domingo, 25 de junio de 2017

50 AÑOS DEL BARRIO DE LAS FLORES

Es mi barrio. El lugar donde me crié y en donde viví hasta los 21 años que aprobé la oposición y empecé a trabajar como profe. Este año cumple 50 años de sus primeros moradores, un barrio que fue creado como un lugar no solo de vivienda sino de esparcimiento y con una concepción bastante avanzada para aquellos años 60 de la dictadura. Las primeras viviendas fueron entregadas por el dictador Franco en un acto que llegó a salir en el NO-DO y desde entonces el barrio ha tenido su peculiar idiosincracia y podríamos decir que hasta sus propias leyes no escritas.



Es un barrio de viviendas sociales, eminentemente obrero donde viví momentos entrañables. Un barrio en el que todavía persiste esa unión de vecindario de la que todos fuimos partícipes en nuestra infancia. Mi barrio es un privilegio para una ciudad como A Coruña. Prácticamente no hay tráfico interior y sí muchos espacios verdes, plazas de juego sin coches que en mi infancia aprovechábamos para jugar a todo tipo de entretenimientos. En estas fechas las hogueras de San Juan eran la envidia de muchos otros barrios de la ciudad porque teníamos espacio de sobra para hacerlas sin ser un peligro y todas las pandillas de los distintos bloques competíamos entre nosotros para conseguir la hoguera más grande. Nos juntábamos decenas de chavales que durante semanas carretábamos madera desde sitios bastante alejados, los vecinos tiraban muebles viejos, asábamos sardinas en metálicos de colchones y era una auténtica fiesta todo. Y aquí estamos, vivos y con buena salud.

Tendría para escribir miles de momentos de esas fechas, de hace 30 o 40 años, que darían como mínimo para otro blog específico porque este Barrio es uno de los que tiene más sentimiento de pertenencia de sus vecinos dentro de la ciudad, a pesar de ser un barrio de acogida de la época del desarrollismo. Su peculiar estructura y sus límites claros contribuyen a ello, porque está completamente rodeado por una ronda compuesta de varios tramos de diferentes avenidas, como podéis ver aquí.



Mi barrio tiene además edificios con construcciones muy peculiares. Unos bloques que dan a la avenida situada en la parte derecha del plano son ejemplos arquitectónicos que se podrían incluir en el Patrimonio de edificios singulares porque llegaron a ganar premios por su diseño en certámenes internacionales. La "Unidad Vecinal nº 3" de José Antonio Corrales es arquitectónicamente hablando un gran ejemplo y toda una innovación para aquellos tiempos. Yo entré alguna vez en sus viviendas y de verdad que llaman la atención por su estructura, paredes móviles, conexión entre los bloques, usos comunes, etc.



Bueno, hablar de mi barrio da para mucho y hay cientos de páginas en Internet sobre ello, grupos de facebook, blogs, etc. La cuestión es que hoy salió en el periódico principal de Galicia un artículo hablando de la dejadez del gobierno municipal de A Coruña en su mantenimiento.




Y yo lo corroboro porque justo al lado de esa foto está el bloque donde yo me crié y viven mis padres. La nombrada Plaza de los Fresnos (otra peculiaridad de este barrio es que las calles tienen nombres de flores y las plazas de árboles) la conocemos tradicionalmente por la "Plazoleta del Oza Juvenil", que es un equipo de fútbol local que tiene justo el local social en los bajos del portal de mis padres. Es curioso porque cuando veniamos en taxi a casa siempre decíamos esa dirección, usando la peculiar palabra "plazoleta", porque para todos es más fácil expresarse así que por el nombre de las calles, que vuelve locos a carteros, repartidores, taxistas y demás ya que el barrio no tiene calles como tal, sino una estructura organizada en bloques numerados desde el 1 al 56 (el nuestro). os aseguro que ni yo mismo soy capaz de situar los 56 bloques correctamente porque en esa concepción vanguardista que supuso la construcción del barrio también había bloques exclusivamente dedicados a locales comerciales que en los primeros años daban mucha vida al barrio pero hoy en día están prácticamente sin actividad comercial. Una anécdota: mi madre compraba en una carnicería situada en uno de esos locales y tenía muy buena relación con Rosario, su propietaria. Con el tiempo me comentó mi madre que esa mujer era la madre de la conocida y ya fallecida Rosalía Mera, ex-mujer de Amancio Ortega y una mujer emprendedora que llegó a ser de las de más fortuna de España no sólo por su participación en Inditex sino también por sus propias empresas. 

