan en los barrios, aunque en el centro de la ciudad encontramos las tradicionales ferias de artesanía (con una gran vinculación familiar para mí), del libro, del cómic... Ese ambiente de paseo por Los Cantones, escuchando a lo mejor música de fondo del Festival Internacional de Folklore o de la banda municipal, hojear los libros en las casetas de la feria, comprarte un buen producto de Artesanía de Galicia, saborear un buen helado de cucurucho y para aquellos más comilones aprovechar las viandas que ofrecen en el certamen de casas regionales, aunque a veces el olor a fritura te sature un poco.

Conciertos en la playa, en la plaza de María Pita, artistas callejeros, batalla de flores, feria medieval, etc., componen la estampa más festiva del verano coruñés. Lo tradicional y lo contemporáneo se juntan en el mes de agosto para que los de aquí y los que llegan se lo pasen en grande. Este año vuelve la Regata de Grandes Veleros (ex-Cutty Sark) que creo que también pasará por Amsterdam. A Coruña se convierte en una ciudad cosmopolita en la que se encuentran personas hablando diferentes lenguas, como en aquellos puertos de antaño que nos describían en los libros y veíamos en las películas entre brumas nocturnas. Sin embargo, la luz que ofrece la ciudad estos días es única y te recarga las pilas totalmente de cara al oscuro invierno, aunque aquí oscurezca por esas fechas más tarde que en Holanda.

Pero también hay lugar a la crítica. Desde hace unos años un grupo de personas convoca una manifestación antitaurina los días que se celebran las corridas de toros. No se puede decir que A Coruña sea La Maestranza o Las Ventas, pero una pequeña afición sí que la hay. Sin embargo a mí personalmente me parece un evento fuera de lugar, así que me parece bien la lucha contra el maltrato animal que suponen las corridas. Culturalmente poco tenemos que ver con el sur de España o el centro, en donde la tauromaquia tiene más arraigo. Aunque, como la mayoría de las cosas, no es más que un negocio, cuestionable éticamente por el sufrimiento y el maltrato, pero con un entramado de empresas que dan de comer a muchas familias en este país. No es comparable, pero en caso de una prohibición de los festejos taurinos (como ya ocurre en Cataluña y Canarias), pasaríamos a un debate similar al de la prohibición de los "coffee-shops" en Holanda, un icono del turismo para el país y que también da de comer a muchas otras familias neerlandesas. La diferencia es que el toro no elige y el individuo que se fuma un porro sí.

Por lo demás, la vida veraniega continúa en nuestra familia, los niños disfrutando de sus días libres y nosotros aprovechando el calorcito para volver, en poco menos de un mes a Amsterdam, con más responsabilidades por mi parte y con la expectativa de un nuevo curso. Pero de eso toca hablar otro día.


1 comentario:

  1. Pues entonces a seguir comiendo, bebiendo, disfrutando y descansando :-))

    Un abrazo,

    Paquito.

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