lunes, 30 de septiembre de 2013

HAMBRE

No lo he podido evitar. Nos tiene que revolver la conciencia a todos ver lo que llevo viendo desde hace tres meses desde la ventana de mi casa. A última hora de la noche y antes de irme a dormir, he cogido la costumbre de tomar una infusión y fumar un cigarro (esto ya sé que no está bien) con la ventana entreabierta. En verano entraba fresquito y se estaba de maravilla. Pero muchas veces en ese momento de relax los ojos no podían dejar de ver esa escena que tanto se oye y que sí, es cierta. Hay hambre en España y gente buscando en los contenedores algo que echarse a la boca.

Hay dos contenedores de basura justo enfrente de una franquicia de panadería. Y ya no puedo contar las veces que he visto a gente buscando llenar su estómago. Hoy también. Y no pude permanecer oculto, así que llamé al muchacho joven que estaba hurgando y le dije: "acércate al portal "x" que te bajo algo de comer". Precisamente había comprado ayer una empanada en ese comercio y había sobrado un cuarto después de una pequeña cena familiar. Bajé al portal y se lo di. El chico era joven, por su acento no era español pero su "Dios le bendiga, señor", me llegó al alma. Es superior a mí, no puedo permanecer impasible ante tanta miseria. Ya no hay que ayudar a niños de África o de la India a que no pasen hambre, el hambre está en nuestras calles y esas imágenes de la gente hurgando en los contenedores o haciendo cola en los mismos de las puertas de los supermercados es denigrante.

¿De verdad no se puede hacer nada más? Los bancos de alimentos no dan a basto ante tanta miseria, así que yo hoy hice lo que la conciencia me dijo en ese momento. Fue impulsivo, pero no me arrepiento y la verdad, siento que, a pesar de que hay personas que me pueden calificar de "malo", no me veo así.

Pedir a los políticos que reaccionen es en vano. Así que mi llamamiento va a ti, lector - lectora, que podemos hacer algo por alguien todos los días sin salir de casa ni acudir a grandes manifestaciones. Ese muchacho espero que hoy duerma con el estómago un poco más lleno y a ser posible encuentre más gente que le ayude. Me despedí de él con un "no rebusques en los contenedores, que hay mucha porquería. Y suerte". ¿Qué más podría haberle dicho? Aunque sí que podría haber hecho más por él. Ahora, mientras escribo, pienso si tendrá familia, si tenía que salir de noche a buscar algo para alimentar  a su prole, si la tiene. ¡Qué triste y qué injusticia ver que mientras se llevan sobres con miles de euros a paraísos fiscales la gente en España pasa HAMBRE!


3 comentarios:

  1. Me has recordado a esto

    http://www.bellasads.com/2013/09/19/el-anuncio-ha-puesto-los-pelos-de-punta-medio-mundo/

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  2. Y en los colegios? Por lo que he oído de boca de otros profesores, dá miedo lo que se ve en los colegios...

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  3. Quizás esto sea nuevo en Galicia, pero en Madrid empezó hace unos años, antes incluso de que la crisis estallara.

    Principalmente familias de inmigrantes, todas las noches, hacían batidas por los contenedores de los supermercados de la zona en la que vivía: no hablo de uno o de dos individuos, sino de familias enteras (incluyendo niños) esperando a los contenedores para buscar en ellos alimentos.

    Esas imágenes, para mí chocantes, eran a su vez narradas por personas próximas a mí, las cuales, más mayores que yo, me decían que tenían que remontarse a los tiempos de la post-guerra para recordar algo similar.

    Tenemos un problema grave... Pero lo peor (desafortunadamente) es que tenemos un problema que merecemos: es terrible, sin paliativos, pero es un problema resultado de un pueblo ignorante e inculto que posee el sistema que merece (a estos les empieza a pasar ahora: han vendido su alma al Diablo y ciertas cosas empiezan a pasar factura).

    Terrible.

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