Volviendo al tema de la noticia, lo cierto es que el barrio fue objeto de diversas reformas internas llevadas a cabo, sobre todo, durante la etapa socialista que gobernó A Coruña durante 28 años, con Francisco Vázquez y Javier Losada como alcaldes. Recuerdo la inauguración del polideportivo por parte del primero de ellos en los años 80 y recuerdo también hablar con Losada delante de la plaza de mi bloque cuando se estaba reformando, atendiendo a las inquietudes de los vecinos y apuntando sus sugerencias, ya por entonces reclamando accesibilidad a los portales de los edificios porque la población estaba envejeciendo, además se acercó a mi madre que venía de comprar y fue muy amable con ella, mucho antes de estar yo vinculado al PSOE local; lo cierto es que las obras se hicieron y muchos espacios interiores no son ni de lejos lo que eran hace 20 o 30 años.

Pero ahora, a punto de cumplirse los 50 años de su inauguración, se lleva reclamando una ARI (Área de Rehabilitación Integral) que no llega y muchas competencias municipales como limpieza dejan mucho que desear, que es de lo que trata la noticia. Yo mismo fotografié el año pasado una rata entre la maleza de la ya citada "plazoleta" donde hay bastantes plazas de aparcamiento e incluso recibí la propuesta de un periodista local de hacerlo público con una entrevista. Lo cierto es que notifiqué al Concello la situación de suciedad y dejadez y en pocos días vinieron a limpiar, pero después de casi un año volvemos a lo mismo. Aquí os dejo dos fotos sacadas hace un par de semanas y que apoyan lo publicado en la noticia anterior




La verdad es que este barrio es peculiar dentro de la ciudad y el que antaño quedaba un poco alejado del centro y tuvo ciertos problemas de delincuencia, hoy es un oasis verde y remanso de paz en A Coruña, envidiado por muchos por tener muy cerca servicios administrativos, mercado, colegios, las vías de salida de la ciudad y mucha zona verde. Pero todo esto hay que mantenerlo y hacerlo viable, cuidando sobre todo esas zonas verdes y favoreciendo la movilidad y accesibilidad de sus vecinos, como he dicho en su mayor parte ahora personas mayores. Hace unos tres años un grupo de jóvenes se propusieron hacer "renacer" el barrio con iniciativas como el "Mercado das Flores" pero no hubo un posterior apoyo por parte de los gobiernos locales, primero del Partido Popular y ahora de Marea Atlántica. A ver si con el 50 aniversario las autoridades empiezan a ponerse las pilas, aunque ahora es urgente la limpieza de la maleza ante la llegada del calor y del verano, sobre todo para que no nos invadan los simpáticos "roedores" que no son bienvenidos por aquí.

Mientras, aquí estaré para seguir denunciando su deterioro y para reivindicar la memoria colectiva de varias generaciones que aquí nos criamos y por un barrio por el que seguimos teniendo un vínculo muy especial.







martes, 20 de junio de 2017

DE NUEVO, PORTUGAL, CON TRISTEZA

En un mes se pasó de la euforia a la tristeza mas infinita. Portugal de nuevo es portada pero esta vez por algo trágico. El pasado sábado un incendio con las características de "explosión ígnea" provoca la muerte de 64 personas, la mayor parte de ellas en una carretera por la que pretendían huir y se convirtió en una trampa mortal. Y el fuego, tres días después, sigue y puede seguir dando disgustos. Esta vez no ha sido un atentado, no ha sido algo provocado, sino de nuevo la naturaleza que no deja de tener su lado más aterrador provocando tanta muerte y destrucción.

