lunes, 29 de diciembre de 2014

12 UVAS Y COMENZAMOS DE NUEVO

Tres días quedan para finalizar 2014. No soy de los que hacen balance, y menos desde abril de 2013. Pero desde luego este año ha sido cuanto menos, un tanto peculiar. No voy a hablar a nivel personal porque entiendo que a mucha gente le harte ya y además aspectos de mi vida privada los cuento si quiero. Para eso está el Facebook y aún así no cuelgo todo lo que hago ni lo que siento, sino solo lo que realmente me da la gana de publicar y lo que quiero que la gente sepa. Puede que a algunos les parezca demasiada transparencia en lo que respecta a mi vida, pero os aseguro que dejo muchas cosas sin poner porque me las quedo para mí.

Nuestro país sigue en crisis, a pesar de lo que diga el Presidente del Gobierno. Pero cada vez me convenzo más de que lo que aquí tenemos es una crisis moral. La gente está HARTA de aguantar robos y corrupción en la escena política. Los escándalos de Bárcenas, tarjetas "black", Gürtel, Pujol y otros han tenido una repercusión en las últimas elecciones celebradas, las europeas: la irrupción de un nuevo partido político que podríamos definir de izquierda radical y encabezado por un joven de coleta que enamora a las cámaras y que está diciendo lo que la gente quiere oír para acabar con una serie de años de penurias. "Podemos" parece que se convertirá en la panacea en ayuntamientos y comunidades autónomas en las que se presente en 2015, pero tendrá difícil gobernar.

Siguiendo en política el otro acontecimiento que supuso un revulsivo fue la abdicación del rey Juan Carlos I y la proclamación de Felipe VI. 6 meses que dieron para evaluar las intenciones del nuevo rey, muy pendientes de él en su primer mensaje de Navidad sobre todo en su posición sobre la corrupción en la que están implicados su hermana y su cuñado. La verdad, yo lo que veo es un cambio de época. Desde la transición hasta hoy hemos pasado por un bipartidismo que satisfacía a las generaciones de los 30 a los 70 años, anclado por la Constitución de 1978. Pues toca cambiar. La Constitución se hizo en una época que tenía sus circunstancias económicas, sociales, políticas y sobre todo, mentales. Los jóvenes que tenían 30-40 años en 1978 no somos los jóvenes que tenemos 30-40 años en 2015 y mucho menos tenemos los mismos intereses. Las familias han cambiado, la población ha variado en cuanto a su configuración y España necesita un nuevo anclaje, una Constitución reformada que se consiga también por consenso pero que guíe toda acción política, social y económica para los próximos 40 años. En pocas palabras, es NUESTRO momento, el momento de la gente que estudió EGB, que salió de su pueblo para estudiar una carrera universitaria, que pudo viajar a Europa y ver mundo, otras culturas, otras formas de vida, otras ideas. Y en una sociedad donde las nuevas tecnologías suponen un nuevo gobierno, un nuevo orden que no existía hace 40 años, pues necesita una nueva guía. El hecho es claro: yo estoy escribiendo un blog y dando mi opinión; en 1978 esto era imposible.

Pero la cuestión no es satisfacernos a mi generación, sino dejar un legado a las generaciones futuras, a nuestros hijos y nietos que serán los que cuando tengan 30-40 años y nosotros dependamos de ellos los que tomen las riendas del país. Puede que esto suene un poco épico, pero es así. En Europa, tras la II Guerra Mundial, hubo que hacer una reconstrucción que llevó desde 1945 hasta finales de los 60, tal vez el punto de inflexión fue mayo del 68; en España ese período supuso la etapa de la dictadura. De los 70 hasta la entrada del s. XXI supuso para los países avanzados el fortalecimiento del llamado "estado del bienestar" que empezó a quebrarse en muchos países con la crisis en la que estamos inmersos y en un nuevo orden político a nivel mundial. Ya no hay capitalistas y comunistas, ahora hay que pensar con otra perspectiva, pensando en Latinoamérica, en el mundo árabe y en los llamados "BRIC" (Brasil, Rusia, India y China), países donde viven casi la mitad de la población de este planeta.

