sábado, 29 de julio de 2017

NI MALTRATO NI SECUESTRO

Vaya por delante la siguiente declaración: soy FEMINISTA, entendido el feminismo como 


Ideología que defiende que las mujeres deben tener los mismos derechos que los hombres (Diccionario de la Real Academia Española)


Y en una sociedad avanzada como pretende ser la española (y digo "pretende" con todo el sentido que conlleva) es un objetivo honorable para alcanzar que todos sus ciudadanos lleguen a ser feministas. Por lo tanto, el feminismo no es lo contrario del machismo que es entendido como


Actitud de prepotencia de los varones respecto de las mujeres (misma fuente).


En España se vivía en una sociedad machista en la dictadura y que ha dejado una impronta sobre todo en generaciones de gente mayor y aún durante muchos años en democracia se inculcaban determinados valores y actitudes machistas en la educación y en la vida cotidiana

Es evidente que todavía hay muchos restos de machismo y en nuestro país el mayor problema son las muertes de mujeres a manos de sus parejas o ex-parejas en una lacra que no parece que descienda en número de víctimas. En los últimos años todos los gobiernos han luchado contra este terror y hace pocos días se han aprobado 200 medidas para avnazar en la lucha contra la violencia machista protegiendo a las mujeres.

Existe una Ley Integral contra la Violencia de Género aprobada por el gobierno socialista de Zapatero que es el referente para combatir estas agresiones. Hay mucha sensibilización entre diversos colectivos y asociaciones, entre el profesorado, en los medios de comunicación, etcétera, y todos hemos visto por ejemplo este mismo año y por la grabación de unas cámaras de seguridad cómo un hombre en Alicante arrastra de los pelos en el portal de su domicilio a su pareja cuando llega al interior del mismo, en unas escenas que ponen (nunca mejor dicho) los pelos de punta. No creo que haya NADIE que no vea en eso un maltrato y evidentemente ese "personaje", por llamarlo de alguna forma, fue detenido y encarcelado.

Sin embargo hace pocos días ha saltado a los medios el caso de Juana Rivas, una madre separada de su pareja y con dos hijos, que se ha negado a devolver a los menores a su padre en el período de vacaciones que le corresponde, alegando que es un maltratador y que sus hijos corren riesgo con él, aparte de decir que su hijo "no quiere estar con su padre". Automáticamente los medios de comunicación, asociaciones de mujeres, instituciones y prácticamente todo el país se ha puesto del lado de la madre que aparece como una mujer aterrorizada por el hecho de ver a sus hijos con su ex-pareja, para más inri residente en Cerdeña (Italia). Y ha tomado la decisión de desaparecer con sus hijos y no entregarlos en el punto de encuentro de Granada, generando una ola de solidaridad sin igual en las redes sociales con el lema #JuanaEstaEnMiCasa.

A raíz de esto, puse un comentario en mi muro de facebook con unas reflexiones de un juez ante la decisión de la madre, explicando legalmente lo que supone el secuestro de sus hijos. Porque sí, es un secuestro, aunque haya gente que mantenga un "yo haría lo mismo" en un caso similar con sus hijos. Ese post en mi muro ha generado un intenso debate entre todos y todas los que allí han comentado, dando la impresión de que efectivamente se posicionan del lado de la madre y que el padre es un maltratador.

En las últimas horas cada vez aparecen más voces haciendo ver la versión del padre, primero las declaraciones de su abogado en un programa de televisión, artículos de psicólogas y todo tipo de opiniones defendiendo el derecho del padre de ver a sus hijos a los que, parece ser, su madre PROHÍBE hacerlo desde hace un año. Además, parece ser que todo el proceso judicial de separación y supuesto maltrato (pongo "supuesto" porque parece ser que el padre aceptó la acusación de maltrato como pacto para poder ver a sus hijos) se desarrolló en Italia, por lo que los juzgados españoles no tienen jurisdicción en el tema, aunque existe una ley europea que garantiza ante todo el bienestar de los menores.


