viernes, 28 de marzo de 2014

MÁS CINE, POR FAVOR

He hablado de libros, he hablado de música, pero creo que nunca he hablado de cine. El caso es que últimamente he ido tantas veces al cine como en los últimos ¿10 años? Bien es verdad que cuando es un estreno y en sábado es un atraco ir al cine, sobre todo si vas con los niños y quieren palomitas, refrescos, etc., y la película es de animación o superhéroes hecha para conseguir "pasta rápida" o ponernos "pastelitos" con las princesas y los animalitos. Pero cuando vas entre semana o aprovechando alguna oferta (como la del supermercado más conocido de Galicia que con un vale puedes ir por 4'90 €), pues la cosa se pone interesante.

Os voy a citar las películas que he visto en las últimas semanas, espero no olvidarme de alguna:

- "La vida secreta de Walter Mitty"
- "El médico"
- "Robocop"
- "The Monument's Men"
- "Her"
- "Ocho apellidos vascos"

Y algunas otras anteriores, como una divertidísima película italiana y otra pasadísima película coreana, al más puro estilo "intenso" (ver post anterior a este).

De las seis indicadas arriba son prescindibles dos, "Robocop" y "The Monument's Men", que tiene una trama basada en hechos reales pero está más filmada para mostrar las guapuras de George Clooney o Matt Damon. Las otras cuatro tienen características que pueden gustar a todos. El "boom" de las últimas semanas en España es "Ocho apellidos vascos", película española que está batiendo récords de taquilla y que te hace pasar una hora y media de risas explotando los tópicos de Euskadi, sus gentes y el contraste con los andaluces. Me imagino algo así entre Holanda y España, el típico holandés que viene buscando paella, toros y flamenco y se planta en Galicia, por ejemplo: fliparía. ¡Cuánta diversidad tenemos en este país nuestro y no queremos entender (o no nos da la gana)!

De las otras tres creo que la mejor es "Her". Una película que te hace reflexionar sobre a dónde llegaremos con la tecnología. Y no parece que ocurra dentro de muchas décadas. Cuando estamos asistiendo al desarrollo de la impresión en 3D - por cierto, hoy los informativos aquí comentaban la noticia del implante de un cráneo hecho en impresora 3D a una paciente holandesa en el Hospital de Utrecht -, la película nos abre al mundo de los sentimientos y las emociones de las personas; de cómo se puede llegar a despersonalizar de tal manera una relación afectiva entre dos (o más bien entre uno y un microchip) y de cuán necesario es el contacto físico entre dos personas para amarse, quererse, compartir...

Las otras dos películas también me gustaron mucho. "El médico" es la adaptación de un libro de Noah Gordon ambientado allá por el año 1000 en Inglaterra y Medio Oriente; "La vida secreta de Walter Mitty" también es muy emotiva y con situaciones que pueden recordar a "Forrest Gump" pero que también tiene su trama y un final un tanto insospechado.

Llevaba muchos años sin disfrutar del cine. El hecho de tener a los niños y criarlos no nos hacía tener tiempo para poder ir a ver un estreno y cuando empezaron a crecer, Disney, Pixar y demás productoras de animación se convirtieron en nuestras opciones. Siempre recordaré la primera vez que mi hijo fue al cine, creo que con tres añitos lo llevamos a ver "Buscando a Nemo" y fue para los tres impactante el cambio en los conceptos de animación a los que estábamos acostumbrados, así como la historia que se narraba. Ahora vuelvo al cine y, a pesar de que el bombardeo de anuncios al principio es interminable, las horas ante la pantalla se pasan sin querer, en casa no me pongo a ver una película porque siempre busco otras cosas que hacer al mismo tiempo y en el cine, al menos, estás acompañado y puedes comentar lo que está ocurriendo. Pero eso sí, que no suban los precios, que no nos atraquen con 3 entradas con palomitas por 35 euros y que el cine español siga subiendo peldaños, que se lo merecen todos. Así que más cine, por favor... pero barato.




lunes, 10 de marzo de 2014

¿TÚ TAMBIÉN ERES UN INTENSO?

"¿Hablas en susurros? ¿Solo lees poesía checa del s. XIX? ¿Tu mundo interior es tan complejo que crees que un simple mortal no podría entenderlo? A lo mejor eres un INTENSO."

