Un año más, llega uno de las entradas que es de las más seguidas. Estamos ya en plena semana eurovisiva y la capital de PORTUGAL por primera vez en su historia acoge el espectáculo musical más seguido del mundo, el Festival de Eurovisión. Desde que hace ahora un año la maravillosa canción de Salvador Sobral nos ponía los pelos de punta hasta hoy, los que seguimos este evento en España estábamos radiantes. El hecho de celebrarse a pocos kilómetros de nuestros hogares hacían de esta edición algo muy nuestro, y más siendo gallegos, que sentimos una afinidad cultural con Portugal muy grande, no solo por la lengua sino porque para nosotros es un país y una cultura tan cercana o más que otras del Estado Español (es así, algunos tendríais que vivir aquí para entederlo, pero nos sentimos más cerca de Portugal y los portugueses que de Andalucía o Canarias, por poner solo dos ejemplos)
Ha sido un año de preparativos que seguimos prácticamente al minuto. A las pocas horas del triunfo de Sobral, las páginas de reserva de hoteles se empezaron a llenar de peticiones de españoles dispuestos a vivir esto a un año vista. Yo también lo hice y, sin saber la fecha exacta en la que se celebraría Eurovisión, reservé dos fines de semana distintos. Hubo gente que llegó a reservar los 4 fines de semana de mayo, aunque como expertos sabíamos que el último no sería porque es la final de la Champions en Kiev y nunca coinciden los dos eventos. Después de varias semanas de espera, la RTP confirmó que la sede sería Lisboa (pocas opciones había más) y las fechas la semana del 7 al 12 de mayo.
Por lo que sé, debido a que ya tengo amigos que están allí, Lisboa está radiante. La oportunidad para Portugal es única y nuestros vecinos parece que nos deleitarán con un festival soberbio. Eso sí, conseguir entradas para la final ha sido imposible porque en 25 minutos se agotaron unas 18000 plazas sentadas a precios que iban hasta 150 euros (de pie se podían conseguir por un precio entre 200 y 300 euros). Yo lo intenté por todos los medios posibles, pero al final nos tuvimos que conformar con entradas para la gala del jurado del viernes. ¡Ah! ¿Es que no sabéis que Eurovisión tiene 9 GALAS? Pues intentaré explicarlo brevemente.
Eurovisión no es solo lo que vemos en televisión un sábado de mayo por la noche. Desde 2008 existen dos semifinales que también se retransmiten, debido al alto número de países que participan, 43 este año igualando el record de 2008. La primera semifinal se emite el martes 8 y la segunda el jueves 10. De cada semifinal se clasifican 10 países que junto a los llamados BIG 5 (España, Francia, Reino Unido, Italia y Alemania) y el país anfitrión forman los 26 países que se disputarán el triunfo en la final del sábado 12. Pero para cada gala televisada existen dos galas previas que NO se emiten: una gala de jurado que es donde votan desde cada país los jurados respectivos pero sin que se emitan los votos en directo. En esa gala los artistas tienen que interpretar exactamente igual que en la gala televisada su canción, mismo vestuario, puesta en escena, etc., porque esas tres galas se graban por si hubiese algún contratiempo que impidiese emitir la gala en directo. A mayores, existe una gala familiar que sirve como ensayo general y se hace el mismo día de cada gala por la mañana. Ahí los artistas pueden incluso cantar en zapatillas, pero también se venden entradas para esas galas, lógicamente más baratas. Para estas galas aún hay tickets disponibles, así que si os animáis a última hora solo tenéis que entrar en www.blueticket.pt que es la página oficial de venta de entradas y comprarlas. Eso sí, los hoteles están por las nubes, así que a lo mejor no os compensa.
¡Yaaaaa, tranquiloooos! Vamos ahora con las candidaturas favoritas. Empecemos por nuestros representantes Alfred y Amaia. No, no os creáis a TVE, NO SON FAVORITOS. No es porque la canción no sea bonita, sino porque TVE NO QUIERE GANAR desde hace muchos muchos años. Los que seguimos esto como un hobbie y como un proceso histórico, sabemos que cuando TVE puso toda la carne en el asador fue en 1991 con Sergio Dalma. ¿Por qué? Porque al año siguiente en España se celebraban los Juegos Olímpicos de Barcelona y la EXPO de Sevilla y había un claro interés por ganar. A punto estuvimos, quedamos al final en 4ª posición y "Bailar pegados" entró para siempre en nuestras vidas. Desde entonces NUNCA hubo el más mínimo interés, aunque os hayan hecho creer que sí, ni siquiera en la primera edición de Operación Triunfo con Rosa en Tallinn (año 2002), donde gracias a votos que nunca supimos cómo se consiguieron (se sospechan cosas difíciles de demostrar) alcanzamos un 7º puesto con una canción de calidad bajísima.
