domingo, 30 de agosto de 2015

¡EUROPA, DEJADNOS PASAR!

Estoy indignado. Ver determinadas imágenes o leer diversas noticias referidas a la crisis migratoria que estamos viviendo, me saca de mis casillas. Hoy ya no he aguantado y me pongo a escribir, después de ver en Facebook imágenes de niños y niñas sirios, iraquíes, palestinos, afganos... ahogados en una playa del Mediterráneo. No las pongo aquí por respeto a su ya denostada imagen, pero ganas tengo, para remover conciencias y para coger a Merkel, a Hollande, a Rajoy, a Tsipras, a Cameron o a Renzi de lo suelos y llevarlos a las fronteras de espino, a las playas plagadas de cadáveres.

¿!!Pero esto qué es!!? Llevamos meses viendo naufragios de barcos (si se les puede llamar así a esos ataúdes flotantes) con 700, 800 inmigrantes que terminan su calvario en el fondo del mar; las fronteras de Macedonia y Grecia o Hungría y Serbia con miles de inmigrantes pidiendo de rodillas "déjennos entrar, por favor". Familias enteras, abuelos, padres y madres, niños y niñas hambrientos, angustiados, con solo una mochila al hombro. SERES HUMANOS, PERSONAS que escapan de una guerra, del terror para tener una vida digna.


Esta imagen es de la estación de Gevgelija, en Macedonia, el nuevo punto caliente de la oleada de inmigración. Esta escena no ocurre en India, ocurre a 2000 km de aquí, a pocos km de la frontera de la UE. Y aunque ocurriese en otro continente... ¿no hay que plantearse algo? Gente luchando por un hueco en un tren que los lleve a Belgrado, de ahí a la frontera de Hungría y de ahí a Alemania, Holanda, Bélgica... Pero las cosas no quedan ahí. El gobierno húngaro decide colocar un muro al estilo del que ellos padecieron con el "Telón de Acero" hace ahora 26 años y alambre de espino con unas concertinas infernales. Y las PERSONAS buscando agujeros para poder pasar y echar a correr.


Están acostumbrados a huir, a huir del terror, de la guerra, de las atrocidades de grupos terroristas islámicos en sus países y llegan pidiendo acogida. Mientras, los europeos preocupados porque hoy no ha salido el sol y no nos podemos bañar en la playa, habiendo pagado un pastón por el apartamento o las vacaciones. ¿De verdad que tenemos algo de ética?

Y todavía hay quién ha manifestado en mi Facebook que no se les debe dejar pasar, que arreglen lo suyo en sus países de origen. Uno de estos "opinadores" que me ha estado siguiendo desde hace unos meses es un señor inmigrante español en Londres que ha llegado incluso a decir que en Alemania "los meten directamente en la cámara de gas". Llegó a un punto la conversación que le dije que si seguía opinando así, no le permitiría publicar nada en mi muro y le bloquearía porque sus comentarios eran altamente xenófobos, aunque en su defensa diré que el sentir general de mucha población del Reino Unido es ese, que nosotros no tenemos que hacernos cargo de su atención sanitaria, de su acogimiento, "¡no con mis impuestos!". Tendría que haberse quedado él cuando emigró "luchando" contra su país, contra una dictadura que le hizo emigrar. ¿Cómo es posible que no lo entienda, que no entienda que hay que ayudar, que existe la SOLIDARIDAD?

Sé que alguno podría decir: "Bueno, Alfonso, si tanto te preocupa, acógelos en tu casa". Sí, muchos pondríamos excusas. Pero si hubiese posibilidad de ayudarles voluntariamente y de una manera organizada por mi ayuntamiento o comunidad autónoma, lo haría con gusto, sobre todo por los niños. 

