sábado, 9 de diciembre de 2017

SEQUÍA

Es posible que muchos de los que leéis el blog no os vais a creer que en Galicia estamos pasando por una alerta por sequía. Sí, en Galicia, paradigma de la lluvia y del verdor, tierra de los mil ríos y del agua, ríos que hoy ya no son mil sino algunos menos porque varios cauces se han secado. No, no es ciencia ficción. A pesar de que hoy llueve y se acerca una ciclogénesis explosiva generada en el Atlántico, según los patrones climáticos necesitaríamos 12 borrascas como la que se acerca para salir de la situación de emergencia y garantizar el suministro a ciudades, pueblos y aldeas de nuestra región.

Las noticias son alarmantes. El gobierno de la Xunta ha incluso publicado una serie de consejos y normas para ahorrar agua en todos los periódicos regionales. Se han secado fuentes y en las ciudades se han apagado las fuentes ornamentales. Los embalses están bajo mínimos y ciudades como Vigo, la mayor de Galicia, no tienen reservas para dentro de un mes. 


Noticias así las tenemos ya desde el verano, donde el calor ha asfixiado localidades como mi ciudad, A Coruña, que rara vez supera los 30º en esa estación y este pasado verano hubo varios días por encima de esa cifra. La provincia de Ourense es ya, a nivel climatológico, una provincia mediterránea porque literalmente en verano es asfixiante y en invierno, aunque hace frío, las temperaturas no son tan bajas como hace años. En Coruña, por ejemplo, aún ves a gente con manga corta a estas alturas del año y yo mismo recuerdo cuando era pequeño que en la primera quincena de octubre ya mi madre me ponía camiseta interior para ir al colegio y ahora hasta bien entrado noviembre no hago uso de ella.

Hace más o menos un mes fui con mi hija a ver uno de los embalses emblemáticos de Galicia, en la localidad de Portomarín (Lugo), lugar de paso del Camino de Santiago. Este pueblo fue "desplazado" de su ubicación original en 1963 con la construcción del embalse de Belesar hasta una colina cercana y, debido al bajo nivel de las aguas, el propio ayuntamiento de Portomarín ha llegado a señalizar lo que ahora se ve del antiguo pueblo que ha quedado al descubierto porque es una atracción turística. El día que fuimos allí lloviznaba, pero la gente paseaba por lo que era el paseo principal de la villa antes de 1963, pegado al río, donde se aprecian perfectamente los restos de los muros de las antiguas casas que algún vecino de ellas bajó a ver con mucha nostalgia y pena en sus miradas.


En esta foto lo podéis apreciar. El caudal normal de agua del río sobrepasa con creces el viejo puente romano y sube aún unos metros por los pilares del nuevo puente. El camino que está en primer plano es el que recorren hoy los curiosos y es el mismo que había en 1963 en el pueblo. Aquí os dejo una foto antigua del mismo pueblo.


Amigos de facebook visitan otros embalses de nuestra geografía y cuelgan las fotos. El panorama es desolador. Puentes, casas, iglesias, cementerios... quedan al descubierto con la tierra resquebrajada y generando una sensación de incredulidad que nunca pensamos que íbamos a vivir. Galicia se queda sin agua y eso es como si nos faltara la vida.

¿Qué pasará? Estamos deseando como nunca QUE LLUEVA. Hasta ahora llover no era noticia en Galicia, pero en estas semanas la gente sale a la calle y pide lluvia. Curiosamente celebramos que llega esa fuerte borrasca el domingo (a la que por cierto ya se le ponen nombres como en Estados Unidos, tras un acuerdo de los gobiernos de Portugal, España y Francia; esta primera gran ciclogénesis se llama "Ana") y no nos alarmamos ante los destrozos e inconvenientes que pueda causar, que serán muchos. Simplemente queremos AGUA, que llueva como en el diluvio universal porque Galicia sin agua no es Galicia. Como los pueblos inuit, que tienen muchos términos para denominar a la nieve, en galego existen más de 100 términos para designar a la lluvia, así que fíjense ustedes si este fenómeno meteorológico forma parte de nuestra más profunda alma. 

Lo que ya no genera ninguna duda, a pesar de Trump, es que el cambio climático está detrás de todo esto y todo aquel o aquella que lo niegue es un ignorante de tres al cuarto. Sin embargo, aunque la responsabilidad nos compete a todos, creo que hacer responsables en grado máximo a los usuarios de cualquier servicio es, cuanto menos, esconder a los verdaderos responsables de esta situación, las industrias de todo tipo que contaminan y agrandan el agujero de ozono, el efecto invernadero y de ahí llegamos a donde estamos. Reciclamos, nos duchamos en vez de bañarnos, no malgastamos... pero las grandes industrias del planeta siguen emitiendo gases nocivos porque nos gusta tener envases pequeñitos de plástico, un cruasán en una bandeja plástica de dos tapas, bolsas y más bolsas... y así no rompemos el círculo. 

En fin, si no hay novedad, comienza en pocas horas la lluvia y ojalá vaya subsanando las carencias que tenemos, favoreciendo que las cosas no vayan a peor. Atentos a las noticias.



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