Las imágenes que hemos visto estos días utilizando incluso nuevas tecnologías como una cámara en un dron son espeluznantes. Los coches calcinados, con las ruedas enterradas en ceniza en la carretera mortal, encogen el alma. Familias enteras murieron en sus coches y nuestros vecinos están viviendo aún esa pesadilla con una resignación admirable. Una de las características del pueblo portugués es su humildad y su vivir en un estado de cautela y "saudade" permanente ante lo que les da la vida, ese sentir que tan bien recoge la música de los fados, ese hado desgarrador que siempre está en sus vidas. Y siendo gallego su dolor es también el nuestro. Porque España nunca fue justa ni generosa con Portugal, pero Galicia sí. Siempre hubo mucho desprecio a "los portugueses" pero para un gallego es un pueblo hermano, con el que nos sentimos más identificados que con un andaluz, sinceramente. El otro día comentaba a un compañero de partido que yo me siento más unido a Portugal no por ser español, sino por ser gallego y esa unión es más fuerte que la que podamos tener con un habitante de cualquier otra región española, un valenciano o un extremeño, por ejemplo.

No hay respuestas ante algo que es natural pero claro, los supervivientes buscan ahora responsables de lo sucedido. Salen a la luz comentarios de que los bomberos no llegaron a tiempo, que no había agua suficiente, que los tuvieron aislados... ¿y qué se puede hacer? Tal y como han contado los hechos el fuego fue provocado por un rayo que prendió en un árbol seco. Debido a las altas temperaturas de los últimos días la propagación fue como una bomba y unos vientos que cambiaron de dirección de la forma más inesperada produjeron el cóctel mortal. Y desconsuela ver a mujeres supervivientes, de zonas rurales, decir en voz alta ante las cámaras "isto foi coisa de Deus" con una letanía propia de cualquier sentimiento religioso. 

Galicia está ayudando a Portugal en esta nueva desgracia; España también. Pero el dolor tardará en mitigarse. Mientras, surgen héroes y heroínas, como la chica que salvó a su familia metiéndolos en un tanque de agua sumergidos hasta que pasaron las llamas por encima de ellos; y los bomberos portugueses, que tienen una característica peculiar, son voluntarios que participan en la extinción de incendios y por lo que me han dicho su formación es muy básica y ante un fuego de estas dimensiones sus recursos para atacarlo son limitados. La imagen viral que da la vuelta al mundo es la de su descanso en cualquier sitio tumbados y durmiendo extenuados.


Así que alerta también por aquí. Estamos viviendo estos días previos al verano con un calor inusual para estas fechas. Pasar de 30º en Coruña es algo extraordinario, con un calor pegajoso y extenuante. En los colegios los niños no aguantan estas temperaturas para trabajar y no quiero ni imaginarme como será en lugares como Badajoz o Córdoba. Y dicen que continuará y que el verano será de nuevo asfixiante. Y como somos en cierta manera muy poco cuidadosos con nuestros montes, pues esperemos que tengamos una estación con pocos incendios, aunque todos sabemos que aquí la mayoría son provocados por intereses oscuros y para beneficio de unos pocos.

Solo deseo que Portugal vuelva al camino de la alegría y del éxito, están demostrando mejor que otros países cómo salir de una crisis que los hundió dentro de la UE, con una alianza de izquierdas, combatiendo la corrupción y avanzando desde este extremo de Europa. Y en 2018 tiene una cita importante celebrando Eurovisión que colocará al país en el punto de mira de todos, un examen no oficial de su capacidad de gestión y organización. Desde Galicia estamos siempre con Portugal muy presente y deseando ese progreso porque siempre mejorará nuestra relación económica, social, cultural y afectiva. 


viernes, 9 de junio de 2017

LAS DONACIONES DE AMANCIO ORTEGA

Lo más debatido hoy en las redes sociales e informativos ha sido la noticia de que una de las personas más ricas del mundo, el gallego Amancio Ortega, fundador y propietario mayoritario de la multinacional INDITEX ("por 25 pesetas, dígannos empresas comerciales cuya matriz sea Inditex. Un, dos, tres, responda otra vez"), ha donado 320 millones a la Sanidad Pública para comprar equipos de radiodiagnóstico para combatir el cáncer.

