jueves, 25 de abril de 2013

MAG IK IETS VRAGEN?

Esta sencilla frase en holandés significa "¿Puedo preguntarle una cosa?" y es una de esas frases de supervivencia básica cuando aprendes cualquier idioma. Ayer me hicieron a mí esa pregunta, pero claro, cuando después siguieron hablando en holandés, les dije. "Sorry, I can't speak in Dutch", aunque también podría haberles dicho "Ik spreek een beetje Nederlands, maar niet genoeg om te pratten", pero no me salió.

Vayamos poco a poco. Ayer fue un día un tanto peculiar. Visité nuestra aula de Eindhoven por un asunto de trabajo y allí conocía a muchos padres de nuestros alumnos, pero hubo dos personas que tenían un contacto previo conmigo y yo no lo sabía. Una de ellas cuando llegó al colegio y me presenté, me dijo "Tú eres el que escribe el blog Ondas Atlánticas, ¿no?". Primero la sensación de alegría por conocer a una lectora de mi blog que, además, conocía a Pelocha; luego empezamos a debatir sobre el contenido del blog y en concreto, las características de la escuela holandesa versus la escuela española, aunque lógicamente no estábamos allí por ese motivo. Me pareció una experiencia especial porque fue una prueba de lo que significa hoy el acceso a la información a través de Internet, te pueden leer en la otra parte del mundo y, por circunstancias de la vida, un día te encuentran. 

Un poco más tarde, entre el grupo de padres del aula de Eindhoven, conocí a un hombre que se había puesto en contacto conmigo telefónicamente días atrás. El caso es que durante el encuentro con las familias de esa aula yo tenía en mi cabeza una idea de que a esa persona la había visto antes, pero era imposible. Pues no, no lo era. Atando cabos, ya de vuelta en el tren para Amsterdam, me di cuenta de quién era: uno de los protagonistas del libro "Mi casa, su casa" del que ya hablé aquí y que se publicó con motivo de los 50 años de la emigración española en Holanda. Me hubiese gustado haberme dado cuenta antes y poder hablar con él sobre su experiencia en la emigración y sobre el libro. Posiblemente en otra ocasión.

El día ya acababa y ya en Amsterdam, de camino andando a casa, una pareja de chicos jóvenes me hicieron la pregunta que titula esta entrada. Después del diálogo inicial me fijé que uno de ellos llevaba una mini cámara de video y el otro preguntaba. La preguntas en inglés fueron simples: 

- ¿Tienes novia?
- Bueno, estoy casado
- ¿Con una mujer, con un hombre...?
- Con una mujer
- ¿Crees que la mujer habla más que el hombre?
- (!!!???)
- Pues en mi caso ¡no! Hablo más yo que mi mujer
- ¿De verdad?
- Sí, de verdad.
- Ok, muchas gracias

La verdad es que me quedé con una sonrisa en la boca y pensando que a lo mejor, en pocas horas, anda mi imagen en un video de Youtube o en algún trabajo de universidad o programa de televisión. De nuevo te das cuenta de cómo Internet está ya integrado en la vida de cada uno y de la sociedad en general, en algunos casos a lo mejor para mal, pero sabiendo usarlo correctamente es un buen invento para comunicarse, conocer y llegar a vivir experiencias como esta.




domingo, 14 de abril de 2013

La Paz de Utrecht... Utrecht danst!!!

Hoy toca Historia, así que el que no quiera, que cambie de blog, como el que cambia de canal cuando no quiere ver el "reality" de turno. Pero Historia de la nuestra, de España, porque ya creo que comenté alguna vez que la ciudad de Utrecht tiene mucho que ver con nosotros. Aquí se firmó hace 300 años la Paz (o Tratado) de Utrecht, considerado el primer éxito de la diplomacia europea y que dejó a España un poco maltrecha porque empezó el declive de su imperio. La conexión con nuestra circunstancia actual se remontan aquí en dos cosas: el tratado supuso la llegada de la dinastía de los Borbones a España bajo el rey Felipe V y, por otro lado, la pérdida de Gibraltar y Menorca (que luego ésta la recuperamos). 

Y claro, no podía ser menos, la ciudad ha aprovechado el aniversario para hacer infinidad de actos desde el pasado día 11, día que se firmó la paz, y durante toda la temporada estival. Hoy toda la ciudad celebraba el "Utrecht danst", una actividad que me pareció muy lúdica, popular y original. En diversos espacios había sesiones de danza gratuita par la gente con todo tipo de bailes. Mi compañera Yolanda y yo paseamos por allí y pudimos disfrutar del tango, del "fox-trot", de la salsa... ¡¡y de Macarena!! Además, el tiempo acompañó porque los termómetros alcanzaron 22º, ¡por fin la primavera! y el ambiente en la ciudad era espectacular en las calles, talleres para niños y mayores, la gente en las terrazas, vamos, un delicia.


