domingo, 8 de enero de 2017

LA VISITA DE RIGOR

¿Pensáis que voy a hablar de los Reyes Magos? Pues no, no toca. Además, no he tenido Reyes. Bueno, sí, en la última extracción de la Lotería del Niño sale el primer premio terminado en 54 y yo tenía un décimo terminado en 54, así que 120 €. Lo único (y no está mal) que he tenido de regalo, aunque si hay suerte el 2017 puede ser un año interesante, ya se verá que solo llevamos 8 días.

Pero volvamos al título de la primera entrada de este año en el blog: LA VISITA DE RIGOR. Seguro que pensáis que he tenido que ir a ver a una tía-abuela que está muy mayor y que es un poco cascarrabias, o al padre de una amiga que pregunta por mí cada año desde que estuvimos en la Universidad. Pues tampoco. La visita de rigor es la que te hace temblar, te pone los ojos vidriosos y sientes que ardes: LA GRIPE

Y no la he cogido yo, por suerte. Estamos en plena epidemia de gripe en Galicia y parece ser que es muy virulenta porque no ha habido un frío severo y el buen tiempo agudiza los efectos del virus, aun estando vacunados. La han pillado mis padres y más gente mayor que conozco en el barrio. Desde el día 30 están los pobres metidos en casa y sin verlos por temor a que nos contagien, así que el día de Nochevieja la cena la hicimos la familia de mi hermano y mis hijos y yo en mi casa, cocinando mi cuñada y yo desde las 6 de la tarde un menú que ni en los mejores restaurantes:

- Embutidos ibéricos
- Canapés de salmón
- Pinchos de lasaña de berenjenas con queso de cabra
- Foundee a los tres quesos en bollo de pan gallego
- Carne asada a nuestro estilo
- Postres de Navidad y Tarta "de la abuela"
- Uvas de la suerte sin pepitas

Vinos Ribera del Duero, refrescos y sidra

¿Quién da más? La cena salió de vicio, os lo aseguro. Eso sí, a las 23:59 conectamos por Skype con el hogar paternal para tomar las uvas todos juntos, la verdad es que fue una entrada de año curiosa porque los viejiños amantados en el salón de su casa y nosotros aquí con toda la juventud de la familia, pero unidos, que es lo importante.

La cuestión es que la maldita gripe está colapsando los hospitales gallegos. La población en Galicia es tan mayor que al mínimo contratiempo de este tipo hay que acudir a Urgencias porque si hay un riesgo añadido puede haber problemas graves o incluso morirse (ya ha pasado con 4 personas, parece ser). El caso es que hace poco también tuve que ir a Urgencias con mi padre, aunque no por gripe, y no puedo dejar aparcado mi curiosidad observadora de todo lo que allí acontece mientras tratan a los pacientes. De entrada decir que un 10 por los profesionales de la Sanidad pública gallega, que atienden haciendo más de lo que se espera de ellos, a pesar de los recortes. Pero claro, cuando llegas a este servicio de uno de los hospitales de referencia de España como es el CHUAC (Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña) a las 19:15 de un lunes de diciembre, derivado desde el PAC (Punto de Atención Continuada) que tienen asignado mis padres y ves las causas por las que realmente la gente acude a Urgencias, empiezas a darle a la masa gris y dices "no podemos seguir con esta gestión, esto es más que inviable". 

El CHUAC atiende a una población de más de 500.000 personas en un área que coge bastantes municipios limítrofes de A Coruña y comarcas vecinas. Puede venir gente a Urgencias desde más de 60 km de la ciudad. Pero lo que hace que se colapse el servicio es que, por ejemplo, si una persona tiene una torcedura en los PAC de referencia comarcales no hay servicio de radiología y tienen que venir a Coruña, con todo lo que eso supone. Se atienden además urgencias oftalmológicas, de psiquiatría y no se cuentan las pediátricas que acuden directamente al Hospital Materno Infantil. Total, que la sala de espera de los acompañantes estaba a rebosar porque claro, mínimo vienen dos personas por paciente, ya es raro que venga una sola, y puede haber hasta tres o cuatro... ¡o más! Así que el ambiente era irrespirable y tranquilamente había, en las 5 horas que estuve con mi padre, más de 60 pacientes siendo atendidos. Una auténtica locura, eso sin contar los que ya habían ingresado en horas previas.

¿Cómo se sostiene económicamente todo esto? Cada vez que recuerdo que en Holanda ir a Urgencias estaba casi que prohibido a no ser que te estuvieses muriendo y aún así con la tarjeta de crédito en la boca o no te atendían, veo que desde luego prefiero nuestro sistema sanitario, sobre todo por la profesionalidad de los sanitarios, pero a mi modo de ver hay cosas que cambiar. Por una radiografía de los dedos no puedes venir desde 60 kilómetros a la capital, esperar mínimo dos horas para decirte si hay algo o no, ese tipo de asistencia hay que descentralizarla. De hecho, a mi padre ya le habían hecho pruebas en su PAC (para los de Coruña, la Casa del Mar), pero como aparece como usuario de un programa de atención a pacientes con problemas coronarios que se llama "Alerta Corazón" (y que no es un programa de televisión de cartas de amor), el protocolo lo deriva, aunque las primeras pruebas den perfectas, al hospital a descartar cualquier tipo de problema. Es decir, la cadena funciona a la perfección, porque además desde la Casa del Mar al CHUAC lo llevaron en ambulancia medicalizada con un médico, una enfermera y un auxiliar, para una distancia de poco más de un kilómetro y yendo yo detrás en mi coche. Es eficiente, ¿pero es estrictamente necesario? Porque además en el hospital le hicieron más pruebas que siguieron dando perfectas, lo dejaron en observación toda la noche, le repitieron analíticas por la mañana y le hicieron una prueba de esfuerzo,   con la suerte de que estaba de turno una cardióloga que conocíamos porque era de nuestro mismo portal y la conocemos desde que nació. ¿Qué más se puede pedir?

Así fue, que por la mañana yo me fui a trabajar y mi padre quedó solito en el hospital y cuando le dieron el alta se vino para casa en el bus urbano, sí señor, ni taxi ni nada, independencia y autonomía. La verdad es que por estas cosas le envidio, yo soy más "quejica", no sé yo si cuando tenga 80 años (casi casi 81) vendrían mis hijos a recogerme o me las tendría que apañar.

En definitiva, BRAVO por nuestra Sanidad, BRAVO por sus profesionales, MAL por los gestores y REGULAR por muchos acompañantes de los pacientes que molestan más que ayudan y por cuestionar el trabajo de los sanitarios, hay que educar mucho a las personas para hacer un buen uso de los servicios públicos y no abusar de ellos, en eso sí que envidio lo que veía en Holanda, aunque ya es algo más de civismo y educación ciudadana. De todas formas, cuanto menos vayamos a Urgencias,  mejor. ¡¡Salud para todos en 2017!!


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