martes, 29 de enero de 2013

ABDICACIÓN

Abdicación: acto de ceder la soberanía o renunciar a ella por parte de un rey hacia un príncipe. Dicen que no coge de sorpresa que ocurra esto en Holanda, pero hoy cuando me lo dijeron a las 8 y cuarto de la tarde no me lo creía. Pero me gustaron las formas: la Reina Beatriz grabó una pequeña alocución ante las cámaras, se le dio a todas las televisiones y en torno a las 7 de la tarde saltaba la noticia. Beatriz de Holanda deja el trono abdicando en su hijo Guillermo, que será coronado rey, cómo no, el día 30 de abril, Día de la Reina (festivo en Holanda).





Ya he visto en los periódicos on-line españoles que la noticia ha sido portada. Los comentarios hacia la Reina Beatriz son todos positivos, así como para los futuros reyes, el príncipe Guillermo y la princesa Máxima, que según las encuestas es el miembro más popular de la familia real holandesa, a pesar del pasado de su padre, ministro en la dictadura militar argentina. Y ahora, cómo no, surgirá el debate en España con nuestra monarquía: que Juan Carlos abdique también, que a Felipe le va siendo hora o, ¿por qué no?, que se acabe definitivamente, haya un referéndum y se instaure una república. 

Por lo que he leído, la monarquía holandesa es la segunda más cara de Europa, detrás de la británica. Y sin embargo, ahí están. A nivel político también me he enterado de que tiene alguna función más que la nuestra. La sensación que tengo es que habrá gente, como en todos los países monárquicos, que no quieran la monarquía y aboguen por una república, pero que no hay mucho debate sobre si Holanda debería tener una forma de estado u otra. La familia real está ahí, hacen sus actos y punto. Se sabe lo que cobran, hay transparencia y ya está. Todos sus actos, eso sí, se miden con lupa, como algo público. Pero ante un momento malo (fallecimientos, accidentes...) la gente también se une en el dolor, como el año pasado con el accidente del segundo hijo de la reina Beatriz y que sigue en coma. Son un símbolo del país, de la identidad holandesa. No es difícil encontrar en las tiendas de souvenirs postales con imágenes de la reina o los príncipes y, en definitiva, forman parte del mosaico de imágenes de los Países Bajos.

No me imagino que esto llegue a ocurrir nunca en España, y menos ahora con todos los problemas en la Casa Real española. Cuando hace unos años estuve en Estocolmo, la bienvenida al país te la da un retrato de los reyes de Suecia al salir de la sala de equipajes del aeropuerto y un enorme "Welcome to Sweden". Si pusiéramos un gran retrato de Juan Carlos y Sofía en el mismo espacio seguro que a los pocos días estaba lleno de pintadas insultantes y tendríamos polémica para rato. Y básicamente lo que ocurre con este tema es que, como hizo Beatriz en su reinado, una monarquía hay que venderla en tu país como una empresa que da beneficios en el exterior y que repercuten en el país. No es una mera institución decorativa, es algo que da imagen exterior a un país y es probable que traiga inversiones. Marketing puro y duro, sobre todo en un país tan comercial como Holanda. No hay que pensarlo mucho: cualquier empresa que en sus "slogans" incluya la palabra "rey o "reina" seguro que tiene ingresos extras, ¿o nadie se acuerda de Burger King, o de "el rey de las camas"? ¿No atrae turismo una "Reina del Carnaval"?

El futuro rey Guillermo tiene los mismos años que el príncipe Felipe, 45. Es tiempo de que accedan al trono porque "son necesarios tiempo nuevos" como dijo la reina Beatriz en su mensaje de hoy. No sé qué dirán mañana los periódicos o qué se comentará a pie de calle, pero un gesto como este de la reina Beatriz lo podían copiar muchos políticos españoles abandonando su cargo para siempre y devolviendo el dinero. Viendo la cantidad de dinero que desaparece de España y "aquí no ha pasado nada", lo de las monarquías es una anécdota. Porque cuando el pueblo no la quiera desaparecerá, como ha ocurrido siempre, pero de los corruptos y ladrones parece que es más difícil deshacerse, a pesar de tener urnas. En conclusión, nuevos tiempos en la monarquía holandesa y, quizás, en el resto de monarquía europeas.


