lunes, 16 de febrero de 2015

DE SUIZA, SUS BANCOS Y FALCIANI

Esta semana ha salido a la luz la llamada "lista Falciani". Resulta que un joven informático del banco HSBC descargó las bases de datos de grandes cuentas de ese banco y ahora las saca a la luz. Entonces, el escándalo está servido, ya que en el paradigma de la neutralidad y del secretismo que es Suiza, todos quedan por los suelos y encumbran a este hombre a la categoría de héroe al estilo Robin Hood.

Cuando nos dicen "Suiza" todos pensamos en montañas, relojes, chocolate, vacas... y bancos. Un país situado en el centro de Europa y que siempre se ha declarado neutral. El caso es que a mí me parece, una vez más, un claro ejemplo de hipocresía. Lo que parece el paraíso en la tierra, donde la gente opina abiertamente sobre un tema al ser convocados a referendos cada poco tiempo, resulta que en cuanto cuestionas su sistema, ya no es todo color de rosa.

Parece ser que una de las características de calidad de los bancos suizos es el secreto bancario: no pueden dar información de los propietarios de sus cuentas a nadie, me imagino que sólo se haría en caso de investigación judicial. Y al parecer pueden abrir cuentas a quien sea porque el dinero estará a buen recaudo, de ahí la fama de este país al que siempre se ha tenido de referencia en casos de evasión de capitales.

Pero adonde yo quiero llegar es a la dimensión ética de las fortunas allí depositadas. A raíz de la publicación por este ex-empleado del banco de la famosa lista, aparecen personalidades de 200 países, por ejemplo, en España aparecían el piloto de Fórmula 1 Fernando Alonso y el fallecido banquero Emilio Botín, entre otros. Artistas de cine, cantantes famosos, deportistas, políticos, mandatarios, personalidades relevantes de la cultura, la ciencia... en fin, todo una retahíla de gente famosa que hace que se cuestione su honorabilidad o su picardía y se sospeche de su honradez en la tributación en su país de origen. Siendo el banco una empresa destinada a hacer negocio, pues no pone pegas cuando llega determinada fortuna a sus arcas. Sin embargo, la cosa cambia cuando aparecen nombres vinculados a dictaduras, traficantes de armas, narcotraficantes y supongo que otros perfiles de personajes ligados a la delincuencia internacional y potencialmente peligrosos.  ¿Qué ocurriría si en vez de ser Suiza ese "paraíso bancario" fuera España y aquí tuviésemos cuentas de gente con órdenes de busca y captura internacional o dedicada a negocios turbios que generan delincuencia, víctimas civiles o guerras significativas?

Personalmente opino que a estos bancos suizos todo les vale. En el país de la educación, la responsabilidad, el bienestar, nadie cuestiona que su riqueza venga de las cloacas más oscuras del planeta. Que un país se declare neutral y al margen de tratados internacionales de tipo económico, militar o político pero luego tenga en las cuentas de sus bancos fortunas de la gente que trafica, mata, extorsiona o defrauda a mí me parece, sinceramente, una gran mentira, una gran hipocresía. 

Estoy seguro que a Fernando Alonso, por poner un ejemplo, no le ha hecho ni pizca de gracia que se sepa que parte de su fortuna está en los Alpes. Entonces es que realmente es consciente de que tiene una doble moral para tomar sus decisiones económicas. El caso es, ¿qué haríamos nosotros? Imaginemos que nos toca un gran premio de la lotería y sabemos que en España nos va a quitar Hacienda un 20%. ¿Tendríamos la tentación de ingresarlo en un banco suizo para no tener que pagar?

Evidentemente la cosa es más grave cuando los titulares de esas cuentas son personajes de la vida pública que han robado dinero de las arcas de un ayuntamiento o de una comunidad autónoma o de cualquier institución pública. Suiza abre las puertas de sus bancos a estos ladrones sin cuestionar de dónde procede el dinero que se ingresa. Claramente, lo que han hecho algunos políticos españoles con el dinero público llevándolo a Suiza está mal, es corrupción, pero la actitud del banco, ¿no es también cuestionable? ¿No son en cierta manera cómplices de esa corrupción? Yo creo que sí.

Y mientras, el susodicho Falciani, como dije al principio, encumbrado a héroe o catapultado al infierno. El tiempo dirá si lo ha hecho por interés personal o por denunciar malas prácticas, a mí me da que su protagonismo quiere, pero la polémica durará algún tiempo más y tendremos un "Falcianileaks" o similar. Pues nada, a esperar.


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