martes, 16 de diciembre de 2014

¿ESTAMOS LOCOS O QUÉ?

¡¡PERDÓN!! Casi un mes sin escribir, os debo un post por lo menos, pero es que este curso está cargado de cosas que me llevan tiempo de ordenador y que contarlo aquí puede resultar tedioso para un profano en trabajo educativo, así que hoy, después de exámenes y evaluaciones de alumnos, allá voy.

La actualidad trae noticias sorprendentes. Uno que está empezando a implicarse en la política activa, ve desde una tribuna un tanto privilegiada el terremoto político que está viviendo España. La irrupción de Podemos en la cancha política ha hecho añicos el bipartidismo y la sociedad española ya pide a gritos una reforma profunda de nuestro sistema democrático, partiendo de la base de una reforma constitucional que sirva para unos 30 o 40 años en adelante y que podamos votar los que no lo hicimos allá por 1978. Es otra sociedad y hay que ir adaptando el acuerdo marco. creo que 2015, con elecciones municipales y autonómicas en mayo y generales en noviembre, será un año decisivo para ese relevo. La crisis, la corrupción, la ausencia de transparencia... han acelerado la necesidad de ese cambio que tiene al PSOE en la vanguardia del mismo y al PP frenándolo todo y escondiendo (o más bien intentándolo ya donde no se puede tapar nada) todos sus escándalos políticos, financieros e incluso electorales, según se ha sabido hoy mismo de dirigentes de la Comunidad Valenciana sucios hasta el tuétano. Y mientras Podemos intentando que no minen su proyecto y manteniéndose a flote holgadamente, aunque con ciertos problemas también para consolidarse como fuerza alternativa. Mientras, los nacionalismos muertos, IU bajo mínimos y UPyD buscando ser un partido "bisagra".

Todo esto afecta a situaciones puntuales en el país. Medidas populistas de los gobiernos de turno que no solucionan nada, ya que sigue habiendo paro, no hay creación de empleo, se explota al trabajador y aquel que hace 6 años ganaba 1000 euros hoy se conforma con ganar 500 y haciendo horas extra sin retribuir por miedo a irse a la calle. Nunca en la historia reciente se han perdido tantos derechos laborales y sobre todo, derechos ciudadanos y libertades individuales. Por suerte, nos mantenemos a flote (incluído yo pero por otras circunstancias que bien sabéis deducir los que me leéis habitualmente) sobreviviendo a costa de nuestros padres que alimentan a sus nietos y también a muchos hijos de 40/45/50 años. Recuperar lo perdido costará décadas, no creo que ni mis hijos lleguen a vivir con el bienestar que tuvimos hace 7 o 10 años, y mucho menos si eso que llaman "el pueblo" sigue votando a este partido de derechas neoliberal que es el PP, que nos lleva irremediablemente a la pobreza, a la restricción de derechos y libertades y a que los ricos sean más ricos y los pobres más pobres. Las pensiones bajan, la sanidad y la educación han perdido calidad, no hay prestaciones sociales, la gente pasa HAMBRE o los desahucian por no pagar la hipoteca. Triste panorama.

Pero en medio de este infierno en que parece se ha convertido España, aparece de vez en cuando una noticia que te hace tomar perspectiva, como dice mi buen amigo Paquito. Ayer se publicaba en "La Voz de Galicia" la siguiente noticia:


Al leerla no pude más que acordarme de la idiosincracia de los países centroeuropeos: trabajas - pagas tu seguro médico - si no lo usas, te devolvemos dinero a final de año - si lo usas pero NO has pagado esa cobertura... jódete. Y todo eso con el agravante de pagar 10 € al día por la medicación, sin su esposa que lo acompañe porque no puede pagar su estancia en Alemania y sin derechos laborales porque su empresa no lo readmitirá. Y es una víctima más no sólo de nuestra crisis, ya que emigró ante la falta de empleo en Galicia como muchos otros (lo que los del PP llaman "movilidad geográfica") y el país de acogida también le da la espalda con un simple "lo siento, te tocó". Recordé también una historia trágica sobre la eutanasia en Holanda que vivió una de las españolas que traía a sus hijos a nuestras clases porque la cuestión de fondo es la misma: PAGA y si lo que has pagado te da para tu tratamiento, pues serás bien atendido, si no, reza y que haya suerte. Lo positivo de esta noticia es que la comunidad solidaria, la red social de españoles en Francfort está ayudando a este hombre, es decir, ese sentir español apareció y ninguna crisis nos lo va a quitar. CONCLUSIÓN: mientras tengamos nuestra sanidad y educación públicas, me quedo aquí sin dudarlo, porque tenemos los mejores profesionales (entre los cuales modestamente me incluyo), porque somos más acogedores, más humanos y más solidarios con la gente que lo pasa mal; porque no somos números ni máquinas generadoras de beneficios para las empresas (aunque ya algunos empresarios lo hagan aquí con el beneplácito de estas políticas neoliberales apadrinadas por Angela Merkel y abanderadas por nuestro gobierno).

