lunes, 4 de noviembre de 2013

SLOW

Hace unos años oí hablar de este movimiento. El movimiento "slow" tiene la filosofía de hacer las cosas despacio, de no dejar que el "stress" invada nuestra esfera laboral o personal. El tiempo es el que es y las cosas necesitan su tiempo para que se realicen.

Últimamente noto como mi vida pasa por momentos de "slow" total combinados con momentos de absoluta rapidez. Tener hijos y además trabajar con niños, hace que tu vida sea un continuo sprint para alcanzar determinados objetivos. Y todo eso tienes que articularlo con tus propios acontecimientos cotidianos y con tus objetivos personales. Si te dedicas de lleno a los niños, olvídate del "slow". Lo malo es cuando no tienes ese estímulo, entonces tu tiempo tarda en pasar y buscas desesperadamente estar ocupado. 

Noto eso en mí. Durante las horas en el colegio, además de disfrutar con mi nueva "tribu" de 28, realmente me lo paso genial en mi trabajo con estos "locos bajitos" de 9-10 años. El tiempo corre que se las pela. No estoy empezando a explicar una determinada cosa cuando ves que se te ha ido el tiempo y toca cambiar de asignatura. ¿Qué ha pasado en esos 55 minutos?:

- "Profe", es que "x" me está molestando
- "x", para ya porque me voy a enfadar, que te estoy viendo desde hace unos minutos
- Alfonso, ¿nos vas a dar hoy las notas del control?
- No, aún no los corregí.
- "Profe", dice mi madre que si puede venir a hablar contigo el lunes
- Pues no porque ya tengo concertadas otras dos visitas, mejor el lunes próximo.
- Alfonso, "y" me está tirando trozos de goma (sí, amigos, aún se tiran trozos de goma) y me molesta
- ¡Yo no, yo no!
- A ver, "y", te voy a mandar traer 28 gomas. 
- ¡¡Y a mí me las tiraba "z" con la regla!!
- ¡¡¡ Y a mí, y a mi , y a mi....!!! (Barullo)
- ¡¡¿Os podéis callar ya para poder continuar?!! "¡X", atiende al libro y ponte en la página que estamos
- "Profe", "y" tampoco está en la página y yo ya se lo dije. ¿Te puedo enseñar la redacción?

etcétera, etcétera, etcétera

28 niños, más el profe, más una cuidadora, más una profesora de apoyo hacen 31 personas en un aula reducida, con mesas, sillas, mochilas de indescriptibles diseños y dotadas de ruedas, libretas, libros, la pantalla digital, mi ordenador... ¿se puede hacer "slow"? Os juro que lo intento pero es imposible. El caso es que yo me lo paso bien, en el fondo, y creo que los chavales están contentos, me cuentan los padres que de tanto contarles anécdotas de Holanda ¡¡algunos están pensando irse de vacaciones allí!! Sinceramente, los veo felices y no hay nada más gratificante que ver que un crío viene contento al colegio, ¡supongo que algo tendré que ver yo en esa felicidad!

Total que después de una jornada de 5 horas con niños el momento de la salida es el inicio de mi fase REM, de mi momento "slow". En una hora he comido y son las 3 de la tarde. No hay literalmente NADA que hacer, porque tampoco es plan de ponerse a corregir controles de golpe, programar, buscar actividades lúdicas o hacer seguimiento de alumnos con dificultades. Repito, toca MOMENTO "SLOW". Pero mi carácter es así. O me da el sueño y puedo estar tres horas de siesta o a los 20 minutos ya tengo que empezar con algo. Estos días pasados hemos tenido un "puente" de 4 jornadas (jueves, viernes, sábado y domingo) y a pesar de que estuve con mis hijos y el tiempo no acompañó, tienes que tener iniciativa para que no se aburran. Así que, el jueves a Lugo, con recogida de castañas en una finca de un familiar; viernes al cine con uno y la otra con sus tíos y prima, ya que la película no era para ella; sábado casa y más casa porque no paró de llover y tuvimos visita familiar; y hoy domingo un poco más de lo mismo, ya empieza a hacer frío y me he pasado la tarde cocinando. Ahí es donde se puede aplicar el "slow". Las castañas necesitan su tiempo para asarse y la carne el suyo para guisarse. Pero mientras prepara clases, corrige exámenes, plancha ropa, mira el correo... y ya véis, la 1 de la madrugada de una nueva semana que empieza. ¿Podremos llegar a ser realmente "SLOW"? Me da que no. Pero por intentarlo, que no quede


2 comentarios:

  1. Seguro que tus alumnos van contentos a clase, que te recordarán toda su vida y que estudiaran algo que tu les enseñaste y lo veran no como otra asignatura, sino como algo que les atraía, como me inculcaste a mi en Ordes

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  2. Bueno, no sé quién eres de los 17, pero no importa. Os aseguro que os tengo siempre en el recuerdo por lo grandes personas que eráis, que sois y que seréis. Gracias, soy yo el que tengo que agradeceros el estar ahí conmigo, la verdad es que en Ordes la clase de 4º, 5º y 6º B dejaron huella, por los alumnos y por el profesor. Y estudiar se hace toda la vida, siempre se aprende algo, a veces no con los libros como tú dices, la vida enseña. Un abrazo muy fuerte a todos.

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