Al instante empiezan las redes sociales a arder con todo tipo de comentarios, a favor y en contra. Y yo me postulo, de entrada, a favor, aunque haya gente en las redes que me ponga "a caldo" porque lo que ven aquí es simplemente una operación de marketing del sr. Ortega, empresario que, por otra parte, da trabajo a miles de familias en el área metropolitana de A Coruña.

Me indigna la inquina que muestran algunos en contra de esta medida. Y puede que tengan razón, desde luego hay argumentos que plantean con mucho tino. El principal es que la Sanidad pública debe financiarse con los impuestos de los contribuyentes y no con donaciones que probablemente tengan un cierto halo de "caridad", aparte de suponer un encumbramiento de la figura de Amancio Ortega. Por cierto, me gustaria recordar que este hombre siempre se caracterizó por su discreción en los medios de comunicación, yo creo que nunca lo vi en una entrevista y todo el mundo sabe en A Coruña y su entorno que lo que tiene se lo ha trabajado desde joven, llegando incluso a aparecer por alguna de sus tiendas en horario laboral y sin previo aviso para hablar con sus empleados y comentar incidencias del día a día. Básicamente, humildad.

El argumento principal en contra de su donación lo podéis leer aquí

Ahora pasemos a la parte práctica del asunto. Es cierto que las políticas neoliberales están desmantelando los servicios públicos en especial la Sanidad. Hace poco asistí a una charla de la Plataforma Pola Defensa da Sanidade Pública en la que sus ponentes expusieron claramente que nuestro sistema sanitario no les compensa a las grandes compañías porque no pueden sacar tajada. Y pusieron ejemplos de lo que cuesta, por ejemplo, una operación de apendicitis en España, en Estados Unidos o en Holanda. llegando a haber diferencias de 10 veces más el coste en EE. UU. También de cómo en los últimos años la visibilidad y publicidad de las empresas de seguros médicos privados es más evidente, amparadas por la campaña de aniquilación que el gobierno del Partido Popular lleva a cabo contra la Sanidad pública y que se centra en reducción de personal, cierre de camas en verano, listas de espera más largas, etc. Y es bastante creíble lo que los profesionales dicen, que no es cuestión de materiales, sino de que tienen unas jornadas de trabajo demoledoras, con reducciones de productos consumibles y con una externalización de servicios intolerable. La situación, desde luego, está mal porque ya se han encargado de ponerla mal quienes gobiernan desde hace unos años. Pero llega el sr. Ortega, hace esta donación y lo que estaba estancado o en deterioro, se renueva. Desde luego el momento es más que oportuno y probablemente él no lo haga simplemente por ser un buen filántropo, sino también porque sacará un beneficio de ello, no necesariamente económico, que también es posible.

Pero la consecuencia práctica es que si en un hospital hay una lista de espera de un mes porque solo funciona un aparato radiológico, con la instalación de otro más la reduciríamos a la mitad. Sé que este argumento es muy simplista, pero al enfermo que está en esa lista no creo que le importe el origen del aparato que le hace el diagnóstico, venga de D. Amancio o de nuestros impuestos. Y no le deseo ningún mal a nadie, pero me gustaría saber la reacción de los que tanto critican al empresario si se vieran en la tesitura de tener a un familiar, conocido o ellos mismos en esa lista de espera, ¿preguntarían si el equipo que les hace la prueba es de la donación de Amancio Ortega y, en caso de serlo como son tan coherentes, dirían que NO los diagnostiquen? Han llegado a acusarme de demagogo por defender la labor altruista del dueño de Zara, pero la cuestión es que si informatiza todo el colegio de Arteixo hace unos cuantos años ya, está mal hecho; si construye una residencia para la Fundación Padre Rubinos de acogida a transeúntes, también está mal hecho; si se instalan en la ciudad de A Coruña contenedores para donar ropa usada destinada a esta fundación, también es criticable; y si dona 320 millones para luchar contra el cáncer, más criticable aún.

Así pues, que cada uno saque sus consecuencias. Algunas asociaciones de profesionales médicos han hecho públicos escritos criticando esa donación, pero las redes se han llenado también de comentarios que en algunos casos ya son virales. Me quedo con el que os pongo aquí y por el momento solo me queda decir, GRACIAS, sr. ORTEGA.