Algunos dirán que esto realmente es justo, que este señor debe pasar por esa situación porque así son las reglas del juego en Alemania. PUES NO, para mí jamás una persona debe dejar de recibir la asistencia médica correcta y necesaria cuando hay una enfermedad como esta mientras esté en un país de eso que llamamos Europa y posea los medios para hacerlo. La cuestión es que en España ya hay gente que piensa así, que deberíamos tener los servicios por los que pagamos individualmente y no en colectivo... En fin, que cada uno saque sus conclusiones. 

Y cambiando radicalmente de tema, decir que al mismo tiempo que vemos unas necesidades de primer orden en muchas familias, también vemos en estas fechas luces de neón de Navidad, centros comerciales con los parkings llenos, pistas de hielo, poblados de Navidad... El consumismo es cada vez mayor en estas fechas y las familias se van disgregando, como dicen mis compadres, se "descentraliza" la Navidad y no se está siempre con los mayores. Yo no dejo de ser clásico en esto, aunque también es verdad que después del divorcio odio más estas fechas y estoy deseando que pasen. Me gustaría que mis hijos y yo, mi hermano y su familia y mis padres estuviéramos juntos en Nochevieja, que es cuando me tocan este año los hijos por convenio (¡qué horroroso es legislar los afectos!). Pero como hay que sacar lo positivo, se acerca el día 22, uno de mis días mágicos del año porque da gotas de felicidad en forma de millones a algunos lugares de España con la lotería, y eso es bonito y provoca felicidad. También se acaba otro año y vamos sumando (o descontando algunos), reflexión, madurez, metas conseguidas... Hay días que siento que vivo inmerso en una completa pesadilla desde abril de 2013 y que algún día tengo que despertar, pero no, esto es real, mis hijos viven en otra casa y yo los veo los miércoles y fines de semana alternos, 10 días en Navidad, etc. Una compañera de partido que está en la misma situación que yo me habló un día de "niños maleta" y eso me genera tristeza, porque las leyes permiten que esto ocurra. Ayer hice de nuevo el "paseíllo" por las aceras del barrio hasta la casa donde viven mis hijos con el ruido de las ruedas de la maleta repicando en las baldosas de la acera, mis hijos con sus mochilas del colegio y sus cosas en la mano. Atroz.

En fin, negar la realidad sería muy alienante, así que hay que vivir con ello aunque no lo desee. Lo que más me hace disfrutar sigue siendo mi trabajo, con nuevos retos que os iré contando, con las emociones de mi "tribu" de (¡ya!) 22 niños y niñas (acaba de incorporarse un niño rumano al que estoy enseñando a leer, a sumar, los colores, las comidas..., pero esa es otra historia que también nos habla de inmigración y de lo bien que estamos en este rincón del mundo), con sus detalles hacia mí y su trabajo. En mayo, un médico al que acudí por una prueba, me vio tan triste que me animó diciéndome, "Alfonso, eres muy importante para mucha gente, para esos niños a los que les das clase". Y es verdad porque en la vida los alumnos que te recuerdan regresan a ti de una u otra forma... ¡¡que se lo digan a Facebook!! Y no hay mayor recompensa.

Pues nada, aunque tarde en escribir, aquí estoy y seguiré escribiendo porque me relaja y me sirve de terapia. Espero hacerlo antes de que acabe el año, pero por si acaso, BÓ NADAL a los de aquí, a los de allá, a los que me leen, a los que no, a los niños, a los grandes... a todos. Seguimos adelante.




1 comentario:

  1. Alfonso, lo siento por este hombre, pero sabes que pasa, que a mi me huele un poco mal q de pronto en los últimos meses no hacen mas que publicar historias de 'apaleados abroad' Si hace un par de años vendían que Alemania, Holanda o UK eran el paraíso (para que la gente se fuese, y bajase el paro) ahora sospechosamente no veo más que noticas de gente malpagada, maltratada, discriminada, etc etc Debe ser que quieren echar el freno a la gente que se pira. Ese hombre me da pena, pero habría que ver en qué empresa trabaja. Igual es una de estas que se dedica a contratar extranjeros a precios irrisorios y que, por supuesto, se preocupa 0 de sus trabajadores. Pero eso no tiene por qué ser lo normal en alemania (ni lo es)

    Quizás soy yo muy desconfiada

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