2015 será para España un año importante. Elecciones municipales y autonómicas en mayo y generales en noviembre. La perspectiva de formar gobierno para los ya tres grandes partidos no es clara, así que la gobernabilidad del país dependerá de unos cuantos votos de partidos minoritarios, en su mayoría nacionalistas o regionalismos pero más radicales que los que había hasta ahora. En mi humilde opinión, lo que se debería hacer es esa Asamblea Constituyente que reforme una Constitución y blinde derechos, libertades y deberes del estado de bienestar; garantice una financiación económica para no volver a caer en una crisis; organice el estado territorialmente de forma que se avance en el respeto a la diversidad de los pueblos y culturas de España; defina definitivamente la forma de estado (monarquía o república, y en caso de la primera, la sucesión); y, en definitiva, desarrolle las bases de convivencia de una sociedad del s. XXI, basada sobre todo en la transparencia política. No es tarea fácil, pero si se hizo en 1978, se podrá hacer en los próximos años.

Por lo demás, la vida sigue, con sus altos y sus bajos, disfrutando cuando se puede y cuando no pues pidiendo ayuda o viviendo discretamente sin molestar a nadie. No tengo propósitos para el nuevo año básicamente porque es la vida la que te pone los retos. Yo ya estudié inglés, ya voy al gimnasio, no fumo (porque tuve unos mese al volver de Amsterdam que sí lo hice) y lo que venga, habrá que aceptarlo tanto si es bueno como si es malo. Es curioso porque hace unos años a nivel profesional me quejaba más. Ahora, con más recortes y la educación en una situación penosa, disfruto más de mi trabajo y del alumnado que me toca, cada vez más variado y con más situaciones nuevas. En eso puedo decir que me siento, después de 24 años trabajando, profundamente realizado y sé que muchos niños y niñas me recordarán, para bien o para mal, por todos los lugares en donde di clase.

Y curiosamente la sabiduría popular dice lo que hay que pedir siempre en el nuevo año y que ya se pide el 22 de diciembre, como dije en el post anterior: SALUD. Sin ella, no hacemos nada, aunque incluso gente privada de ella es capaz de aportar a sus iguales una visión positiva de las cosas. Un ejemplo de ello es este blog en donde un periodista al que conocí en una charla en Ordes, relata su lucha contra un cáncer que apareció sin avisar, sigilosamente, y al que le está ganando la batalla. Gente como Nacho Mirás merece un puesto y un recordatorio en nuestra memoria.

Pues nada, lectores y amigos. FELIZ AÑO NUEVO y que disfrutéis de los últimos días de este 2014 sin sobresaltos.


domingo, 21 de diciembre de 2014

DÍA DE LA SALUD

Está todo preparado en España para que mañana se conmemore un nuevo "Día de la Salud". La celebración ocurrirá más o menos a partir de las 12 del mediodía, una vez que la población se haya dado cuenta de que la vida continúa y se empiece a decir, como una retahíla, la que será la frase más repetida del día: "Lo importante es tener salud".

¿Desde cuándo se celebra esta importante fecha? Desde que a alguna persona ingeniosa se le ocurrió implantarla a raíz de no recibir ningún premio sustancioso en la Lotería de Navidad, que se celebra mañana. Es uno de los días mágicos del año en España y esperado desde julio que es cuando se empiezan a vender los décimos en todas las administraciones de España. Estos días los informativos recogen los preparativos, los ensayos de los "niños de San Ildefonso", las típicas imágenes del precintado del salón, los bombos... Desde hace dos años se celebra el sorteo en el Teatro Real de Madrid y desde esta madrugada habrá gente haciendo cola para coger uno de los mejores puestos y ver el evento.