viernes, 25 de enero de 2013

SUPER ANTONIO

Este lo he copiado. No puedo dejarlo pasar. Paquito también lo ha puesto en su blog, yo en mi facebook y ha salido en los informativos. Porque escenas como esta la vivimos en todos los colegios públicos (recalco lo de públicos, en la concertada ni se ven) muchos docentes de España (y también recalco lo de España porque en Holanda es ciencia-ficción). Y es lo que da sentido a nuestro trabajo. Niños como Antonio existen en todos los colegios. Yo tuve a Lucía rodeada de sus amigos como lo está Antonio; pero también conozco en Coruña a Xoán rodeado, entre muchos otros, por mi hijo Martín. Amigos de otros puntos de España me han hablado de Olga y de Isaías. Sólo tenéis que ver el vídeo para daros cuenta de lo importante que es la inclusión. Porque no es una cuestión de pena o de humanidad, no, no, no. Es una cuestión de normalizar una situación y no de esconderla, de EDUCAR en los valores que sinceramente creo que los españoles siempre hemos tenido y que debemos sacarlos a flote: solidaridad, compromiso, tolerancia, compañerismo... En esto ganamos todos los informes PISA que haya porque no nos supera ni Finlandia (no digamos este país en el que estoy que automáticamente segrega y aparta.

Y os puedo asegurar que los maestros también aprendemos mucho del resto de los compañeros de clase de niños como Antonio. Yo mismo aprendía día a día de mi "tribu" de Ordes (¡cuánto me acuerdo de cuando usábamos esa palabra en sentido de unión, qué piña formábamos ellos, yo, Rosalía, Isabel...!) del trato que le daban a Lucía. Por eso desde entonces nadie me puede hacer cambiar de idea: SÍ A LA INTEGRACIÓN EN LAS AULAS, no hay nada negativo en ello porque haremos de todos los niños de las aulas de Antonio, de Lucía, de Olga, de Xoán, de Isaías, de "X" o "Y" los mejores ciudadanos del futuro: críticos, responsables, humanitarios, empáticos (esta palabra hay que empezar a usarla más).

Sobran las palabras, ahí queda el vídeo y ¡olé! por el equipo docente del colegio de Antonio


miércoles, 23 de enero de 2013

NOIS

Xa tocaba. Din que a personalidade dun individuo establécese , na súa maior parte, polas vivencias que tivo na súa infancia. A palabra que dá nome a esta entrada no blog marca a miña personalidade. Nois é unha pequena parroquia do concello de Foz, na Mariña luguesa, lugar de onde procede unha parte da miña familia. A miña avoa materna naceu alí. E tamén alí pasei moi bós momentos na infancia, na xuventude e incluso xa traballando. Moita familia ainda queda por aquelas terras, e hai pucos días retomei o contacto con aqueles cos que pasei os mellores momentos. Eles ben saben quen son e non os vou citar, por aquilo do anonimato, pero a sensación de que, a pesares dos moitos anos que pasaron sen un contacto máis frecuente, falabamos polo Skype coma se nos viramos onte. E as ganas de volver a encontrarnos en Nois aumentaron considerablemente en poucos minutos. Coido que nunca Amsterdam e Nois estiveron tan cerca.

Mais en Nois sempre houbo xente con moita gana de facer cousas. Xente traballadora no mar e tamén xente con iniciativas culturais. Alguén creou un perfil no facebook co nome da parroquia e empezaron a subir fotos antigas da xente de Nois. Alí me atopei con moitas sorpresas. Eu aparecía nalgunhas desas fotos. Pero tamén aparecían familiares moi lonxanos, como por exemplo dous dos meus tatarabuelos, Genoveva Eijo e Antonio Pardo, dos que descendemos unha boa cantidade de familiares espallados por moitas vilas, cidades e países. Demóstrase que Internet ten cousas moi boas.