Enlace al vídeo de Antena 3

Yo desde que salió el tema en los medios me "olió" mal. No sé quién tiene la razón ni los pormenores del caso, pero lo que sí sé es que casos como este debe haber miles por toda Europa y no salen en los medios. Es más, creo que precisamente eso, el mediatizar situaciones familiares que inmiscuyen a menores es totalmente perjudicial no solo para ellos sino también para la lucha contra la violencia de género. No se sabe dónde están Juana ni los niños a la hora de escribir este post, lo cual está claro que incumple una sentencia judicial. Lo que ocurre es que los que defienden a Juana opinan que ellos también la incumplirían si realmente están seguros de que sus hijos corren peligro con su padre, es decir, se cree sin ningún tipo de cuestionamiento la postura de la mujer y se pone un cartel de "maltratador" automáticamente al padre como si fueran nuestros vecinos conocidos de toda la vida. Entonces, si cada uno cumple lo sentenciado por los jueces como le viene en gana, ¿qué valor se le da a la Justicia?

En el hilo de esa publicación en facebook que hice los comentarios defendiendo la postura de Juana Rivas e intentando convencerme de que ha hecho bien y el equivocado soy yo, han sido mayoría. Y yo lo siento, pero no voy a cambiar de opinión. Sigo pensando que flaco favor está haciendo esta campaña por la violencia de género y sobre todo por el bienestar de los menores, porque quien más quien menos vivimos día a día situaciones (yo como profe varias a lo largo de mi carrera) en las que podemos cuestionar el bienestar que tienen dentro de sus familias determinados niños y niñas y no precisamente con padres separados o divorciados, sino más bien todo lo contrario. Lo que sí me indigna es que con casos como este y su mediatización, España sigue siendo ese país que "pretende" ser, como decía más arriba. A la mayoría de los españoles de a pie les gusta verse en el "meollo" de la cuestión, en seguir el llamamiento de un individuo o individua ante cualquier causa que consideremos justa y de "desenvainar la espada" para luchar contra los gigantes, cuales quijotes manchegos. Y yo sinceramente no. No lo vi claro y no lo hice. Que seguro me pillan en otra situación y, enfervorizado por la masa, me uno también en cualquier momento a un acto así, pero es que no sé por qué (bueno, sí lo sé) seguimos siendo tan de "reality show".


No me pongo ni del lado del padre ni del lado de la madre, básicamente porque ni los conozco ni tengo la información suficiente como para posicionarme. Pero sí me pongo del lado de los jueces que han dicho, nada más y nada menos que cuatro, que no ven peligro en que los niños estén con su padre en vacaciones. ¿Se equivocan los cuatro? ¿Se equivocan los psicólogos o psicólogas que han valorado a esos niños? En este otro enlace aparece un artículo de una psicóloga gallega con respecto a este caso.


Comentario de Pilar Enjamio sobre el caso Juana Rivas

En definitiva, ¿qué tenemos? Una madre secuestrando a dos hijos, desaparecida y mal aconsejada para hacer algo que le puede traer consecuencias legales; un padre que no puede ver ni comunicarse con sus hijos y con un sambenito de maltratador; unos medios de comunicación buscando "carnaza" para subir la audiencia; unas instituciones haciendo declaraciones fuera de tiesto y sin saber los pormenores del caso; una sociedad judicializando y posicionándose a mi modo de ver de manera poco imparcial; y, en definitiva, una España que quiere avanzar contra la violencia machista y no puede porque no sabe cómo hay que enfocar determinados asuntos. El resultado: las cifras de muertas no bajan, la igualdad de género brilla por su ausencia, la crispación entre mujeres ultrafeministas aumenta y genera tensiones con los ciudadanos que quieren situaciones de igual a igual, pero seguimos enrocados en el mismo bucle. Soluciones las tenemos todos, yo tengo las mías, pero como aquí cada uno o cada una quiere una ley "a la carta" pues no solucionamos nada. Ojalá en pocos días sepamos más y se resuelva la situación de una manera digna. A estas alturas ya lo dudo.





miércoles, 12 de julio de 2017

INVISIBLES

Metidos ya de lleno en el verano, cuando la rutina parece que acaba y tomamos otro ritmo de vida, es precisamente la vida la que nos pone los pies en la tierra y que nos dice que estamos expuestos a cualquier noticia, desgracia o situación para la que no existen vacaciones. Los primeros días de este verano un tanto atípico porque el calor no llega y a día de hoy aún no he pisado la playa, están siendo un poco tristes e incluso macabros en el entorno de A Coruña.