Mientras, las mafias se aprovechan de los pocos recursos de esta gente para introducirlos como sea en territorio UE. Hace dos días en un camión aparecieron 71 cadáveres ya en territorio austríaco, con su conductor desaparecido; cada vez que abrimos un periódico on-line, una nueva noticia de muerte y desesperación vuelve a revolverte las tripas, situándote en no sé que playa de Libia, Túnez, Grecia... o en cualquier autopista de Eslovaquia, Hungría o Alemania. ¿De verdad es tan difícil llegar a un acuerdo europeo en esto? Muchas preguntas sin respuesta. 

Mi llamada es a los gobiernos de toda Europa, preocupados ahora por China y por Grecia y porque la economía puede volver a entrar en recesión. Entonces ¿qué hacemos? ¿Los dejamos morirse a las puertas de Europa? ¿Los devolvemos a Siria para que una bomba acabe con ellos en segundos o los degüelle algún fanático islamista? ¿Los volvemos a poner en un barco para que naufraguen en cualquier punto del "cementerio" Mediterráneo"? Necesitamos respuestas YA, necesitamos que las administraciones de cada estado organicen estas familias, por lo menos en un primer momento de crisis, una alimentación, una asistencia sanitaria básica. Después, es evidente que no puede haber trabajo para todos, que no podemos transplantar la población de cualquier país africano a la Unión Europea, pero no podemos fomentar la xenofobia y combatirlos con escudos policiales, alambres de espino o muros. Es una CRISIS y hay que actuar, pero no con barreras, sino con los brazos abiertos.


lunes, 24 de agosto de 2015

ORQUESTA SINFÓNICA DE GALICIA

Me he dado cuenta antes de escribir esta nueva entrada que nunca dediqué un post específico del blog para hablar de mi ciudad, A Coruña. Le he ido citando muchas veces, pero nunca en profundidad. Algún día me pararé y contaré lo que para mí significa mi ciudad. Agosto es el mes de las fiestas en Coruña y aunque este año han sido unas fiestas marcadas por la austeridad después del cambio político por las elecciones municipales, siempre hay unos actos que son considerados "clásicos" y que atraen a mucha gente, tanto residentes como foráneos. 

Uno de ellos es el concierto que desde hace un tiempo celebra en la plaza de María Pita nuestra orquesta sinfónica. Y digo nuestra porque la sede de la Orquesta Sinfónica de Galicia está aquí, en A Coruña. El pasado viernes asistí a él con mis hijos porque prometía ser, como siempre, un buen espectáculo. Fue anunciado ya en el programa de fiestas y también en los días previos en los medios de comunicación, pero lo que más atraía eran las obras que se iban a interpretar. Era un concierto dedicado íntegramente a bandas sonoras de cine y su publicidad vaticinaba un duelo entre su director y un mítico personaje de ficción, Darth Vader.



Como se preveía una afluencia masiva, ya desde una hora y media antes estuvimos por la plaza. Ya había gente sentada en las primeras filas, así que a eso de las 20:10 (el concierto era a las 21:00) hubo que ir a sentarse porque corrías el riesgo de quedarte sin asiento. Os aseguro que el lleno fue total, que quedó gente de pie tras las vallas y que los guardias de seguridad tuvieron que intervenir en algún caso con gente que tenía sillas reservadas y fueron advertidas que tenían que venir la gente a ocuparlas. Detrás de mí una señora se enfrentó a otra que tenía reservadas tres sillas cuando la primera le dijo que ella se iba a sentar porque no se podían reservar. El guardia de seguridad tuvo que decirles que por favor no llegasen a las manos, pero tanto la una como la otra se salieron con la suya, la que quería sentarse se llevó una de las sillas y la otra salió rauda a buscarse otras y traerla a donde estaba ella porque vendrían posteriormente dos amigas. Todo muy "coruñés", la verdad.