Así comenzaba un reportaje que cayó en mis manos de pura casualidad este fin de semana. Y la verdad, es que hacía mucho tiempo que no me reía tanto con una lectura como esta. Se publicó en el nuevo suplemento del sábado, "Yes" (Ya Es Sábado) de "La Voz de Galicia", y lo firma Tamara Montero. Desde ya, seguidor de ella porque lo ha bordado. Y es que por todo lo que he vivido en este último año no puedo dejar de pensar que más de un/a "intenso/a" ha rozado mi vida. Me los encuentro en facebook, en webs varias, en la calle o en aquel amigo que trae un compañero a una reunión informal y nos quiere hacer ver que su vida es el no va más y que nosotros somos unos meros "paletos" que no podemos sentir esa "intensidad" que él (o ella) vive cotidianamente y que siente la necesidad imperante de expresarla.

¿Pero cómo no nos habíamos dado cuenta de que el culmen de la belleza y de la realización personal es leer los versos de un poeta afgano del s. XVII? Es que ellos lo sienten todo muy fuerte. Viven intensamente las 24 horas del día los 7 días de la semana. Y citando textualmente a la periodista Tamara Montero nos referimos a que "hacer una tortilla de patata o francesa para cenar puede definir el resto de su existencia. Será con huevos orgánicos procedentes de una granja gestionada por una comunidad budista". Es genial, menuda panzada de reír.

Pero aún hay más. Nada es banal. Los "intensos" son necesarios porque "no siguen al rebaño". Se han sumergido "en un mundo nuevo, en un nirvana que les ha abierto su percepción...". "Una tapa de chorizo será para ellos una explosión de sabores de antaño, una experiencia religiosa que los permite estar en comunión con sus ancestros".  ¡¡Por Dios, un premio ya para esta chica!!

Y sí, claro que me encuentro "intensos" por la vida, incluso diría yo que me encuentro más "intensas". Las miles de frases que aparecen en tu whats app o en tu facebook que parecen sacadas de las reflexiones de la reencarnación 24 del primer lama tibetano es otra expresión de la "intensidad". Fíjate que hace uso cuantos meses ya hablaba yo por aquí del "coaching". Es que claro, la persona que va a un "coach" es tan intensa que le cambió la vida y debe decírtelo y además expresarte susurrando que tu vida también necesita ese cambio para vivir esa experiencia trascendental que la hizo otra mujer u otro hombre; además, que si no lo haces, eres el ser más desgraciado y no mereces estar a su lado porque eres tóxico para poder seguir desarrollando "su" intensidad. Como dice la periodista Montero (que no la "Mariló" de TVE) (...) "los intensos deben existir. Para evitar que nos convirtamos en escarolas con patas".

Hay algún contacto en mi facebook que por lo que pone me entran ganas de responderle directamente "eres gilipollas, chaval". Pero si lo hago su banda de acólitos aspirantes a "intensos" me comerían y me dirían cuatro cosas, eso sí, muy "intensamente" y en susurros. Así que no lo hago, leo alguna de las chorradas que ponen y que, naturalmente, tienen la inmediata respuesta de su "clan intenso" y ni le doy al "me gusta". Lo triste es que a algunas personas que están pasando un momento crítico en su vida estas personas los captan y no dejan de ser como una rémora del gran tiburón. He vivido, en primera persona, como a unos chicos que llevaban más de un año en paro les decía una "intensa" de estas que "lo bonito es seguir ahí, abrir las ventanas cada día y salir a la calle en la busca de tu empleo con una sonrisa en tu boca". Palabrería barata... o no tanto.

Ojalá pudiera poner el enlace al reportaje sobre la "intensidad". Os encantaría y pasaríais un buen rato. Además, da nombres propios de famosos muy "intensos", como Nawja Nimri, Nacho Vegas o el más de lo más, Bunbury, a los que acaba comparando con Diógenes dentro de su tonel. Pero tranquilos: si os aparece un "intenso" en vuestra vida, disfrutad de él / ella y tened las suficientes estrategias para demostrarle que, si ellos van a esa exposición tan trascendental que hay en el Guggenheim, tú has comprado unos de los cuadros y lo tienes decorando el vestidor de tu casa (aunque sea mentira), iluminado indirectamente por una luz cenital surgida de una fuente que evoca el agua de los jardines japoneses del último emperador shaolín. ¡¡Quedarás tú más intenso que él, seguro; y se morirá de envidia!! Pues eso, a "intensificarse" ;)