Hoy tuvimos noticia de un accidente de tráfico que se ha llevado por delante la vida de un joven de 16 años y 4 más menores de 20 heridos de gravedad, conocidos en Coruña y que dejan a las familias destrozadas. Mi hijo tiene 16 años y pronto empezará con las salidas nocturnas y probablemente a meterse en el coche de un amigo que puede que en esa inconsciente adolescencia no sepa reaccionar ante una circunstancia de tráfico y ocurra lo peor. La verdad es que no podemos pensar en ello, sí aconsejar y orientar, pero a veces la fatalidad está ahí y te golpea donde más te duele. Un abrazo a las familias que hoy han tenido uno de esos golpes que marcan.

Pero no solo es eso. Hace pocos días ocurrió un suceso que está generando cierto debate en los medios de comunicación y en las redes. Yo había comentado uno completamente igual que sucedió en Rotterdam en 2013


Pero es que no hace falta irse a una gran ciudad porque lo hemos vivido en la nuestra la pasada semana. Una mujer aparece momificada en su apartamento después de 7 años.

Culleredo es un municipio pegado a A Coruña y que muchos de sus núcleos son una prolongación de la ciudad, convirtiéndose en lo que se suele llamar "ciudad dormitorio". De hecho desde mi casa, por ejemplo, llego antes a puntos de Culleredo que al centro de la ciudad o a la Torre de Hércules. El apartamento donde apareció esta mujer está además justo en la frontera, a pocos metros de un conocido hipermercado al que va mucha gente de A Coruña. Sin embargo, no se trata de una "ciudad dormitorio" deshumanizada porque el municipio tiene una parte rural que se acerca a los núcleos de población pegados a la ría para hacer gestiones, compras, etc. Bien es verdad que el edificio donde vivía esta mujer es el típico que puede haber en cualquier barrio de la ciudad, un bloque de una antigüedad de unos 25 años, pegado a una carretera muy transitada y, vaya, conocido por todos.

El caso es que tal y como lo cuenta la noticia, solo hubo preocupación por la desaparición de Rosario (que así se llamaba) cuando dejó de haber dinero en su cuenta bancaria, ya que los pagos del alquiler como de los servicios generales los tenía domiciliados. Pero para más inri su coche estaba aparcado en el garaje acumulando polvo y en estos años NADIE se preocupó por el paradero de esta mujer.

Las declaraciones de los vecinos a mí personalmente me parecen bochornosas. Llegaron incluso a acercarse a la puerta del domicilio un tiempo después de que desapareciese a ver si "había olor" por si había muerto y no olían nada. Y argumentaron que "como era un tanto seca" en el trato, pues no hubo más interés por saber de su paradero. La cuestión es que Rosario cuidaba de su madre que falleció y después ella parece ser que tuvo una importante depresión. Según los cálculos, a los tres meses de morir su madre, falleció en el domicilio de muerte natural. Y de ahí se llegó a la macabra noticia de estos días... 7 años después.

Al margen de lo sorprendente de la noticia, a mí lo que me ha hervido la sangre para escribir el post es reflexionar en qué nos estamos convirtiendo como sociedad, individualista y deshumanizada. Mucha gente alega que ni de lejos quisieran vivir en un bloque de vecinos donde todo el mundo te observa o está pendiente de ti. Sin embargo, en una sociedad de fuerte influencia rural como es la gallega y a pesar de existir estas "ciudades dormitorios", aquí seguimos siendo de patio de vecinos y viendo estos casos, bienvenidos sean. La última de las crónicas con este caso es que no apareció NADIE que reclamase conocer a Rosario, ni familia, ni amigos, ni compañeros de trabajo. Repito, NADIE. Pero es que esa soledad se llevó a tal extremo que fue incinerada en el cementerio de A Coruña y sus cenizas esparcidas en el propio césped del mismo... ¿De verdad ni una simple flor en algún lugar donde quedasen depositadas esas cenizas? Con todo esto quiero decir que podría efectivamente haber desaparecido que NADIE se hubiese dado cuenta.