El monumento que os presento es el oficial de la conmemoración de la Paz de Utrecht: dos espadas que se doblan formando un corazón. Un poco "kitsch" para el entorno en el que estaba, pero simboliza muy bien el carácter pacífico de los Países Bajos. Bueno, ellos salieron muy beneficiados en el tratado y se puede decir que empezó su auge comercial junto a Inglaterra. Los periódicos de España y Holanda hacen todos estos días referencia a esta conmemoración, os dejo el enlace a uno de ellos


Por si fuera poco, estamos a pocos días de la coronación del nuevo rey de Holanda, Willem IV parece que será su nombre. En todos los comercios hay decoración sobre este acontecimiento, se venden figuras de Guillermo y Máxima, todo es "orange" como marca la tradición. Lo que me sorprende más es que en los colegios también se les habla a los niños de este tema y se hacen murales con referencias a la monarquía y a la coronación del nuevo rey, vamos, que no me imagino yo una cosa así cuando le toque a Felipe VI (si es que le toca). Y hoy es el día de la República en España, que cada día gana más adeptos, sin embargo aquí no, curiosamente la monarquía es una cosa más de lo que podíamos llamar "marca Holanda", y eso que es la segunda más cara de Europa detrás de la británica. El 30 de abril será una auténtica fiesta.

Os dejo otra foto que saqué en la escuela de Wormerveer para que os hagáis una idea de lo que siginifica esto para el país. Si se le ocurre a algún maestro en un colegio español, me da que lo condenan de por vida sus compañeros, sobre todo en estos tiempos. Como véis, Holanda nunca nos dejará de sorprender.


lunes, 8 de abril de 2013

WE DON'T WANNA PUT IN

Sabéis de mi afición por el Festival de Eurovisión. Y, por unas causas u otras, gira en torno a mi vida. El título de este post es el de una canción que fue elegida en 2009 para representar a un país, Georgia, en el festival que se celebraba en Moscú. Os podéis imaginar qué pasó: que al final Georgia no pudo participar en el festival porque el título tenía un claro carácter político (sólo tenéis que pronunciarlo) justo además al año siguiente de sufrir el país caucásico un ataque de su "ex-madre Rusia", liderada desde hace ya unos cuantos años por uno de los políticos más discutidos en Europa: Vladimir Putin.

¿Y todo esto a cuenta de qué? Resulta que vivir en una capital europea del calado de Amsterdam te da la oportunidad de vivir acontecimientos que en el "recuncho" de Coruña no vivirías jamás. Hoy era un día normal, por la mañana en casa y por la tarde clase en Wormerveer. Durante el trayecto en tren hojeo el "Metro", el periódico gratuito que se distribuye en muchas ciudades. Encuentro en su interior una página en amarillo con unas advertencias y, pese a mi poco conocimiento del holandés, me entero de que Putin visita hoy la ciudad. La página "recomienda" cinco cosas para "evitar" durante la visita del mandatario, a saber:

1. Seksuele geaardheid, anders dan heteroseksueel (La orientación sexual distinta a la heterosexual)
2. Kritische journalistiek (periodismo crítico)
3. Onafhankelijke rechtspraak (independencia del poder judicial)
4. Het recht op demonstratie (el derecho a manifestarse)
5. Punkbandjes (bandas punk).

Como no me cuadraba lo que leía ni quién lo publicaba, me fijo que en una esquinita, casi invisible, está el logotipo de Amnistía Internacional. Recorto la hoja, la llevo a clase y con mis alumnos mayores les pido que me ayuden a traducirlo bien y lo comentamos. La campaña de la ONG se llevó a cabo por toda la ciudad con el lema "No tengas miedo a Putin. Mantén hoy Amsterdam como zona de derechos humanos" (Jaag president Poetin geen schrik aan. Hou Amsterdam vandaag mensenrechtenvrij). Os dejo el video, está en holandés, pero es exactamente igual que la campaña en el diario, ni que decir tiene que "chapó" por Amnistía Internacional.




La ciudad, además, estuvo toda la mañana con sus lugares más emblemáticos rodeados de cintas amarillas con la misma campaña, la podéis ver en la web de Amnistía Internacional en Holanda.

Pero ¡oh, sorpresa! Al volver de Wormerveer y llegar a la estación central empiezo a ver gente portando banderas arco iris y pequeños panfletos y pancartas. Yo cojo mi bici y empiezo el camino a casa. En pocos metros me encuentro con que la calle está cortada, llena de policía a pie y a caballo, furgones policiales y unos cuantos agentes. Evidentemente, Putin estaba en las cercanías. Un helicóptero sobrevolaba la zona y me di cuenta que probablemente estuviese visitando o cenando ya en el Scheepvaartmuseum, que está a un tiro de piedra de casa. Se seguían oyendo algunos gritos y pitidos, así que creo que se confirmaba mi teoría. 