Nois é un pequeno paraíso dentro do gran paraíso que é Galicia. Cando chegabamos naqueles día de verán dos últimos anos 70 era chegar a outra realidade: praia, xogos, animais, apañar as moras na vía do tren, chamar por teléfono dende o único teléfono que había na parroquia na "Casa do Maestro", coñecer á xente polos seus alcumes ou polo nome do clan familiar, ir coller as patacas (a única vez na miña vida que apañei patacas unha tarde de xullo ou agosto e o recordo como un dos mellores momentos da miña infancia), sentarse ao quentiño da lareira, durmir 5 nunha habitación... pasalo ben, en definitiva con toda unha grande familia nunha casa na que conviviamos durante 15 días 9-10-11 persoas a diario. E os días de festa chegabamos a 40, 50... ata 80 persoas!!! Inesquecible e irrepetible.

Cando estudiei cheguei a facer un traballo sobre a historia desa parroquia. Sempre estarei moi vencellado a ela. Historias que me contaron persoas que xa non están, lendas, anécdotas, chistes e "chismes". Alí vivimos celebracións familiares, tamén momentos de tristura por algún pasamento, en definitiva, a vida. Hoxe, aínda que está mellor comunicada que daquela e tamén se renovaron moitas casas, Nois conserva o engado da vida rural das parroquias costeiras de Galicia, a pesares da globalización. Recordo incluso olores peculiares que non hai na Coruña ou noutros lugares. Para min forma parte da miña historia e do meu ser e seguro que moitos aspectos de cómo son eu débense a Nois.

Prometo volver, agardo que pronto. Encantaríame que os meus fillos poidesen vivir experiencias como as que vivín eu alí. Aprenderían moito e sobre todo, disfrutarían. Esas vivencias nos nenos hai que potencialas e dárllelas. Xa que logo, procuraremos aparecer por Nois no próximo verán porque merecerá a pena volver vivir experiencias como aquelas e que as vivan os máis novos. Sei que algúns de Nois lerán isto; outros saberán por primeira vez da súa existencia. Animo a todos a pasarse por alí e disfrutar da súa natureza, da súa cultura, do bó comer e sobre todo, das súas xentes... moitos son da familia, así que seredes tratados ben!! 

A foto que ilustra é unha panorámica de Nois nos anos 50. Había moi poucas casas, nin existía o colexio, vese o mar, a chaira e o monte, a estrada pola que hoxe pasan moitos coches cara a Foz ou Burela, as vilas grandes das que depende e nas que traballan moitos dos seus viciños. Pois xa sabedes, non pasedes só pola estrada, parade e disfrutade deste marabilloso recuncho de Galicia.



sábado, 19 de enero de 2013

CICLOGÉNESIS EXPLOSIVA

¡Uffff! ¡Cómo viene hoy el día! Mucho, mucho que contar en un día de enero frío en Holanda, muy lluvioso en Galicia y "tormentoso" en la vida política española. La verdad es que el nombre que le han dado al fenómeno meteorológico que está transcurriendo en Galicia estas horas no le puede ir mejor al pelo por analogía a los "problemillas" que parece tener el PP en España. Si es que al final el dicho de que todo lo malo entra por Galicia va a ser verdad, pero a lo mejor entra por un buen motivo.

Hablemos primero del tiempo. Aquí seguimos bajo 0. Vuelven a dar nieve mañana y el lunes, ya sabéis que cuando esto ocurre es habitual las famosas palabritas de la compañía de ferrocarriles. A ver, repaso de holandés... Ummmm, parece que no, que no leéis el blog, ¡Ay, ay, ay! ¿que a nadie se le olvide desde ya, cuando se viene a Holanda en invierno y se viaja en tren es muy importante conocer el significado de "aangepaste dienstregeling", es decir, horario modificado en las conexiones ferroviarias. Pero, al margen de esto, una buena amiga me informó por facebook de lo siguiente:

http://www.iamsterdam.com/en-GB/experience/what-to-do/whats-on/event-guide/january/national-tulip-day

Sí, señoras y señores. La flor nacional de Holanda celebra hoy su día. Y claro, no iba a aser menos, hay que festejarlo por todo lo alto. Se inaugura la temporada de tulipanes y en la Plaza Dam montan un jardín que, en pocas horas, todo aquel que quiera agenciarse un ramito, allá va. Pues eso, allá fuimos y a pesar de estar a -3 y aguardar un poco de "cola" (los holandeses también se la saltan si pueden) te daban una bolsa y podías coger nada menos que ¡¡20 tulipanes!! Y ahí me tenéis, parezco un ruso con ese gorro, pero es que el frío es tremendo y mis orejas lo demandan.