¿Cómo es posible? Hay infinidad de organismos que nos tienen "fichados". ¿Qué pasó con la Agencia Tributaria? ¿Compañías de servicios? ¿Xunta de Galicia, Ayuntamiento, ITV, renovación del DNI...?
Y la gran duda: ¿cuántas personas MUERTAS pueden estar en sus domicilios en España sin que NADIE sea consciente de ello? ¿Es que nuestra existencia solo depende de una cuenta corriente?

Y ahora viene la segunda parte. Realmente desaparecemos físicamente del mundo, pero no económica ni nominalmente. Es decir, 7 años sin que NADIE se preocupe por nosotros y después de desaparecer hay que "liquidar" los bienes de la persona fallecida que imagino pasarán a pertenecer al Estado. Se comentó en las noticias que Rosario estaba divorciada. ¿Ni su ex-pareja en un momento así, al margen de que hubiese rencores o un divorcio traumático podría decir "yo me hago cargo"? Sinceramente me parece vergonzoso que tanto los vecinos como las instituciones no puedan hacer algo más. Sobre todo cuando uno de los vecinos denunció su desaparición cuando ya no se pagaba el alquiler y en 24 horas la Guardia Civil pudo entrar al piso y encontrarse lo que se encontró: una momia.

Si publican algo más de este caso, lo seguiré porque esta historia espero que no quede en el olvido como "la mujer que se momificó", sino que Rosario tenga una historia. Y es terrible que haya gente que tenga más interés por sus mascotas que por la vecina que no ven desde hace tiempo, ayer veía a un "mini-perro" vestido con un trajecito de diseño y no pude más que acordarme de Rosario porque mi hija me dijo "¡qué mono!". Yo le contesté que no, que primero debemos ocuparnos e interesarnos por los que tenemos a nuestro lado para que no se vuelvan invisibles y estar alerta para que no haya más "Rosarios". Descanse En Paz.






martes, 4 de julio de 2017

DEL POSTUREO AL "CHONISMO"

Ayer asistí a una gala de final de curso de una academia de baile. Mi hija actuaba en uno de los números y llevaba todo el curso preparando el número que hizo con sus compañeras, junto con otros números de otros alumnos y alumnas, niños y mayores. Era la primera gala de fin de curso de esta academia, surgida de la unión de otras y que tiene una matrícula de unos 350 alumnos. No está nada mal.

El claustro de profesores es un conjunto de personas con una preparación acorde a sus funciones, gente joven y motivada por el baile de todos los estilos, especialmente el moderno. Durante la gala, de casi 30 números, pudimos pasar desde el ballet clásico hasta el hip-hop pasando por bailes latinos, el flamenco o danzas orientales. A mi modo de ver, un poco de "batiburrillo" entre tanto estilo pero para ser la primera vez digamos que han superado el reto, poco que objetar.

Pero me he animado a escribir porque una de las cosas que más nos caracteriza a los españoles es esa hipocresía social donde el postureo es un deporte nacional pero que sin saber llevarlo puede degenerar en el "chonismo" más cateto, desvergonzado y maleducado, cosa que ayer pude comprobar durante las casi dos horas y media de duración del evento.

La gala se desarrolló en el Palacio de la Ópera de A Coruña, un recinto con una acústica muy buena, sede de la Orquesta Sinfónica de Galicia. Dicho sea de paso, el recinto es municipal, imagino que en concesión a una empresa para mantenimiento, porque desde luego a alguna parte del mismo le hace falta un buen repaso, sobre todo a las butacas que ya tienen agujeros en su acolchado y las telas desprendidas. La imagen desde luego es poco digna para un Palacio de la Ópera que se precie.