El caso es que el concierto empezó, pendientes también de un amigo que toca en la orquesta y que veíamos a lo lejos, ya que es el percusionista. Su director, Dima Slobodeniouk, a quien veis arriba al lado de Darth Vader, lleva varios años como titular y desde luego supo meterse al público en el bolsillo. Dentro de los músicos de la orquesta encontramos personas de muchas nacionalidades que han tenido en Coruña su lugar de trabajo y de asentamiento familiar. Así, es sabido que hay músicos de los lugares más insólitos del planeta, desde Estonia a Corea del Sur, que han hecho aquí su vida y que por lo que sé están encantados en nuestra ciudad.

"Piratas del Caribe" fue la primera pieza, a la que luego siguieron "Vértigo" o "Forrest Gump", Pero todos sabíamos que la pieza estrella sería "Star Wars" porque ya en los minutos previos al inicio varios caballeros imperiales circulaban por la plaza, la princesa Leia y algún personaje más de la saga galáctica. Después del descanso, vemos salir a Darth Vader con su espada láser para hacer de director y a los pocos minutos un caballero jedi con otra espada. Tienen su combate delante de los músicos y del público y la sorpresa se produce cuando el caballero jedi se quita su capucha y vemos que es el director. Mientras sonaban las piezas me imaginaba que una orquesta que ha puesto el nombre de mi ciudad en muchos lugares del mundo, debería tener una proyección aún mayor y, a pesar de que en Coruña es conocida, los colegios acuden a sus conciertos y ensayos en el período escolar y su repertorio es de lo más variado, este concierto en concreto debe convertirse en una cita imprescindible para los amantes de la buena música y que sirviese además para promocionar A Coruña como destino musical, al igual que ocurre, por ejemplo, con Viena y su concierto de Año Nuevo. A Coruña está en la recta final para convertirse en "Ciudad de la Música" en competición con Adelaida y Liverpool. Si se consigue, esta cita veraniega debe servir para atraer turismo, aparte de ser un gran momento de ocio para los coruñeses. Que el "Concierto del Cine" se pudiese instalar en las agendas de los amantes de la música y tener A Coruña como cita en el verano, sería un logro inigualable.

Siempre hubo en la ciudad una pasión por la música, en todas sus manifestaciones, desde la ópera hasta la música coral o la folclórica. Además, hay un Conservatorio de Grado Superior que ha formado a numerosos músicos que tocan en los lugares más insospechados del planeta, aparte de otras escuelas privadas o la propia Escuela Municipal de Música. Y la Orquesta Sinfónica ha supuesto desde su creación (por cierto, bajo gobierno municipal socialista) un empuje no solo cultural, sino también económico, para la ciudad. Ese empuje debe seguir y crecer porque, junto con el Dépor, ha situado en el mapa a nuestra ciudad. 

El concierto terminó, precisamente, con un guiño al deporte. Dima dirigió a la orquesta ejecutando el himno de nuestro equipo de fútbol, a punto de empezar la liga 2015-16, y enfundado en la camiseta y con bufanda deportista. Señas de identidad para esta ciudad que es un referente y del que nos sentimos orgullosos los que somos de aquí. Esperemos que el año que viene volvamos a oír otras bandas sonoras y que la música de la OSG nos acompañe a lo largo de la nueva temporada, que empieza... YA!!!


jueves, 20 de agosto de 2015

WHATS APP

¿Qué sería de nosotros hace, pongamos, 5 años, sin whats app? Si tuviéramos que escoger un invento para esta década de los "10" yo creo que sería esta aplicación. Es impresionante cómo algo tan sencillo nos ha cambiado la vida porque es raro ya encontrar a alguien que tenga móvil y no use esta herramienta de comunicación. Con ella podemos contarnos la vida al segundo, compartir campañas solidarias, reinos con vídeos que nos mandan o compartir fotos de lo que hacemos instantáneamente con cualquier persona en cualquier parte del mundo. Sí, estamos completamente enganchados al whats app y para los que lo han creado seguro que ha sido el negocio más rentable que han hecho en su vida.

