Si estos días lees cualquier noticia en Internet o en la prensa, parece que hay una conexión directa entre el fin de un año y el aumento de catástrofes, desgracias y tragedias. Tengo la costumbre de, al levantarme y desayunar, disfrutar del placer de leer la prensa, eso sí, digital. Sólo me faltaría el mayordomo que me hiciese el desayuno y me pusiese los periódicos del día al lado de las tostadas y el café con leche. El caso es que en estas fechas aumentan los crímenes, muertes violentas y demás: matanza en Lieja (Bélgica), dos niños muertos en Tenerife presuntamente asesinados por su madre, en Carral un caso de violencia de género, incendios en casa que provocan muertes, suicidios... ¿Qué es lo que ocurre? ¿Influye la climatología? Parece que el frío y el mal tiempo se imponen a las luces de Navidad, a los villancicos en la calle, el adorno de árboles y belenes... Estamos realmente en un mundo desesperado, atrapados por las exigencias del trabajo, sin comunicación con el vecino de al lado. Triste, muy triste.
Mientras, en España, la gente gasta. Eso sí, este año lo que no vaya en comida irá en lotería. Este año en el mítico sorteo del día 22 el premio gordo aumenta a 4 millones de euros; colas de 5 horas en "Dña Manolita" para comprar los décimos deseados. ¿Cómo que no hay dinero? Y todo esto combinado con las expectativas de los cambios en el gobierno, el juicio a Camps y Costa, diciendo el ex-presidente de la Generalitat que "yo nunca pedía los tickets de mis trajes ni nunca usé tarjeta de crédito, todo lo pagaba en efectivo". A mi hay cosas que no me encajan, o yo soy demasiado crítico con determinadas actitudes del personal o el que vive aislado del mundo real soy yo.
Total, que mientras en Holanda estamos todos tachando los días del calendario para volver a España (quedan 9) y tenemos esa ilusión, en otros lugares del mundo parece que la Navidad deprime, genera tensión y se producen actos violentos, nadie se puede creer el típico mensaje de que todos nos llevamos bien, de que todo se perdona en Navidad y de que la familia debe unirse y hacer como si nada, aunque el resto del año no se hablen ni se llamen por teléfono (o Skype, para ser avanzados). Esos son los valores que imperan y vamos mal así. pero yo soy de poner el árbol y aún más me gusta el Belén, con sus pastores, los Reyes Magos, las gallinitas, el río de papel de aluminio, los caminitos de serrín...
Por lo demás, todo sigue igual. Como ya ha pasado Sinter Klas, las jugueterías tienen descuentos, lo que beneficiará mucho en sus compras a los Reyes Magos si en su camino a Belén pasan antes por Holanda (olé, olé, olé, olé, olé, Holanda ya se ve...). Y yo, con un poco de catarro, entre "couldinas y desenfrioles" y remedios caseros de leche calentita y miel, de toda la vida. Mamá, no te preocupes, estoy bien y voy a trabajar.
Nos vemos pronto
Es la época del año en el que la gente que está de lo suyo se da cuenta de que está sola...
ResponderEliminarEso y, obviamente, el cambio de clima (somos un animal solar: la falta de luz nos afecta :-))
Cuídate ese catarro y feliz navidad :-))
Paquito.
Cuidate!!!. Te esperamos por aquí!!
ResponderEliminarBueno, rapas, bueno, xa queda nada. Ti xa sabes o que penso do Nadal, esa época hipócrita na que case te obrigan a ser feliz e pasas pola rúa e todos: FELIZ NAVIDAD! Aínda falta o día que alguén che diga : FELIZ 4 DE MARZO, por exemplo. Ben somos animais de costumes e claro, é co que nos educaron e nos siguen mediatizando día a día. Agora acongojados coa crise e intentando evadirnos do "mal rollo" que hai no ambiente. Acabo de ler que Botín dí que o goberno de Rajoy será moi bo, claro que se é bo para el...para o resto dos mundanos non sei se será igual de bo.
ResponderEliminarEn fin que coidate, que te agardamos (con ou sen agasallos que la vida está mu achuchá) e que faremos unha cea para celebrar...que aínda estamos aquí e nos podemos ver.
Bicos
Paz