Besos y abrazos "intensos"


domingo, 2 de marzo de 2014

PIRATAS, PIRATAS

Es tiempo de "Entroido" o Carnaval en toda España. Días de lluvia aún en Galicia, con celebración en el colegio y disfraz mío, de los niños, de otros compañeros... Para pasar una tarde de sábado desapacible, vamos al cine mi hijo y yo. "Robocop" es la opción elegida, aparte de recordar al policía mitad hombre - mitad robot de los 80, vemos cómo evoluciona el diseño y la historia. Si ya en aquella época pensábamos que tal vez en un futuro patrullasen "robocops" por nuestras calles en un futuro más o menos cercano, hoy creo que seguiremos sin verlo. Muy futurista, algunos efectos y de fondo la hipocresía americana de toda la vida. En fin, película para entretenerse una tarde.

La cuestión es que desde hace años los actores suelen protestar en sus actos públicos por sus derechos como artistas, siguiendo la normativa de la Ley de Propiedad Intelectual. Y desde que hay Internet todos sabemos cómo la piratería de música, películas, libros, etc. ha asaltado la red, con programas de intercambio de archivos y demás. 

Sé que lo que voy a decir causará ampollas en muchos artistas o escritores, pero es que o se espabila uno o te dejas el sueldo en una tarde de cine. Yo aún recuerdo cuando el cine costaba 25 pesetas e íbamos mi hermano, mi abuela y yo al cine "Rex" todas las tardes de domingo. Probablemente allí nació mi miopía porque siempre, siempre, nuestro sitio era la fila 1 (no la "0") en los dos asientos más pegados al pasillo. Comprábamos unas chuches que valían 1 peseta la unidad en el bar del propio cine y pasábamos felices las dos horas de la tarde. De aquello al "sablazo" de ahora han pasado casi 35 años, pero es que no me extraña que se pirateen las películas o se descarguen ante lo que es una gran estafa. Vamos a los precios.

- Dos entradas, sacadas por Internet y que tenían un descuento de 30 céntimos cada una: 16'60 euros
- Un cucurucho de palomitas mediano y otro pequeño, SIN BEBIDA (agárrense): 9'10 euros!!!

TOTAL: 25'70, o lo que es lo mismo 4276 pesetas. Suponiendo que cada año subiese un poco el precio del cine, estamos hablando que ha subido un 6000 % en esos años. Por mucho que lo quieran maquillar el cine es un artículo hoy en día de LUJO.

Os puedo asegurar que cuando pedí las palomitas estaba sacando un billete de 5 euros para pagar y cuando me dice la chica "9'10" mi primera reacción fue preguntarle si con bebida había alguna oferta. Pues me dice que sí, que un vaso gigante de palomitas y una bebida cuesta 9 euros. Me pareció una auténtica estafa, además porque nosotros llevábamos la bebida de casa y aquel macro-vaso me pareció exagerado, como para coger un gran empacho de palomitas y salir del cine para Urgencias. Así que no me lo compré y tiramos para la sala.

Y que nadie se piense que el cine estaba a rebosar, noooooooo. Si conté bien creo que estábamos 10 personas, en una sala en la que tranquilamente caben casi 200. Si el cine y las salas están en crisis, que nadie se rasgue las vestiduras porque ya tienen la explicación.

Total, que aparte de los socorridos piratas que siempre aparecen en cualquier desfile de Carnaval, muchos no deberían disfrazarse nunca porque van de ellos todo el año. Yo no sé a dónde van a parar los beneficios del cine, pero desde luego que algunos se están enriqueciendo a base de bien. Así que al ciudadano de a pie NADIE tiene la desfachatez de llamarle "pirata" por descargar música o cine de internet, en tal caso "buscavidas" que por lo menos es más honrado.

Y que conste, no suelo descargar películas de internet, si bien es cierto que algún título antiguo sí lo he hecho para "consumo propio", pero cuando veo a los subsaharianos con su "top manta" preparado para escapar del acoso policial, se me ocurre la paradoja de que vienen de un país "pirata" a otro país "pirata" y que lo que venden ellos no es piratería, es subsistencia. La industria del cine no la fulmina el consumidor, la fulmina el intermediario, el "pirata" que se queda con los beneficios de todo este gran negocio.