martes, 30 de junio de 2015

GREECE, ¿12 POINTS?

La situación creada en Grecia en los últimos meses preocupa. No voy a intentar explicar cómo se ha llegado a esta situación, creo que más o menos lo básico nos lo sabemos todos. Creo que nunca se ha hablado tanto de ese país en los últimos años como se ha hecho desde hace unos meses atrás. Hemos sabido de rescates, hemos sabido de deuda, hemos sabido de corrupción y hemos sabido del triunfo de Syriza originado por el hartazgo de su población ante las exigencias de Europa, o más bien de Alemania y Angela Merkel, habría que decir.

Hemos aprendido nombres griegos impronunciables como Tsipras o Varoufakis, este último convertido más en estrella mediática que en ministro de finanzas. Pero han sido ellos dos los que han estado luchando con uñas y dientes por su país, solos ante el peligro, ante el resto de ministros y presidentes europeos en Bruselas. Lo que ocurre ahora es que se ha llegado a una estación término, al borde del abismo, a un dilema del cual da la impresión que no saben salir y piden una ayuda externa, en este caso el pueblo griego.

En el país de origen de la democracia asistiremos el próximo domingo a una consulta en la cual se deciden muchas cosas, pero no sólo para Grecia, sino para toda Europa o incluso para todo el mundo. En estos días de incertidumbre las bolsas han bajado lo indecible y el mundo está expectante ante lo que pueda ocurrir. En un mundo globalizado como el que vivimos una decisión económica afecta a todo el planeta. Lo que ocurre, por ejemplo, en Tokyo o en Londres afecta inexorablemente a todos, vivan en Europa, en Estados Unidos o en Australia. Así que en mi opinión el pueblo griego tiene una gran responsabilidad, precisamente la que no han tenido sus recién elegidos gobernantes. Que 10 millones de personas puedan decidir, con sólo una semana de plazo y con una información en muchos casos seguramente intuitiva, afectará a corto plazo a todos los ciudadanos europeos y a largo plazo a todos los habitantes del mundo.

Parece catastrófico, pero la cuestión final es esa. Y no culpo de ello a los gobernantes griegos, como tampoco defiendo a los negociadores del otro lado, el llamado "Eurogrupo". Por si fuera poco, parece que volvemos a un juego de fuerzas entre la Europa Occidental capitaneada por Alemania y la Europa Oriental capitaneada por Rusia. Vladimir Putin ha ofrecido ayuda a Grecia en caso de que finalmente no decidan aceptar las condiciones de Europa. Entonces, ¿qué tenemos? Una decisión trascendental para los griegos: o nos quedamos en Europa con el euro como moneda, o nos vamos de la zona euro y tenemos ayuda de Putin (con todo lo que eso conlleva). 

Si yo fuese griego, ninguno de los dos panoramas me parece muy alentador. Quedarse en Europa implicará más sacrificios económicos a un país al borde de la quiebra; si vamos con Rusia podríamos tener dinero, pero ¿a cambio de qué? ¿De menos libertades? ¿De entrar en una órbita de pérdida de derechos, corrupción, mafias...? Yo lo que veo, y esto es solo una opinión, un nuevo episodio de equilibrio de fuerzas como no habíamos visto desde la Guerra Fría: Alemania contra Rusia.

Así las cosas el "efecto dominó" llega también a nuestro país. Syriza es el equivalente a Podemos en nuestro país. El triunfo del partido ciudadano en Grecia para muchos constituye el augurio del cambio para España en las próximas elecciones generales encabezado por Podemos. Rajoy, que es poco creíble en estos momentos, manifiesta públicamente que la situación de Grecia no es la de España y que aquí estamos "mejor preparados". En fin, poco creíble. La sensación de que la situación económica de Europa pende de unos hilos que pueden ser cortados el domingo por los ciudadanos griegos estremece. Mientras, los dirigentes de Podemos siguen defendiendo las decisiones del gobierno griego y el órdago a las políticas económicas del FMI y del "Eurogrupo". Total que hay lío, mucho lío, pero también tengo la sensación de que si una decisión tan importante va a afectar a mi futuro económico cercano, me gustaría ser partícipe de ella, no que por mí voten los griegos, no sé cómo explicarlo para que se entienda (al margen que yo de economía tengo los conocimientos básicos). Por cierto, en el blog de Paquito del cual tenéis el enlace en la lista a la derecha, la explicación de esta situación está muy bien explicada ;)

Y mira que yo le tengo cariño a Grecia como país. La cuna de nuestra cultura, país cargado de arte, de tradiciones únicas, con un clima mediterráneo como el nuestro, con un idioma peculiar y del que proceden muchas palabras de nuestras lenguas. Grecia celebró los Juegos Olímpicos en 2004, ganó Eurovisión en 2005, lo organizó en 2006 y tuvo su "trienio" de esplendor. Llegó la crisis y todo quedó convertido en un "bluf". Lleva en Europa más tiempo que nuestro país (desde 1981) y ahora está en un momento crucial. Así que mis "12 points" no pueden ir estos días para "Hellas" y espero que el pueblo griego lo tenga claro el domingo, si no surgen nuevos acontecimientos antes. Yo lo tendría claro: me quedo en Europa.




1 comentario:

  1. El problema es estructural: da igual lo que hagan, si no cambian el modelo de Estado que tienen (para empezar, eso tan feo de pagar impuestos, que de esto no se habla).

    Veremos a ver qué sucede...

    Un abrazo y gracias por la mención :-))

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