No es para menos. Se trata del sorteo más famoso del mundo, el que más premios da en cualquier país y el que sirve oficialmente para empezar la Navidad en España. No cabe la menor duda que no seríamos como somos por muchas cosas, una de ellas este sorteo. La tradición de compartir décimos o imprimir participaciones de un número es otro de los rituales típicamente españoles y del que estamos muy orgullosos, lo que nos diferencia de los demás. Y, por si fuera poco, desde hace unos años el anuncio de televisión del sorteo es de los más seguidos, parodiados y recordados durante años. Aquí os dejo el de este año que parece ser está basado en una historia real que además ocurrió en Galicia.





La cuestión es que todos jugamos, aunque hoy han dicho en los informativos que "solo" lo hacemos 28 millones de españoles a 66 € de media. Yo no niego que juego y más que la media, porque compro décimos, participaciones del barrio, de colegios, de compañeros que están en tal o cual asociación... y me ilusiono porque desde luego a alguien le toca. Yo tuve una compañera en Holanda que le tocó el Gordo hace unos años, así que desde luego toca a quien juega. 

Pero lo bonito del día de mañana es que por unas horas la gente se olvida de sus problemas cotidianos. No hay crisis, no hay corrupción, no hay enfermedades... Y ver descorchar el champán, abrazarse a padres, hermanos, hijos, parejas, a mí personalmente me emociona mucho porque aunque sea a unos pocos este sorteo les puede arreglar la vida. Luego surgen historias, anécdotas, verdaderos cuentos de Navidad y también alguna pesadilla, como la del anuncio pero sin final feliz.

Aunque siempre se tiene la ilusión, es poco probable que mañana diga que me cambió la vida. Procuro tener algún décimo o participación que acabe en cada cifra, del 0 al 9, así por lo menos malo será que no me dé para comprar un décimo para el sorteo de Reyes, que curiosamente me suele salir más rentable porque algún reintegro o terminación puede darme más beneficios que gastos. Pero si me toca una cantidad considerable (me refiero a un gran premio) no diré nada, aunque tampoco me escaparé ni me iré al Caribe. Siempre se piensa qué haríamos si nos tocase una gran cantidad de dinero por azar. Pues yo sinceramente no creo que deje de trabajar, es más, siempre he dicho que me encantaría crear trabajo, montar un negocio que pueda dar unos cuantos puestos de trabajo; darme algún capricho siempre referido a viajes, liquidar las deudas (básicamente la hipoteca) y si todavía queda algo, poder hacer un donativo a alguna ONG o asociación que ayude a colectivos necesitados y por supuesto ayudar a mi familia: hijos, padres, hermano y sobrinos. No creo que sentirse "millonario" me pueda cambiar mis principios éticos ni que me vuelva loco como le ha pasado a algunos también, pero sí que buscaría la manera de administrar bien ese dinero para vivir, básicamente, desahogado.

Pero, como bien digo al principio, lo mas probable es que me sume a los más de 27.990.000 españoles que junto con los otros 20 millones que no juegan celebremos el "Día de la Salud", ya he mandado hoy algún mensaje recordándolo, pero mañana al mediodía arderá el whats app con los chistes y bromas pertinentes sobre el tema. ¡¡Ehh!! Pero la ilusión no se pierde...

BÓ NADAL



(Si toca este número, que sepáis que lo elegido aleatoriamente de las imágenes de Google, pero yo no lo tengo... ya sería casualidad!!)





martes, 16 de diciembre de 2014

¿ESTAMOS LOCOS O QUÉ?

¡¡PERDÓN!! Casi un mes sin escribir, os debo un post por lo menos, pero es que este curso está cargado de cosas que me llevan tiempo de ordenador y que contarlo aquí puede resultar tedioso para un profano en trabajo educativo, así que hoy, después de exámenes y evaluaciones de alumnos, allá voy.

