martes, 21 de agosto de 2012

MÁS DE LIBROS

Leer. Uno de los placeres de la vida. No os puedo contar cuándo mi afición por la lectura se acentuó más porque cuando yo iba al colegio ni pisábamos la biblioteca del centro ni nos venían "cuentacuentos" a animarnos una tarde ni cosas así. En toda la primera etapa de EGB no recuerdo que mis profesores me hubiesen mandado leer un libro, fue a partir de 7º cuando había libros obligatorios como "Alfanhuí", "El Conde Lucanor", "Viaje a la Alcarria" y alguno más. Luego, en BUP la cosa fue cambiando y llegaron "Los cruzados de la causa", "Doña Perfecta", "Primavera con una esquina rota"... y escogiendo Literatura Española en 3º de BUP los clásicos: "El Quijote", "La Celestina", el extraordinario "Crimen y castigo". Llegó COU, Selectividad con sus obras obligatorias... ¡Qué tiempos!

Al seguir carreras de letras había momentos en que aborrecía leer, sobre todo si la lectura de determinado libro implicaba un trabajo posterior o un examen. El caso es que yo leía de todo menos libros: cómics, periódicos, revistas... eran mi entretenimiento desde pequeño. Aquel cómic de Asterix en gallego que entró en casa en plena transición y que hoy es ya casi un objeto de coleccionista porque lo había traducido el genial Blanco Amor junto con otros 4, fue toda una revolución: "A loita dos xefes" todavía lo guardo como una reliquia junto a otros títulos de los irreductibles galos.

Pero me estoy enrollando un poco para llegar a donde quiero llegar. Creo que ya comenté aquí que desde que estoy en Holanda leo más... libros. Antes tenía la sensación a veces de ser medio inculto porque oía a la gente hablar de si habían leído tal o cual título y yo no tenía ni idea y, es más, ni me preocupaba que me pusiesen la etiqueta de inculto o ignorante. Aún a día de hoy tengo que decir que muchos autores imprescindibles ni los he catado. Confieso no haber leído nunca a Shakespeare, por ejemplo, ni a García Márquez, lo cual no implica que no lo desee. El caso es que con el tiempo vas escogiendo temas que te interesan y rebuscas títulos. Entonces, cuando comentas al empleado de una caseta en la feria del libro que te gustan los autores balcánicos, sobre todo si escriben sobre las guerras en la antigua Yugoslavia y sus consecuencias, de repente pareces el más culto del lugar, y si le citas nombres impronunciables de autores croatas, bosnios o serbios ya ni te cuento lo que se suelta hablando contigo. La verdad es que sí, el tema de las guerras balcánicas me fascina y entre ensayos y novelas ya habré leído más de 15 libros sobre el tema, y sigo.

El verano da para aprovisionarse de lecturas para llevar a Holanda. Sí, han caído cuatro sobre las susodichas guerras, "La fábrica de fronteras", "Freelander", "La hija del Este" y "El violonchelista de Sarajevo". Poco a poco iré alternando todo esto con alguna comedia, "thriller" u otro género, al igual que hago durante el verano cuando estoy aquí. Estos días estoy acabando "Divas rebeldes" y me he encontrado dos datos muy curiosos, entre otros muchos. Uno hacía referencia a Barbara Hutton, la heredera millonaria americana que en una de sus lunas de miel coincidió en Bombay con Anita Delgado y el Maharajá de Kaphurtala, personajes que ya los considero como de mi casa; el otro dato tiene como protagonista a la gran actriz Audrey Hepburn, que vivió en Holanda, concretamente en Arnhem (ciudad de la que ya os he contado alguna cosa) durante la etapa de ocupación nazi entre 1940 y 1945. Pasó penurias, hambre, pero se salvó y esa circunstancia marcó su vida, de tal forma que hizo de ella la mujer elegante, humilde y solidaria que fue. Audrey hablaba perfectamente holandés y su última pareja fue un hombre holandés que la acompañó hasta su temprana muerte.

Leer. Tarea imprescindible para todo ser humano pensante y que tenga la necesidad de APRENDER, de conocer más cosas del saber todos los días. Da igual que sean revistas, cómics, libros, periódicos, folletos o lo que sea. La sensación que se tiene cuando te encuentras con situaciones y casos cercanos a ti o que te llenan un hueco que tienes en tu personalidad o en tu forma de ser, lo compensa todo. Pero que esa lectura NUNCA sea obligatoria porque entonces no será fuente de placer, sino un castigo.



4 comentarios:

  1. Si te gustan los libros sobre la guerra de los Balcanes te recomiendo uno de Isabel Núñez, ¨Si un árbol cae¨ es una escritora muy buena de Barcelona, yo sigo su blog a menudo.

    Y no sabía lo de Audrey Hepburn en Arnhem, vaya historia! Luego me he enterado que hay hasta un Audrey´s Tour o algo así y he visto una web con un montón de fotos antiguas muy interesantes de la ciudad donde vivo.

    Un saludo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Llegas tarde, jejeje, ya lo he leído hace un par de años y me sirvió también como fuente para conocer muchos de los autores balcánicos que he leído. Una, por cierto, vivía en Amsterdam, no recuerdo ahora su nombre. Y también escribí a Isabel felicitándola por su libro.

      Besos

      Eliminar
  2. Mimá, aínda que pareza frívolo pola miña parte, pero teño que dicirche que dende hai 2 anos o meu "libro" de cabeceira (por chamalo dalgún xeito) é...o DOG. E non sabes o interesante que resulta ler leis do ensino.
    Mira o "Violinista de Sarajevo" é hipertriste, moi bonito pero meu, non o leas depre.
    A min, xa o sabes tamén me obrigaron a ler pero aínda así non perdín o gusto pola lectura,fíxate se me gusta ler que te leo asiduamente ( é broma, as veces tardo jaja). Bueno, neno que teñas unha boa viaxe, agardámoste para o outono e senón para a obrigada de Nadal. Lémonos Alfonso.

    ResponderEliminar
  3. Curiosamente, estamos en un momento de la historia donde leemos más que nunca...

    Pero leemos de forma distinta: quizás leemos menos libros, pero devoramos blogs, tweets, periódicos digitales...

    Los hábitos cambian: AMAZON vende relatos cortos a un dólar... La sociedad del tiempo acelerado y los libros de aeropuerto (fácilmente digeribles y cortitos: "fast food cerebral" :-)).

    Leemos más que nunca y, sin embargo, al igual que los suecos, alemanes y holandeses, seguimos sin leer a Machado :-((

    Un abrazo,

    Paquito.

    ResponderEliminar