Después de la recolección nos fuimos (una compañera de la ALCE y yo) a comer y a tomar un café, charla, pasar el tiempo y para casa.

Mientras, en Galicia, lluvia, lluvia y más lluvia. Caída de árboles, inundaciones, vientos que sirven para destrozar paraguas y también metidos en casa. Alerta naranja por la "ciclogénesis explosiva" y las fotos de los radares muestran a Galicia como tachada con un gran borrón en el mapa. Si es que hasta el Meteosat se da cuenta de que las cosas no van bien y hay que cambiar, hay que cambiar


¿Será todo fruto de mi imaginación o esto es una premonición de lo que está por venir? Descubrimos hace un par de días que el ex-tesorero del PP, Luis Bárcenas, se llevó millones de euros para blanquear y pagó con sobres sospechosos a cargos del partido. Parece "la tormenta perfecta". En palabras de los medios de prensa, "El Gobierno de España y el PP es un polvorín que puede estallar en cualquier momento". Y yo me pregunto, ¿pero es que nos toman por tontos o qué? ¿quién no sabe de casos de pagos en negro, de enchufes, de amiguismo...? Manifestaciones de ciudadanos hartos de cabreo delante de la sede "pepera" en Génova con sobres en la mano para que también alguien se lo llene de billetes de 500 euros. Yo ya me cuestiono hasta cuándo duraremos y el famoso mote de "Españistán" cada vez hace más honor a su nombre. Pero mi reflexión es la siguiente: ¿por qué todo esto no salió a la luz antes si todos saben que el país funciona así desde hace décadas? Porque mientras tenemos nuestro estado de confort y las necesidades más que básicas cubiertas, pues "a mí me da igual". ¡Ay, amigo! Pero es que resulta que ahora hay 6 millones de parados, desahucios, urgencias y hospitales cerrados, aulas masificadas, etc., etc, y claro, la gente está cabreada y quiere acabar, de golpe y porrazo con los corruptos. Lo curioso del caso es que los corruptos los conocemos todos desde hace años y NADIE les puso una denuncia, ni se caceroleaba ni nada de eso. Es más, muchos seguro que pensarían en hacer lo mismo si tuviesen la oportunidad. A mí, personalmente, me parece moralmente reprobable las actuaciones de todos los "bárcenas, baltares" y los que salgan, de izquierdas, de derechas, nacionalistas o independientes, pero el caso es que si están ahí es porque en las urnas han salido elegidos y esto ocurre porque hay mucha gente que ve como algo normal que las cosas se tenían que hacer así, porque un amigo tiene una empresa de no sé que, lo contratamos y te ganas una "gratificación". Eso de llevar las adjudicaciones a concurso público es un rollo, es largo, costoso, así que si la ex-novia del amigo del hijo del concejal de "x" del ayuntamiento de "Fresnedoso de la Ribera" nos lo hace por 200.000 euros cuando vale todo 50.000, el resto lo mandamos a una cuenta a Suiza. ¿No salimos todos ganando así?

Permitidme la ironía del párrafo anterior, pero es que cada vez me acerco más a pensar lo que dice Paquito en su blog: que no aprenderemos, que saldremos de la crisis, cambiaremos a los corruptos pero seguiremos haciendo lo mismo. Yo creo que es atávico de los españoles y luchar contra un atavismo lleva generaciones. Dentro de poco nos pedirán a los maestros que enseñemos a los niños a no defraudar, que nada de pedirle al fontanero, al mecánico o a la empresa de la limpieza la factura sin IVA... ¿no lo hemos hecho todos alguna vez?