La actualidad trae noticias sorprendentes. Uno que está empezando a implicarse en la política activa, ve desde una tribuna un tanto privilegiada el terremoto político que está viviendo España. La irrupción de Podemos en la cancha política ha hecho añicos el bipartidismo y la sociedad española ya pide a gritos una reforma profunda de nuestro sistema democrático, partiendo de la base de una reforma constitucional que sirva para unos 30 o 40 años en adelante y que podamos votar los que no lo hicimos allá por 1978. Es otra sociedad y hay que ir adaptando el acuerdo marco. creo que 2015, con elecciones municipales y autonómicas en mayo y generales en noviembre, será un año decisivo para ese relevo. La crisis, la corrupción, la ausencia de transparencia... han acelerado la necesidad de ese cambio que tiene al PSOE en la vanguardia del mismo y al PP frenándolo todo y escondiendo (o más bien intentándolo ya donde no se puede tapar nada) todos sus escándalos políticos, financieros e incluso electorales, según se ha sabido hoy mismo de dirigentes de la Comunidad Valenciana sucios hasta el tuétano. Y mientras Podemos intentando que no minen su proyecto y manteniéndose a flote holgadamente, aunque con ciertos problemas también para consolidarse como fuerza alternativa. Mientras, los nacionalismos muertos, IU bajo mínimos y UPyD buscando ser un partido "bisagra".

Todo esto afecta a situaciones puntuales en el país. Medidas populistas de los gobiernos de turno que no solucionan nada, ya que sigue habiendo paro, no hay creación de empleo, se explota al trabajador y aquel que hace 6 años ganaba 1000 euros hoy se conforma con ganar 500 y haciendo horas extra sin retribuir por miedo a irse a la calle. Nunca en la historia reciente se han perdido tantos derechos laborales y sobre todo, derechos ciudadanos y libertades individuales. Por suerte, nos mantenemos a flote (incluído yo pero por otras circunstancias que bien sabéis deducir los que me leéis habitualmente) sobreviviendo a costa de nuestros padres que alimentan a sus nietos y también a muchos hijos de 40/45/50 años. Recuperar lo perdido costará décadas, no creo que ni mis hijos lleguen a vivir con el bienestar que tuvimos hace 7 o 10 años, y mucho menos si eso que llaman "el pueblo" sigue votando a este partido de derechas neoliberal que es el PP, que nos lleva irremediablemente a la pobreza, a la restricción de derechos y libertades y a que los ricos sean más ricos y los pobres más pobres. Las pensiones bajan, la sanidad y la educación han perdido calidad, no hay prestaciones sociales, la gente pasa HAMBRE o los desahucian por no pagar la hipoteca. Triste panorama.

Pero en medio de este infierno en que parece se ha convertido España, aparece de vez en cuando una noticia que te hace tomar perspectiva, como dice mi buen amigo Paquito. Ayer se publicaba en "La Voz de Galicia" la siguiente noticia:


Al leerla no pude más que acordarme de la idiosincracia de los países centroeuropeos: trabajas - pagas tu seguro médico - si no lo usas, te devolvemos dinero a final de año - si lo usas pero NO has pagado esa cobertura... jódete. Y todo eso con el agravante de pagar 10 € al día por la medicación, sin su esposa que lo acompañe porque no puede pagar su estancia en Alemania y sin derechos laborales porque su empresa no lo readmitirá. Y es una víctima más no sólo de nuestra crisis, ya que emigró ante la falta de empleo en Galicia como muchos otros (lo que los del PP llaman "movilidad geográfica") y el país de acogida también le da la espalda con un simple "lo siento, te tocó". Recordé también una historia trágica sobre la eutanasia en Holanda que vivió una de las españolas que traía a sus hijos a nuestras clases porque la cuestión de fondo es la misma: PAGA y si lo que has pagado te da para tu tratamiento, pues serás bien atendido, si no, reza y que haya suerte. Lo positivo de esta noticia es que la comunidad solidaria, la red social de españoles en Francfort está ayudando a este hombre, es decir, ese sentir español apareció y ninguna crisis nos lo va a quitar. CONCLUSIÓN: mientras tengamos nuestra sanidad y educación públicas, me quedo aquí sin dudarlo, porque tenemos los mejores profesionales (entre los cuales modestamente me incluyo), porque somos más acogedores, más humanos y más solidarios con la gente que lo pasa mal; porque no somos números ni máquinas generadoras de beneficios para las empresas (aunque ya algunos empresarios lo hagan aquí con el beneplácito de estas políticas neoliberales apadrinadas por Angela Merkel y abanderadas por nuestro gobierno).