Y os preguntaréis por qué me ha dado por escribir sobre esto: Pues sencillamente porque mientras estoy en el salón de mi casa, el móvil suena cada pocos minutos con una señal de aviso de que entra un mensajero. Amigos y grupos ya ni siquiera llaman por teléfono, quedas por el "whats" para tomar una caña o para organizar un encuentro, una reunión familiar o incluso una campaña electoral. Lo de los grupos de whats app es de analizar. En los colegios los padres de cada curso forman su grupo muchas veces para "poner podres" a los profesores que imparten clases a sus hijos o para criticar a tal o cual persona de la comunidad educativa. A decir verdad, la herramienta me parece muy práctica pero como todo, si le hacemos buen uso porque si se lo hacemos malo...

He leído que los adolescentes (y no sólo los adolescentes) se enrollan y se dejan por whats app, que se pierden amistades, que se crean confusiones, que te alegran el día o que te felicitan por tu cumpleaños cientos de personas que el resto del año ni se acuerdan de ti. Yo lo he comparado a veces con un "reality show" mundial, ya que lo que tú estás haciendo, por ejemplo, en el salón de tu casa en segundos lo saben en la Polinesia Francesa. Durante el verano es como viajar por medio mundo con las fotos que te mandan. Hoy, sin ir más lejos, he recibido fotos de Madeira, Segovia o Bragança y hace unos días de Copenhague. Es lo que tiene la globalización.

Y luego están los emoticonos. Eso sí que da juego. Desde la "folclórica" bailando hasta la "caquita", que parece ser que hubo una campaña para que se incluyera. He visto incluso hasta un cómic infantil protagonizado por la "caquita" en cuestión. Y es que no se puede negar que forman parte del lenguaje de los niños y que entienden perfectamente el significado de cada uno de ellos, ¡¡y mira que hay!! Si hasta han hecho pasatiempos con ellos para adivinar nombres de películas, canciones o títulos de libros. ¡¡Y la foto del Che Guevara!! ¿Realmente hay gente tan ociosa?



Buscas la mejor foto para poner en tu perfil, ideas nombres atractivos para los grupos de los que formas parte, pones la frase más interesante que te identifica... en definitiva, pasamos horas pendientes de los comentarios que recibimos y de los que nos cuentan. Hablando en primera persona, no soy consciente de las veces que miro el whats app a lo largo del día, pero muchas. Pero sí que una aplicación como esta requiere un tiempo para tareas complementarias, por ejemplo, borrar las fotos que se acumulan para no saturar la memoria del teléfono, guardar las que nos gustan o compartirlas. Y ya en algunos sitios empiezan a surgir carteles para no usarlo mientras te tomas el café con un amigo o amiga. Hablar con él/ella no deja de ser la mejor forma de comunicarse porque hay más que palabras, hay gestos, hay sonidos, hay aromas, hay miradas, hay tacto...

En este punto y aparte he ido a coger el teléfono porque mientras escribía los párrafos anteriores ha sonado como unas 6 veces la llegada de un mensaje. Y os lo voy a contar en vivo y en directo: desde la última vez que miré el teléfono, poco antes de las 8 de la tarde, han llegado 80 mensajes, la mayoría de un grupo. Os puedo asegurar que hay días que los primeros mensajes aparecen minutos antes de las 6 de la mañana y los últimos pueden llegar en torno a las 2 de la madrugada... Un poco locos estamos todos.

