martes, 24 de diciembre de 2013

LA GRAN FAMILIA

Es tiempo de reuniones familiares, lógicamente relacionadas con la Navidad. Sin embargo, en nuestra familia hemos celebrado una reunión digamos que atípica a la vez que entrañable y que esperemos se repita. Fue el pasado sábado en Monforte de Lemos y os voy a contar lo que pasó, anécdotas, curiosidades, etc.

Mi familia paterna procede del municipio gallego de A Pobra de Brollón (provincia de Lugo), de dos pequeñas aldeas muy cercanas entre sí: Ferreiros y Veiga. De Ferreiros era mi abuela materna Elisa. Allí vivían sus padres que tuvieron nada más y nada menos que 14 hijos. Hoy nos parece algo imposible y que seguramente estarían en la portada de numerosos periódicos. Sin embargo, era una situación normal a principios del s. XX. Pues bien, de los 14 hijos, 2 murieron jóvenes y los otros 12 fueron creciendo y formando sus familias. A muchos les tocó vivir la crueldad de la Guerra Civil, entre ellos mi abuela (uno de los hermanos muertos fue debido a esa contienda). Luego vino la emigración de muchos de ellos, algunos dentro de España y otros a Europa y América.

Una hermana decidió un buen día dejar la pequeña aldea y marcharse, primero a Barcelona, luego a Londres y de ahí a Canadá. Se casó con un canadiense y no tuvieron hijos. El marido murió hace pocos años, pero ella aún vive, siendo una de los tres hermanos vivos que aún quedan de los 14. Son mis tíos-abuelos y sólo me quedan ellos más uno por rama materna.

Pues bien, esa asombrosa mujer por muchos motivos, viaja todos los años de Canadá a Galicia para pasar una temporada entre nosotros. Y el motivo de la celebración familiar fue, precisamente, su invitación por cumplir nada más y nada menos que 90 años. Y ella quiso juntar a muchos de sus sobrinos y descendientes para una comida, así que allá fuimos. 

A la celebración acudieron familias de 6 de los 14 hermanos más la homenajeada. Conocimos a gente de la que habíamos oído hablar pero no le poníamos cara, así como otras familias que sólo veíamos por entierros y situaciones similares. Y yo, que siempre fui un poco el "registro civil" de la familia, estuve feliz de poder compartir con ellos momentos muy especiales. Conocía a muchos porque suelo interesarme por la historia familiar, además que con algunos tengo lazos especiales por determinadas circunstancias de mi vida, especialmente con la rama familiar que se asentó en Torre del Bierzo y que es una auténtica saga, ya que el hermano de los 14 que se asentó en esta pequeña población minera a pocos kilómetros del puerto del Manzanal tuvo 7 hijos, que a su vez tuvieron también una importante descendencia. Mi vinculación con dos de esos hijos, ya fallecidos y a los que recuerdo con mucha emoción (Raimundo y Pacita), y sus descendientes es debida a que fueron partícipes de mi oposición para maestro y de mi segundo año de trabajo en Ponferrada. ¡Qué vivencias pasé con ellos en Valladolid (donde obtuve mi plaza de profesor) y Torre! De hecho, cuando me casé, los invité a mi boda precisamente para que nos pudiésemos juntar por un motivo festivo, tal y como hicimos el sábado.

La comida se celebró en un restaurante en el que estábamos aproximadamente 55 personas. Fotos, vídeos, y apuntes porque claro, muchos queríamos tener un árbol genealógico de la gran familia de los Arias, así que a raíz de esa comida surgió la idea de crear un grupo familiar en facebook que en dos días ya ha alcanzado 48 miembros. ¡Para que luego digan que Internet no tiene cosas buenas! Además, descubrí que mi hija tiene una prima tercera que se llama igual que ella, así que dos en la familia extensa con el mismo nombre, que no es muy común pero sí muy bonito y original (¡ahí queda eso!)

También, gracias a las nuevas tecnologías, empecé a elaborar lo que hasta ahora teníamos en papel: el ansiado árbol genealógico. A pesar de que la web que encontré me permite introducir gratuitamente los datos de 250 personas, ya se me está quedando pequeño porque en dos días llevo 240, incluídos algunos familiares por parte de mi madre que, lógicamente, tendré que poner en otro "árbol" paralelo para llegar a tener toda mi historia y la de mi familia. La idea ha calado y muchos de los que antes no nos conocíamos nos empezamos a relacionar. Sé que es imposible tener contacto cercano con todos y cada uno de los parientes vivos, pero el vínculo se crea y por lo menos el valor pedagógico para las generaciones futuras de nuestra familia ahí quedará. Por ejemplo, a mis hijos les puedo contar el nombre de sus bistatarabuelos, nacidos más o menos en la primera mitad del s. XIX… ¡casi nada!

Uno de los objetivos específicos de ese árbol es encontrar los descendientes de aquel hermano que un buen (¿o mal?) día emigró a Cuba y nunca regresó, aunque sabemos que tuvo descendencia allí y que tuvo contacto con otro de los hermanos que también pasó una larga etapa de su vida en la isla. Esperemos lograrlo entre todos. Y sobre todo, que lo que aprendamos de esta experiencia nos sirva para valorar el gran esfuerzo que hicieron nuestros antepasados para sacar adelante a los suyos en unas épocas difíciles, así como los valores que poco a poco fueron inculcando a todos y cada uno de nosotros, los integrantes de ese árbol al que ya le podríamos llamar "bosque" por la cantidad de integrantes que hay en él. Para todos, un abrazo enorme y espero que lo que hagamos entre todos nos satisfaga.


2 comentarios:

  1. Sin palabras... Una grandísima idea lo del "bosque". Cada día estoy más orgullosa de pertenecer a esta familia. Un beso a todos.

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  2. como se llama el arbol online que usas????

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