En fin, que a ver que sale de todo este polvorín. Como puse en mi facebook, habría que recordar a los políticos de España la siguiente máxima:


martes, 15 de enero de 2013

ME GUSTA - NO ME GUSTA

A veces me da por pensar en la cantidad de cosas que no soporto de la gente y otras que veo fenomenal en este país.  Mi último post sobre "Ética" en el que hablaba de los animales en el trasnporte y restaurantes creo que generó comentarios interesantes. Peor no cambio de opinión: no soporto a los animales en el restaurante. Eso de que estés comiendo y se suba a un gato a la mesa a olisquear tu comida pues como que es para que cierren de inmediato el local y no le permitan abrir en su vida. Si viene a Amsterdam Chicote con su programa se echa las manos a la cabeza.

Cuando viajo en avión hay varias cosas que me revientan y que por lo general lo hacen los holandeses que van buscando el sol en España. Una es que a pesar de estar advirtiendo que apaguen los móviles y dispositivos electrónicos no lo hacen y más de una vez tiene que pasar la azafata diciéndoles que corten ya. En el vuelo de vuelta de las vacaciones de Navidad a dos niñas que no pasaban de los 10 años se les dijo dos veces, CON SU MADRE AL LADO, que ni se inmutó. Esa es su educación. Otra cosa que no soporto es que el que está sentado delante de ti ni corto ni perezoso eche el asiento para atrás para ir cómodo, dejándote a ti con un espacio mínimo, habida cuenta de que ya no caben casi las piernas. También he tenido que avisar alguna vez que no están en su casa y que en el avión vamos 180 personas. Y luego, lo de embaracar por filas. ¿Cómo es posible que si tengo, por ejemplo, el asiento siete y me dispongo a embarcar en mi turno, estén ya dentro sentados los de las filas anteriores a mí, la gente por el pasillo casi peleándose por poner una maleta en los portaequipajes, los abrigos, las compras del "duty free"... Porque hay gente que no factura pero sube, tranquilamente, tres bultos y nadie dice nada. Eso son los que tendrían que viajar en "Racanair" y que se enteren. No voy a decir que esto lo hagan más los holandeses, porque también en los vuelos domésticos se ve cada hazaña...

Total, que observar es un buen ejercicio para conocer cómo es la gente por dentro. He tratado con gente muy amable en Holanda, no puedo decir lo contrario. Mis vecinos, por ejemplo, son en general muy buenas personas, destacando a mi querida ancianita del 10º que cuando coincidimos en el ascensor me da su pequeña clase de holandés: "Ik ga naar boven - Ik ga naar beneden" (Voy para arriba - voy para abajo), aunque alguno ha sacado su vena holandesa de decirte las cosas directamente, te molesten o no. Por mucho que te integres siempre serás extranjero, al igual que pasa en España, incluso entre comunidades autónomas diferentes: siempre recordaré cuando a mi tío, que lleva más de 45 años en Mallorca, en una conocida fábrica de perlas de Manacor me dijeron que era "peninsular", unas señoras de Manacor "de toda la vida". Luego me enteré de que al que llaman así lo consideran integrado, peor sería si te llamasen "foraster".

Yo he criticado mucho a los holandeses en este blog, aunque creo que en muchas cosas nos superan. Volviendo al título del post, no me gusta que lleven una vida tan organizada de agenda:

- ¡Hombre, hola! ¿Qué tal? ¡Cuánto tiempo sin verte!
- Sí, ya han pasado unos meses, ¿qué cuentas?
- Nada, lo mismo de siempre, sin novedad. Pero mira, hace un poco de frío, ¿por que´no buscamos un sitio para tomar un café?
- ¡Ay, no! Espera que saco la agenda. ¿Qué tal el 23 de mayo alas 15'15 h.?
- ...???!!!

Esta conversación podría ser muy normal un día de enero cuando te encuentras a alguien conocido por una calle de Amsterdam. Café con antelación de 5 meses. Yo no digo que no nos organicemos, pero tanto, tanto... Y a lo mejor para luego romper la cita, porque si la rompes tú eres un desagradecido, pero si la rompen ellos no pasa nada. 

