domingo, 26 de mayo de 2013

FECHAS

Siempre hubo fechas que se me quedaron grabadas en la mente por una u otra razón. Unas veces, por obligación escolar (¿quién no se acuerda, por ejemplo, del 12 de octubre de 1492?), otras porque son importantes para tu comunidad o país (11 de marzo de 2004, in memoriam), pero las más importantes son aquellas fechas que significan algo en tu vida personal.

El 24 de mayo de 1883 se inauguraba el puente de Brooklyn en Nueva York. Esto no sería nada significativo si el mismo día, 130 años después, no lo hubiese oído en los titulares de los informativos españoles. Y probablemente jamás me acordaría de esa fecha porque no supone nada para mí. Pero sí ese día, el viernes 24 de mayo de 2013, quedará grabado para siempre en mi memoria porque supone un fin y un principio en mi vida. 

Hubo fechas mejores en toda mi historia: el 16 de julio de 1991, el 9 de agosto de 1993, el 18 de noviembre de 2000 y el 9 de febrero de 2006. Sin embargo, el 14 de septiembre de 1996 también supuso una fecha importante en mi vida y lo seguirá siendo. Casi 17 años después recordaré esa fecha  y la seguiré recordando hasta que me muera, pero en una batalla constante con la del 24 de mayo. No quiero expresar aquí abiertamente lo que significa cada una, los que me conocéis ya sabéis lo que pasó y pasa. Tampoco quiero preocupar a nadie ni alarmar. Pero ojalá en un futuro, por ahora muy remoto, lejano y prácticamente improbable, pueda contar que la primera de esas fechas venció a la segunda. Mientras, sólo me queda pensar que el 24 de mayo es como ese puente de Brooklyn hacia algo nuevo, diferente, desconocido y, por el momento, muy poco alentador y motivador. Ese "puente" que me tienden por el momento está muy inestable, necesitará mucho tiempo para fraguar los cimientos y sea consistente. A lo peor, quiebra y se cae, pero a lo mejor hay alguien, una persona concreta a mi lado que me ayude a cruzarlo. Considero que será muy necesaria esa ayuda porque detrás tenemos otras personas especiales que estarán muy pendientes de los pasos que demos y del camino que (les) tracemos. No podemos defraudarles.

Y a pesar de lo desconocido e inestable que se presenta el camino, del miedo que me provoca en estos días, hay que confiar en que el tiempo mejorará las cosas, pondrá cada pieza en su sitio y que, después de mucho esfuerzo por ambas partes, llegaremos a la otra orilla. Es un camino duro, muy duro, pero hay que afrontarlo, con todas las estrategias de las que puede disponer un ser humano, analizando, reflexionando, reestructurando... para que haya un aprendizaje significativo y nos mejore como personas. Empezamos a caminar de nuevo.


3 comentarios:

  1. As esperanzas son as ùltimas que se perden,asì que como ti lle enseñaches aos teus alumnos un dìa, o que quere algo na vida ten que esforzarse e loitar hasta conseguilo,asi que a loitar.Oxala o consigas e se por calquef motivo non fose asi,vouche decir algo que sempre me deciq miña avoa:As cousas cando pasan,ainda que non o entendamos e sexa moi duro,sempre pasan por algun motivo.Eu xa sei que é moi duro enfrentarse a moitas situacions,e digoo por propia experiencia ,pero hai que afrontalas

    ResponderEliminar
  2. Hola Primo, sen dúbida a compañeira Angeles acaba de decirche unhas verbas que decía súa avoa muy sabias e verdadeiras, recorda que todo pasa en esta vida, e de todo se sae así como se entra, e esta é unha experiencia mais da vida, non é doado pasar por ela claro que non, pero ás veces tocanos pasar polo malo non só polo bo, e sen dúbida das experiencias malas saése mais reforzado como persoa e con mais ganas de non caer de novo tropezando coa mesma pedra, e sabes coma min que eu tamén cho digo por propia experiencia, e iso que ainda sigo con leas.....unha aperta mui grande.

    ResponderEliminar
  3. Ojalá se cumpla lo improbable. No es lo mismo imposible que improbable:

    http://pelochalivingabroad.blogspot.nl/2009/06/lo-imposible-y-lo-improbable.html

    ResponderEliminar