La verdad es que, haciendo un poco de reflexión, los países de Occidente le siguen, en cierta manera, "haciendo la pelota" al presidente ruso. Todos dudamos de que su elección haya sido transparente, al igual que aseguramos la falta de libertades en Rusia. Se ha visto en los informativos cómo se manifiestan delante de él y de Merkel activistas en defensa de los derechos de las mujeres y este señor parece que no se da por aludido. Sin embargo, la UE sigue reuniéndose con él y, queriendo o no, dando parte de su beneplácito. Pero tenemos la suerte de que en nuestros países todavía podemos manifestarnos y hacernos ver, no sé si le removerá la conciencia pero algún "tirón de orejas" de los mandatarios occidentales seguro que lleva, como aquel famoso "¿Por qué no te callas?" del Rey Juan Carlos al fallecido Hugo Chávez.

En fin, supongo que mañana los informativos dirán algo más y también los periódicos, pero hay momentos en los que, viendo como vivimos aquí o en España, no nos podemos quejar de nuestros derechos y valorarlos, aunque intenten de una forma u otra quitárnoslos poco a poco. Por suerte, aún podemos decir "We don't wanna put in" (tenía que haber ido esta canción a Eurovisión...)



miércoles, 3 de abril de 2013

DESDE GRÖNINGEN A ROTTERDAM

Entre cajas de libros, ropa, cacharrada en general estuve estos días después de la mudanza, adaptándome al nuevo espacio y a la nueva situación. Aún así, siempre había hecho alguna salida en el "puente" de Semana Santa. Aquí no hay vacaciones, pero se celebra (en la mayoría de las localidades) el Viernes Santo ("Goede Vrijdag") pero sobre todo el Lunes de Pascua ("Tweede Paasdag"). La iconografía en comercios, calles y domicilios particulares incluye el tradicional conejito y los huevos decorados. Hemos tenido, entonces, 4 días libres. El viernes aproveché e hice la mudanza, pero el sábado ya nos buscamos una excursión y nada menos que al norte, a Gröningen, una de las ciudades capital de provincia y con un marcado carácter universitario. Dos horas y cuarto de tren para conocer una ciudad que tiene alguna cosa interesante pero que no deja de ser una ciudad más. Lo mejor, la subida a la "Martinitoren" o torre de San Martín por una enrevesada escalera de caracol no apta para claustrofóbicos; al final del recorrido, unas hermosas vistas de la ciudad y alrededores, eso sí, con un frío todavía muy invernal.


Una comida normal, otro paseo para ver los rincones más característicos de la ciudad, café en un museo muy de diseño y vuelta a Amsterdam. La ciudad tenía mucha animación porque era día de mercado y los puestos eran peculiares y variados, entre ellos uno muy interesante sólo de setas. Por cierto, venden muy mal la ciudad a nivel turístico porque en la oficina de Turismo no te informan de casi nada y la tienen más como lugar de venta de recuerdos que de verdadera información, recordad que aquí se paga por un folleto turístico, pero el hecho de no decirte que para subir a la torre hay que pagar tres euros y coger allí la entrada (estando la torre enfrente) es de delito. Otra más de la poca formación que hay a nivel de restauración y turismo.

Al día siguiente me esperaban en Rotterdam. Estaban por estos lugares la mujer y los hijos de mi compañero el año pasado José Luís, que llevaba esa zona y vivía en la ciudad portuaria. Allí también viven otra pareja y su hija con los que al año pasado compartimos momentos muy agradables. Nos encontramos para comer y la verdad es que fue muy emotivo, sobre todo para la familia de mi compañero porque visitaron los lugares en los que hacían su vida cotidiana el curso pasado. Paseamos, hicimos fotos, el obligatorio café y de nuevo las despedidas, pero sólo un hasta pronto porque quedamos en vernos en Galicia en verano. A una familia así se les echa mucho de menos porque su estancia aquí fue muy motivadora en muchos aspectos, además a mí me trataron como de su familia y me sentí muy querido por ellos. 

Si me pongo a pensar en kilómetros en dos días hice más de 400, entre subir a Gröningen y bajar a Rotterdam (se entiende en el mapa porque en metros ya sabéis que en Holanda nada de nada). Por suerte los trenes funcionaron bien y pude salir un poco del ajetreo de la mudanza. Aún estaré unos días con papeleos, organización y orden en la casa nueva, etc. Por cierto, a los que visitan mi facebook quise gastarles una pequeña broma anunciando la que supuestamente era mi casa.


Evidentemente, no lo es, se trata de una de las mansiones de un bulevar de Gröningen. Si pudiese permitirme alquilar una casa así, no estaría en la ALCE seguro ;)

Por otra parte, abril ha llegado aún con frío, sale el sol pero no calienta lo suficiente como para quitar la bufanda y el gorro (prueba evidente es la foto). Sobreviviremos, non queda outra, pero no os podéis imaginar cómo se puede echar en falta un día de sol y poder pasear por un parque dándote los rayitos en la cara. Recuerdo hace unos años que el 14 de febrero había gente en la playa de Oza tomando el sol ya en bikini y los más atrevidos bañándose. Impensable por estas latitudes. Lo mejor es que ya queda menos para volver a casa, unas tres semanas. Como decimos en Galicia, falamos...