No lo he podido evitar. Nos tiene que revolver la conciencia a todos ver lo que llevo viendo desde hace tres meses desde la ventana de mi casa. A última hora de la noche y antes de irme a dormir, he cogido la costumbre de tomar una infusión y fumar un cigarro (esto ya sé que no está bien) con la ventana entreabierta. En verano entraba fresquito y se estaba de maravilla. Pero muchas veces en ese momento de relax los ojos no podían dejar de ver esa escena que tanto se oye y que sí, es cierta. Hay hambre en España y gente buscando en los contenedores algo que echarse a la boca.
Hay dos contenedores de basura justo enfrente de una franquicia de panadería. Y ya no puedo contar las veces que he visto a gente buscando llenar su estómago. Hoy también. Y no pude permanecer oculto, así que llamé al muchacho joven que estaba hurgando y le dije: "acércate al portal "x" que te bajo algo de comer". Precisamente había comprado ayer una empanada en ese comercio y había sobrado un cuarto después de una pequeña cena familiar. Bajé al portal y se lo di. El chico era joven, por su acento no era español pero su "Dios le bendiga, señor", me llegó al alma. Es superior a mí, no puedo permanecer impasible ante tanta miseria. Ya no hay que ayudar a niños de África o de la India a que no pasen hambre, el hambre está en nuestras calles y esas imágenes de la gente hurgando en los contenedores o haciendo cola en los mismos de las puertas de los supermercados es denigrante.
¿De verdad no se puede hacer nada más? Los bancos de alimentos no dan a basto ante tanta miseria, así que yo hoy hice lo que la conciencia me dijo en ese momento. Fue impulsivo, pero no me arrepiento y la verdad, siento que, a pesar de que hay personas que me pueden calificar de "malo", no me veo así.
Pedir a los políticos que reaccionen es en vano. Así que mi llamamiento va a ti, lector - lectora, que podemos hacer algo por alguien todos los días sin salir de casa ni acudir a grandes manifestaciones. Ese muchacho espero que hoy duerma con el estómago un poco más lleno y a ser posible encuentre más gente que le ayude. Me despedí de él con un "no rebusques en los contenedores, que hay mucha porquería. Y suerte". ¿Qué más podría haberle dicho? Aunque sí que podría haber hecho más por él. Ahora, mientras escribo, pienso si tendrá familia, si tenía que salir de noche a buscar algo para alimentar a su prole, si la tiene. ¡Qué triste y qué injusticia ver que mientras se llevan sobres con miles de euros a paraísos fiscales la gente en España pasa HAMBRE!