Y he vuelto a parar porque contesté a un grupo y una amiga que acaba de llegar de crucero me estuvo contando sus peripecias. Si es que de una manera u otra TODOS estamos más que enganchados al whats app, desde niños (que tampoco entiendo qué hacen con un móvil, pero esto es ya imparable) hasta ancianos de 80 y más años, compartiendo al minuto nuestras vidas. Así que sabe dios qué nos deparará la tecnología en el futuro, pero si hubiésemos pensado en esto hace, eso, 5 ó 10 años, no lo hubiésemos creído y hace 20 ni te cuento. Y curiosamente, ayer estuve con un matrimonio que nos conocemos desde que éramos adolescentes y recordábamos cómo hacíamos para quedar, los conciertos a los que íbamos en este mes de fiestas en Coruña, el pandilleo los sábados haciendo nuestro "botellón" particular en una casa o en un pub, sin malos rollos, y coincidíamos en que ojalá volvieran aquellos tiempos, a pesar de todo creo que éramos más felices. En fin, la ciencia avanza y nosotros con ella, siempre esperando que no nos despersonalice más. 



domingo, 2 de agosto de 2015

TERROR INCOMPRENSIBLE EN MORAÑA

De nuevo, el terror expresado en un crimen aborrecible, vuelve a poner a Galicia en las portadas de los periódicos. Si hace cerca de dos años pasamos semanas hablando del crimen de Asunta Basterra a manos de, presuntamente, sus padres, el último día de julio nos dejó unos titulares que estremecían a cualquiera. Brevemente: un padre degolla a sus hijas de 4 y 9 años para vengarse de su ex-mujer en Moraña (Pontevedra)

Llevamos dos días en shock. Moraña, un pequeño pueblo de interior, cercano a Padrón y que alguna vez visité, está estos días conmocionado. Dadas las características del suceso, la información de los detalles llega a cuentagotas, amparada además por el secreto del sumario. De entrada, cualquier crimen es reprobable; si a mayores las víctimas son niños, más; y si el asesino es uno de sus progenitores, ya poco queda qué decir. Las primeras informaciones hablaban de una situación de divorcio normal, con custodia compartida, sin denuncias previas de violencia de género; poco a poco se van conociendo cosas que podrían llegar a explicar (si es que existe explicación alguna a un hecho tan aborrecible) tomar una decisión así. Lo que convierte a estos casos en correveidiles de rumorología, de dimes y diretes acerca de los miembros de la frustrada pareja y lo que, al final de todo, acaba convirtiéndose en carnaza para programas de telebasura por los detalles escabrosos de la vida previa de ambos. 

No quiero con este post (ni con ninguno de los que publico, vaya esto por delante) pronunciarme a favor o en contra de algo o de alguien, simplemente son reflexiones que hago en base a lo leído y a lo vivido y experimentado por mí, para que no quepa lugar a dudas han muerto dos niñas a manos de su padre de una forma brutal y eso no tiene justificación. Sin embargo, las circunstancias que rodean a este terrible crimen son merecedoras del guión más macabro de una serie del tipo "Mentes criminales" o "CSI" y de seguro engrosarán la lista de la España negra.

Una pareja se casa, tiene dos hijas y viven en Moraña. Hasta ahí todo normal. Un buen día, el marido le dice a su mujer que quiere divorciarse porque se ha enamorado de un hombre. Así lo hacen, entran en un régimen de custodia compartida con sus hijas y sigue viviendo en el pueblo, y parece ser que enfrente de la casa de su ex-suegra. Esta familia no acepta esa condición sexual del padre de las niñas y supongo que habría todo tipo de reproches e insultos hacia él. Desde luego, teniendo en cuenta cómo es Moraña y una situación de este tipo, la decisión del padre de quedarse a vivir allí, por muy abiertos que seamos de mente, no me parece acertada. Él hace su nueva vida con sus hijas, su nueva pareja masculina y cualquiera se puede imaginar los comentarios de vecinos, conocidos, familia... al verlos pasear por el pueblo, en las fiestas (como dice que estuvieron el día anterior al crimen), etc.

En la prensa local se dice que "no hay denuncias previas de violencia de género"; sin embargo, en otros periódicos nacionales sí se comenta que el parricida llegó incluso a agredir a su médica de cabecera hace unos meses y que su personalidad era dominante y altiva, narrando también un episodio de actitud agresiva a su ex-mujer a la que ella quitó importancia. En todo caso, si esto era así, ¿por qué se le permitía entonces estar con sus hijas? Si yo compruebo que mi ex pareja tiene indicios de maltrato público o agresividad a personas del entorno social, ¿le dejaría estar con mis hijos? Todos los seres humanos tenemos momentos de enfado, ira, nerviosismo... en determinadas situaciones, pero si hay denuncias registradas yo creo que la cosa ya cambia.