La organización de las pequeñas cosas de la vida se nota en todos los aspectos. Te das cuenta que detrás de todo lo que ocurre hay una gestión importante detrás. Y se preocupan para que lo planificado se cumpla. Estos días de frío y heladas echan sal en las calles, los carriles-bici, hay horario especial de ferrocarriles, las tiendas planifican sus rebajas para la liquidación de stocks. La verdad es que el contraste es notable; esa imagen de improvisación que tenemos en España, de que todo está hecho "con hilos", es incomprensible aquí. La verdad es que muchas veces es así y recuerdo lo que me decía una conocida hace ya unos meses de que los holandeses son como su relieve (planos) y los españoles le damos muchas vueltas a las cosas porque nuestro relieve es más accidentado. Estoy convencidísmo de que así es.

¿Qué más? Me gustan la "chipkaart", los parques, la organización de los museos, el acceso a la información de cualquier tema (eso sí, en holandés e inglés)..; no me gusta la sanidad, la educación, el consumismo de esta sociedad, el individualismo despersonalizado. ¿Qué os voy a contar que no hayáis leído ya? No desprecio a Holanda ni mucho menos, pero desde que estoy fuera os aseguro que el sentimiento de valorar más lo que tenemos y hacemos en España cada día es mayor en mí. Estado de bienestar frente a calidad de vida. Tu estado de confort lo pones tú. Si para ti es básico poder salir a cenar algún día todas las semanas, ir al cine, tener el último móvil, llevar ropa de marca, conducir el mejor coche o vivir en un gran chalet, actualmente en España lo pasarías mal; ahora bien, si te conformas con disfrutar de lo que el día a día te ofrece, aunque seas mileurista o menos, seguro que serás feliz.

Y poco más. Que estar a 6 bajo cero no tiene por qué ser un desastre, todo tiene su lado bonito. Además, este frío es más sano. Así, una semana por lo menos. Luego ya se verá. Besos.



jueves, 10 de enero de 2013

ÉTICA


Ya inmerso de nuevo en la rutina después de toda la parafernalia navideña, se vuelve a retomar los hábitos de comidas, desplazamientos, horarios... Hoy es miércoles, toca clase en Amsterdam y el viaje en tranvía hasta el nuevo colegio dura unos cuantos minutos. Y me dió de nuevo por comparar y pensar en lo distintos que somos culturalmente. Ayer en un informativo se decía que cada vez era más grande la brecha económica entre el Norte y el Sur de Europa. Pero no sólo económica, también mental.

En España tenemos muy arraigadas situaciones vitales que aquí causan estupor. Para mí es fundamental  el sentimiento de pertenencia familiar, el famoso "nido" en el que están los jóvenes de nuestro país hasta los 30 o incluso ahora hasta los 40 años: las croquetas que sube mamá a casa, el "venid a comer el domingo", los regalos de pijamas, camisetas, calzoncillos y calcetines en Reyes... Sabes que están ahí y que están cerca. Es curioso en mi caso, por ejemplo, que con 20 años anhelaba marcharme pronto de casa para vivir independiente, como acabo comprando un piso a unos 500 metros de donde viven mis padres y me crié. No sólo la familia te da ese sentimiento, también el entorno cercano de vecinos, barrio, algo que aquí echo mucho en falta y que me parece muy necesario para el equilibrio emocional de cualquier persona. Es lo que podemos llamar arraigo. Conozco a muchas personas de mi entorno cercano que se acomodarían perfectamente a este estilo de vida, anónima (aunque no tanto) e individualista.