Algunos dirán que esto realmente es justo, que este señor debe pasar por esa situación porque así son las reglas del juego en Alemania. PUES NO, para mí jamás una persona debe dejar de recibir la asistencia médica correcta y necesaria cuando hay una enfermedad como esta mientras esté en un país de eso que llamamos Europa y posea los medios para hacerlo. La cuestión es que en España ya hay gente que piensa así, que deberíamos tener los servicios por los que pagamos individualmente y no en colectivo... En fin, que cada uno saque sus conclusiones. 

Y cambiando radicalmente de tema, decir que al mismo tiempo que vemos unas necesidades de primer orden en muchas familias, también vemos en estas fechas luces de neón de Navidad, centros comerciales con los parkings llenos, pistas de hielo, poblados de Navidad... El consumismo es cada vez mayor en estas fechas y las familias se van disgregando, como dicen mis compadres, se "descentraliza" la Navidad y no se está siempre con los mayores. Yo no dejo de ser clásico en esto, aunque también es verdad que después del divorcio odio más estas fechas y estoy deseando que pasen. Me gustaría que mis hijos y yo, mi hermano y su familia y mis padres estuviéramos juntos en Nochevieja, que es cuando me tocan este año los hijos por convenio (¡qué horroroso es legislar los afectos!). Pero como hay que sacar lo positivo, se acerca el día 22, uno de mis días mágicos del año porque da gotas de felicidad en forma de millones a algunos lugares de España con la lotería, y eso es bonito y provoca felicidad. También se acaba otro año y vamos sumando (o descontando algunos), reflexión, madurez, metas conseguidas... Hay días que siento que vivo inmerso en una completa pesadilla desde abril de 2013 y que algún día tengo que despertar, pero no, esto es real, mis hijos viven en otra casa y yo los veo los miércoles y fines de semana alternos, 10 días en Navidad, etc. Una compañera de partido que está en la misma situación que yo me habló un día de "niños maleta" y eso me genera tristeza, porque las leyes permiten que esto ocurra. Ayer hice de nuevo el "paseíllo" por las aceras del barrio hasta la casa donde viven mis hijos con el ruido de las ruedas de la maleta repicando en las baldosas de la acera, mis hijos con sus mochilas del colegio y sus cosas en la mano. Atroz.

En fin, negar la realidad sería muy alienante, así que hay que vivir con ello aunque no lo desee. Lo que más me hace disfrutar sigue siendo mi trabajo, con nuevos retos que os iré contando, con las emociones de mi "tribu" de (¡ya!) 22 niños y niñas (acaba de incorporarse un niño rumano al que estoy enseñando a leer, a sumar, los colores, las comidas..., pero esa es otra historia que también nos habla de inmigración y de lo bien que estamos en este rincón del mundo), con sus detalles hacia mí y su trabajo. En mayo, un médico al que acudí por una prueba, me vio tan triste que me animó diciéndome, "Alfonso, eres muy importante para mucha gente, para esos niños a los que les das clase". Y es verdad porque en la vida los alumnos que te recuerdan regresan a ti de una u otra forma... ¡¡que se lo digan a Facebook!! Y no hay mayor recompensa.

Pues nada, aunque tarde en escribir, aquí estoy y seguiré escribiendo porque me relaja y me sirve de terapia. Espero hacerlo antes de que acabe el año, pero por si acaso, BÓ NADAL a los de aquí, a los de allá, a los que me leen, a los que no, a los niños, a los grandes... a todos. Seguimos adelante.