A Coruña es una ciudad con una gran tradición lírica, de ahí que hace ya unos 25 años se construyó este imponente recinto. Por él no solo han pasado las grandes figuras del bel canto, sino también orquestas de fama mundial y cantantes de todo tipo que han realizado sus conciertos en el Palacio. También se utiliza el recinto para conciertos didácticos de escolares y para otro tipo de eventos como el que se celebró ayer. Y siendo A Coruña una urbe donde el postureo debería ser considerado Patrimonio Inmaterial, ya que es sabido por muchos que "lo importante es que te vean aunque no tengas posibles" pues una gala como la de ayer era el marco idóneo para que los individuos y las individuas de este deporte autóctono luzcan sus mejores galas y pedrería, aunque luego devuelvan el traje a El Corte Inglés porque lo llevan con la etiqueta. Gente con un estilo de vida incardinado en la ciudad, de ambientes de pseudo-élite, niños y niñas de colegio privado o concertado (si es religioso, da más puntos en la escala de postureo) y una vida de apariencia con coches fastuosos y actividades lúdicas de gran inversión aunque luego debas dinero en la tienda o el supermercado del barrio por meses (es así, no exagero).

Bien llevado, el postureo es todo un estilo de vida, educado, en cierta medida glamuroso y con cierta posibilidad de ascenso social. Lo malo es cuando estos individuos se creen que simplemente con "tener" o disfrutar por una horas de estas situaciones de cierta exclusividda ya tienen el camino abierto para hacer lo que les venga en gana y acaben rayando la mala educación, como ayer pudimos comprobar sobre todo en la segunda parte de la gala.

Es ahí cuando esta gente de apariencia falsa demuestran que, (como dice el refrán, "aunque la mona se vista de seda, mona se queda"), su educación deja mucho que desear y en realidad son un claro ejemplo de "chonismo" barriobajero al más puro estilo "Mujeres y hombre y viceversa". Como os decía, en la segunda parte de la gala hubo entre el público energúmenos que, después de la presentación de cada número, empezaban a gritar frases al estilo de "¡Ánimo, Nereaaa!", "Vamos, Lucíaaaa", por citar solo unos nombres, en medio del anonimato que da la oscuridad, con silbidos chabacanos e incluso algún grito del tipo "Venga, cachondaaaaa" (verídico) al salir unas mujeres vestidas con prendas cortas para un baile latino de parejas. Sinceramente, vergüenza ajena. Llegó a tal punto la arenga individual en cada número que ya hartos de oirlos en una de esas presentaciones otra voz esta vez más cuerda que todos ellos llegó a espetar un "¡Ánimo todaaas!" después de oir los respectivos gritos con nombres como Vanessa, Patri o lo que fuera. Sinceramente, para sacarlos del local por dos guardias de seguridad y no dejarles entrar de nuevo en 25 años porque desde luego fue bochornoso.

Todo esto entremezclado por supuesto con fotos y vídeos con flash (a pesar que al inicio de la gala una voz en "off" advirtió de poner los móviles en silencio y no utilizar el flash) desde los móviles de última generación, llegando al extremo de ver como en la fila de atrás a donde yo estaba sentado dos mujeres se pusieron a ver uno de los vídeos que habían grabado a todo volumen cuando la misma voz en off presentaba para toda la sala el siguiente número. En fin, educación y cultura, poca, a pesar del postureo.

Por desgracia, hay mucho que educar. Y cada día se nota más ese empoderamiento que da tener un poco de dinero para comprar lo último en moda, tecnología, automoción o deporte pero nada de cultura. Vivimos cada vez más en el "primero yo, luego yo y para terminar yo", entendiendo como "yo" lo que es "mi mundo, el de mi hija/hijo que baila hoy y pago una entrada para grabarla y que sea feliz". El caso es que ayer bailaban 350 hijos e hijas y viéndolos estábamos 350 padres, 350 madres, abuelos, abuelas, hermanos y hermanas, etc. Es decir, una COMUNIDAD de personas que se supone compartimos un vínculo que es que nuestros hijos e hijas tengan una formación artística en danza. Pero no. Tuve la triste impresión de que lo que menos importaba ayer era eso precisamente, el ARTE de BAILAR, la emoción de hacer algo en grupo y que salga bien porque aunque pasen siglos, A Coruña seguirá siendo una ciudad líder mundial en postureo tendente ya al más cutre "chonismo". ¡Qué pena!