Pero esto es el carácter latino frente al germánico. Y todo eso se alarga en otras muchas situaciones vitales, colectivas o no. Volviendo a lo de pensar que decía al principio, se me vino a la cabeza los años en que estudié Ética en el instituto. Por aquel entonces (mediados de los 80) era un revulsivo en la educación española, todavía muy anclada a los dogmas católicos que se seguían (y siguen) enseñando en las aulas. Y la imagen que tenemos en España de países como Holanda es que los valores éticos de las personas son muy altos y que los debates éticos van más allá de los que planteamos en España o, simplemente, ni se plantean. Cuando ves que en España temas como las redes clientelares de los políticos (léase caciquismo) empiezan a salir a la palestra ahora, a pesar de que todo el mundo las conoce desde hace décadas, aquí ni se escuchan porque el nivel de indignación social que tendría un asunto de "amiguismo" pondría al político en cuestión a la altura del más miserable. Existe esa concepción de que lo público es de todos y se hace con el esfuerzo de todos (léase impuestos) y por eso se censuran los episodios de malversación de fondos públicos. Por eso, cuando aquí se reciben y se emiten por televisión reportajes sobre la situación económica de España, con despilfarros como el aeropuerto de Castellón, la Ciudad de las Artes de Valencia, los AVE que paran en estaciones desérticas o prebendas a políticos, amigos de turno y demás, poco menos que nos tratan como "europeos de segunda" y se quedan ojipláticos.

Con esto no quiero decir que todo este sistema sea mejor, en general, que el nuestro. Ya comenté aquí que hay cosas de todo esto que no me convencen; no cuestiono que sean mejor o peor que lo que conocemos en España, pero sí éticamente cuestionable. Y a lo mejor ese debate ético no se podría dar en España porque no estamos suficientemente preparados para ello. Aquí, ante un tema que en España provocaría un enfrentamiento político y social, simplemente ni se o cuestionan, se actúa y listo, muchas veces a mi modo de ver sin valorar realmente las consecuencias. Por ejemplo, un tema que puede ser banal, pero a mi no me convencerán jamás de ello. Ya comenté que en el transporte público de este país  los animales de compañía pueden acceder sin problemas, en el tren pagando pero en el tranvía no; o poder estar dentro de un restaurante pululando por el salón de comidas. Sinceramente, hay momentos en que creo que se cuida más a los animales que a los niños, por ejemplo, y eso es algo que no voy a aceptar nunca. Tal vez de ahí venga también esa cultura del "desarraigo" que se inculca a los niños. Da la impresión de que hay que llenarles de objetos tecnológicos, moda, caprichos para que estén tranquilos, lleguen pronto a los 18 años y se vayan de casa, mientras se quedan con su perro o gato porque no da problemas ni estorba. ¿Qué tal un beso, un abrazo, un arrumaco a tus hijos de vez en cuando, sugiero?

Pero valoro mucho ese tema de saber qué se hace con el dinero que pago en mis impuestos, y no se puede malgastar en cosas como hacen "los del Sur". Entonces cuantas más cosas podamos mercantilizar, mejor, porque habrá una mejor gestión de los recursos económicos públicos: sanidad mercantilizada, educación mercantilizada... Entonces, ahí es donde nos surge a nosotros el debate ético, a ellos no. Hoy he visto un video, con mucho humor pero basado en la realidad, de dos hispanas que viven aquí y escenificaban cómo hay que hacer cuando tienes que acudir a un médico. Por cierto, he puesto enlace a su página web en los links de la derecha, no la dejéis de visitar.



Entonces cuando vemos nuestro sistema público de salud (que nos quieren mercantilizar) tenemos que congratularnos. El caso es que hay situaciones de abuso del mismo, cuando colapsamos Urgencias porque "me duele un dedo" y ahí es donde sale a la luz nuestro carácter latino. Como pagamos por él con lo que se cotiza a la Seguridad Social, nos creemos con el derecho a usarlo con abuso y así hemos llegado a donde hemos llegado, a punto de que todo quiebre... o se mercantilice.