Sabemos, por declaraciones de algunos participantes recientes sin estar micrófonos de TVE delante, que en muchos casos fueron coaccionados para no hacer determinadas cosas, que se ponían trabas a su puesta en escena, que se les "aconsejaba" no ser perfectos en la interpretación "no vaya a ser..." o que no acudieran a determinados eventos en la semana eurovisiva para no hacerse "demasiada" promoción. Así año tras año. A pesar de todas estas zancadillas, Pastora Soler y Ruth Lorenzo alcanzaron una 10ª posición en sus respectivos años lo que se puede considerar un buen resultado dadas las características que tiene el Festival en la última década.
¡Que síiiii, que ya vamos! Sin más dilación, se habla de varios países favoritos: Estonia, Bulgaria, Noruega. Pero hay dos canciones que están en las quinielas de todos. Una es la canción de FRANCIA, interpretada por un dúo mixto llamado Madame Monsieur y que canta una historia real, la historia de una niña refugiada que nació en medio del Mediterráneo, en una patera, a la que le pusieron de nombre Mercy. La canción se llama así, "Mercy", y nos ha encogido el corazón a todos
Sería maravilloso que ganase Francia después de 41 años sin hacerlo (1977). Además, ¡nos quedaría cerca para el año que viene! (y no conozco ninguna ciudad francesa). Pero lo merecen por dar voz al drama de los últimos años en el Mediterráneo, el mayor cementerio del mundo.
La siguiente canción arrasa por donde pasa. Se trata de ISRAEL, canción divertida, con mensaje feminista, intérprete extravagante pero que no deja indiferente a nadie. "Toy" fue la revolución desde que se conoció, pasando automáticamente a número uno en todas las casas de apuestas. Dicen que no está haciendo unos buenos ensayos en Lisboa, así que a lo mejor no se lleva Israel su 4º triunfo, pero desde luego bailar, bailaremos.
Si gana Israel segurísimo que no voy el año que viene. No sabemos dónde se podría celebrar, se habla de Tel Aviv porque es la única ciudad que tiene un recinto de amplia capacidad, ya que las otras veces que ganó Israel se hizo en Jerusalén, en el mismo espacio, pero solo tiene cabida para 1500 personas y la UER ya no admite recintos tan pequeños. Lo que sí sabemos es que "Toy" ya es un éxito mundial y el mensaje de "no soy un juguete, chico estúpido" es un claro slogan por la igualdad.
¿Y puede haber sorpresa y no ser ninguna de las dos? Por supuesto. Los ensayos son definitivos para que una canción suba o baje en las preferencias de las casas de apuestas. Noruega vuelve con un ganador, Alexander Rybak, y quiere repetir triunfo, aunque a mi modo de ver la canción es trasnochada; Lituania dicen que tiene una puesta en escena íntima y sencilla, como lo hizo Salvador Sobral, pero no creo que un mismo estilo se repita como ganador. Para mí la sorpresa puede venir del Este, de un pequeño país que ya el año pasado acabó 3º y que llevan un trío con una canción muy rítmica y una puesta en escena muy original: MOLDAVIA
En el vídeo oficial no podemos ver la puesta en escena, pero os aseguro que sí es llamativa. Además Moldavia quiere GANAR, cosa que es importantísima en un evento como Eurovisión, porque el marketing también influye. La cuestión es si este pequeño país puede coger un evento de este tipo porque su capital, Chisinau, no parece un lugar muy seguro para acoger a delegaciones de 43 países. Pero sería una aventura visitarlo en 2019, ¿verdad?
En fin, queda menos de una semana para saber el ganador. Mientras, en www.eurovision.tv está toda la información de esta edición, la número 63. Y yo, acompañado de mi hija y otros amigos, intentaremos disfrutarla desde el jueves que llegaremos a Lisboa. Si queréis, aún podréis acercaros, ya sabéis que este año en Portugal... ¡¡¡ALL ABOARD!!!
Fíjate que a mí Eurovisión ni me va ni me viene, pero sé que a ti te apasiona, así que siempre me acuerdo de ti cuando llega :-))
ResponderEliminarSegún parece, el año que viene será en Israel (al final ganó): la parte más divertida de este concurso, lo confieso, es Twitter (hace un par de años, sin verlo en la tele, me enchufé en dicha red social para seguir lo que la gente posteaba y, como no, el grado de creatividad, ingenio y humor que el personal gasta es fantástico :-)).
Sigue escribiendo, que ya sabes que tienes exigentes lectores esperando su siguiente dosis :-))