Continuemos. La vida se desarrolla, entonces, con cierta normalidad para las dos niñas; una quincena con su madre (no se dice si ésta tiene nueva pareja o no) y una quincena con su padre, con una pareja nueva. Viven los días de verano con las típicas fiestas, se les ve por el pueblo, etcétera. El día del crimen, ocurrido al parecer en torno a las 11 de la mañana, el padre salió con sus hijas también de su casa, volvieron, puso música a todo volumen (hecho por el que también había tenido un altercado meses atrás con la Guardia Civil denunciado por sus vecinos) y a las 11'30 h. la música cesó. En ese tiempo parece que llamó a su ex-mujer y fríamente le dice que va a matar a las niñas y a continuación suicidarse. Llama también a la Guardia Civil para comunicar su macabra decisión. Saltan todas las alarmas, la mujer se desmaya en la calle ante lo que acaba de oír, los efectivos de la Guardia Civil acuden rápidamente a la casa del padre pero ya se encuentran con la escena, atroz e indescriptible: las dos niñas degolladas y el padre encerrado en el cuarto de baño autolesionado. A él le salvan la vida, a las niñas imposible. Son las 12 del mediodía de un viernes de fin de julio en un pueblo que es sacudido por tan brutal noticia, con el agravante de que las niñas, al día siguiente, volvían con su madre. 

A partir de aquí, los medios recogen el crimen haciendo ya sus primeros juicios y comparaciones con otros casos similares, pero lo que está de fondo es un tema de venganza, de odio. Pero a esa venganza, a ese odio se llega por algo. ¿Nadie notaba nada? ¿Las niñas no contaban a su madre algo que la hiciese sospechar que esto iba a ocurrir? Porque yo creo firmemente que ese padre atendía a sus hijas, las quería, él haría sus comidas, atendería su casa, se preocuparía por sus estudios... pero desde luego tuvo que ocurrir algún hecho, comentario concreto hacia él, comportamiento por parte de su ex-mujer o de su familia que le hiciese activar un resorte en su mente por el cual empezase a planear el crimen. ¿O es que salió de su casa a las 10 de la mañana con sus hijas y al regresar dijo "las voy a matar y me suicido"? No lo creo. Está claro que las situaciones de divorcio son traumáticas, que cada ruptura es un mundo y que no sólo se derrumba una pareja, sino todo su entorno más cercano, ambas familias, sus círculos sociales, etc. En declaraciones públicas de la alcaldesa del pueblo de Moraña, ella manifestaba entre lágrimas que era íntima de la madre de las niñas y de él también mientras estuvieron casados. Es decir, una situación dramática que tiene que tener una reflexión a nivel legal. Es evidente que no se puede impedir que una pareja se divorcie, pero que se necesitan una leyes justas y un acompañamiento en la gestión de esa situación por parte de profesionales, sobre todo en el caso de parejas en las que existen niños por medio. Porque del amor al odio, a la venganza, está visto que se pasa en minutos, por una mal gesto, una descalificación, una palabra mal dicha, un acto a traición. 

Yo mismo he vivido un divorcio, por mi parte ya sabéis todos los que me leéis que no deseado. Para mí ha sido la experiencia más traumática a nivel emocional que he sufrido en mi vida. Tampoco he tenido las herramientas ni las estrategias mentales desarrolladas para gestionarlo adecuadamente, aparte del derrumbe psicológico no sólo mío sino también de mis hijos, de mi familia, pero también de la familia de mi ex-mujer y de ella misma, sin dudarlo. En definitiva, una situación difícil ante la que la ley simplemente hace eso, legislar, sin entrar a valorar estado psicológico, emocional, etc., sobre todo después de producirse el divorcio.