No sé si con este "post" se me ha ido la olla, pero yo me quedo con la posibilidad, al menos, de cuestionar éticamente lo que veo aquí y lo que veo en España y emitir mi juicio sobre un hecho. Y hay hechos de aquí que no me gustan, al igual que en España, y espero que haya alguien que se mueva y provoque cambios para bien y por el bien de todos.

sábado, 5 de enero de 2013

POR ENCIMA DE NUESTRAS POSIBILIDADES

Bueno, primera entrada de 2013. A punto de llegar los Reyes Magos y en poco más de 24 horas de regreso en Holanda, es lo que toca. Como todos los días, una de las primeras cosas que hago después de desayunar es actualizarme informativamente con las últimas (o primeras) noticias del día. Para ello siempre acudo a la web de "La Voz de Galicia", que aunque no es una publicación demasiado imparcial, es el periódico de A Coruña y 3º de España en tirada. Además, el periódico entraba en mi casa cuando era pequeño todos los días y yo lo leía, aunque sólo fueran las páginas de la cartelera, pero el hábito de hojearlo (con "h") lo adquirí.

Hoy aparece una noticia que, de nuevo, nos lleva a la crisis. Pero esta vez a confirmar aquello de que "vivíamos por encima de nuestras posibilidades". No quiero decir que con el contenido de la noticia todos los que ahora están en situación precaria lo hayan hecho ni mucho menos, pero podríamos decir que es el ejemplo de cómo la gente se "disparó" en sus gastos en época de bonanza y ahora no saben renunciar a ciertos lujos. Sin embargo, yo quiero abrir un debate moral sobre el tema porque una cosa es la caridad anónima y otra muy diferente la caridad controlada y la que llamamos para "lavar la conciencia", muy habitual en la sociedad española. 

La noticia es la siguiente: Una familia pobre gasta un donativo en percebes e ibéricos

Como leéis, ocurrió en Sada, una villa marinera a 18 km de Coruña. Quiero resaltar que esto sólo lo hizo una familia de las 62 que recibieron la ayuda social, pero también quiero hacer notar la inquina del periodista que redacta la noticia, ya reflejada en el titular: la palabra "pobre" creo que sobra y, en todo caso, utilizar otro adjetivo.

A lo que voy es a dos cosas. Desde luego que la familia no ha tenido reparos en gastar esa ayuda en lo que mucha gente ha comido en las fiestas de Navidad cuando, a lo mejor (no lo sabemos), tiene deudas pendientes más importantes. En todo caso, es su elección una vez ha recibido el dinero. ¿O es que el donativo viene con unas "condiciones de uso" en el que se obliga a gastarlo en facturas pendientes de luz, agua, gas, etc.; alimentos básicos como leche, arroz, patatas... o ropa? ¿Qué pasaría si se hubiesen ido a una tienda de ropa de marca y se hubiesen comprado prendas de alto valor? Un buen par de zapatos de hombre tranquilamente pueden tranquilamente pasar de 120 euros, un abrigo para el frío, 150-200, etc. La redacción de la noticia está encaminada a juzgar como incorrecta esa actitud de la familia, es decir, ha sido el periodista el que se ha convertido en juez de una conducta que podemos calificar de reprobable.

El caso es que la gente, de entrada, no aprueba esa conducta pero ¿somos nosotros los que tenemos que decidir en qué se gasta el donativo una familia con dificultades económicas? ¿O es que las listas de los servicios sociales de los ayuntamientos están llenas de gente a las que realmente no les hace falta esa ayuda? Si es así, revisen. Porque no es la primera vez que en nuestras conversaciones cotidianas sobre la crisis hemos dicho que la gente gastaba "por encima de sus posibilidades" y eso está comprobado. Cuando entrabas en época de bonanza en una vivienda de una familia con un sueldo mileurista, no te encajaba ver ropa de marca en sus hijos, una televisión en cada habitación o móviles de última generación para cada miembro de la misma, aparte de un coche tuneado para el jovencito de turno. Llegó la crisis, llegaron los recortes, la gente en el paro y ese ritmo de vida hubo que frenarlo, o más bien, llevarlo a la UCI después del batacazo que se dieron al quedarse con un sueldo más precario o directamente en el paro. Tal vez sea el caso de esta familia, no lo sé, pero desde luego ya tenemos debate moral abierto. ¿Qué se debe comprar o pagar con un donativo social? ¿Vale pagar la factura del móvil o la de Internet? ¿La gasolina del coche? ¿Los regalos de Reyes? o, ¿por qué no? ¿Los percebes y los ibéricos de la cena de Nochebuena...? Ahí queda.