Puede que lo que voy a decir sea algo descabellado, pero ante casos como el aquí narrado cada vez lo veo más necesario. Debería existir la obligación, sobre todo cuando hay hijos, de un seguimiento de su nueva vida y en nuevas estructuras familiares después de un divorcio, no sé si debería articularse como entrevistas con los niños y sus progenitores cada x tiempo, hasta que un profesional vea que, pasado el tiempo, ya no es necesario porque la situación está asumida y asentada. Yo afirmo y confirmo que en mi caso la situación no está asentada y no voy a negar que no se deba a que yo he puesto lo necesario por mi parte, pero que desde luego las cosas deberían ser de otra manera en beneficio sobre todo de los hijos, tanto a nivel emocional, legal, económico y operativo, y para conseguir todo esto hace también falta una legislación más acorde con la sociedad actual de todas las leyes que tengan que ver con una ruptura: divorcio, custodia, régimen económico, etc. 

No sé si llegaría para aplacar la venganza, el odio o las conductas agresivas que se originan hacia una ex-pareja con estas propuestas. El caso es que también en las aulas vemos casos que son atroces y que luego nos llevamos las manos a la cabeza cuando pasan cosas así. No exagero si digo que el 25% de los niños que están en los colegios viven una situación de padres separados con una casuística que aumenta y se diversifica rápidamente y que hay que tratar específica e individualmente. Lo triste es que cada año en España mueren niños a manos de sus padres o de sus madres (que también matan o maltratan, guste o no asumirlo) porque sienten que las circunstancias de su ruptura llegan a anular la definición de sus roles como padres o madres y hacen surgir ese odio atávico y esa venganza de instinto primario. Es un acto irracional, sí, pero se trata de que se eviten. Casos como éste o como el de hace unos años de José Bretón, el de Asunta Basterra o el de una madre de Murcia que también mató a sus hijos hace unos años, tienen que hacer reflexionar y no condenar desde el pensamiento primario a los ejecutores de los crímenes. Tal vez yo sea muy ingenuo u optimista, pero me niego a creer que una padre o una madre no quieran a sus hijos; si llegan a ejecutar un crimen deleznable, con daño hecho aposta es, desde luego, por la situación traumática que han vivido con su pareja o ex-pareja, por algo atroz que debe ser tratado y que ha perjudicado su mente. Sé que no es comparable, pero cuando se llega a matar a un ser querido, los mecanismos que se activan en la mente tienen que ser analizados y tratados. Pongo, por ejemplo, los casos en que hay personas mayores, casadas, con una convivencia pacífica, y que ante el diagnóstico de una enfermedad incurable para uno de ellos y sin ayudas externas, toman la decisión de poner fin a sus vidas, generalmente el hombre ayuda o mata a la mujer y luego se suicida. Hace poco hubo un caso así en Tarragona en el que, además, también llegaron a matar a una hija que tenían discapacitada. 

En resumen, que me niego a creer que esto haya sido el resultado de una locura momentánea, que un crimen de este tipo se gesta por algo, que el entorno de los implicados deben estar alerta ante lo que pueda suponer el más mínimo indicio de violencia, agresión o criminalidad. El tiempo irá desgranando detalles de la vida previa de este parricida y de su ex-mujer, de su relación ante y post divorcio; lo que está claro es que dos víctimas más, innecesarias, engrosan esa lista macabra de la violencia en el ámbito familiar. Ojalá sean las últimas, pero todos sabemos que no será así y habrá que buscar la manera de arreglarlo. Al final es triste decirlo pero todos somos culpables.

(Considero una cuestión de respeto no publicar ninguna foto relacionada con este hecho, así que simplemente un lazo negro en recuerdo de las niñas y de todas las víctimas de violencia familiar).