viernes, 1 de marzo de 2013

Volare, oh, oh...

Hoy va de aviones. Y toca quejarse, tanto de KLM como de las compañías españolas y de los políticos, que siguen sin dar señales de un mínimo de inteligencia y lógica para sacar adelante el bienestar de los ciudadanos. Después de una semana de vacaciones en Coruña y tras una serie de peripecias en aeropuertos y aviones, llega la hora de la reflexión y de contar el episodio.

Viernes 15 de febrero, 14:00 h. Acabada la jornada del día y siendo viernes de inicio de vacaciones, me dirijo al aeropuerto de Schiphol con tiempo suficiente para el vuelo de KLM con destino a Madrid. Y KLM porque Iberia ya no vuela a Amsterdam. Como lo oyen. Ya no es posible salir de la capital de Países Bajos, llegar a la de tu país y enlazar con cualquier ciudad española con la compañía de siempre,  Iberia, que tendría sus errores pero era (¿es?) parte de lo que llamamos "marca España".  Como no llevaba equipaje para facturar, debido al poco tiempo de enlace en Madrid del vuelo posterior a Coruña, fui con mi código de reserva a una de las máquinas de "auto check-in" Se imprime la tarjeta de embarque, miro mi asiento y me pone que no puede ser asignado. Subo a la zona de facturación de la compañía, pregunto a asistentes vestidos de ese azul peculiar que habría que incluirlo en los catálogos de colores como "azul KLM" y, muy corteses ellos, me indican con buenas palabras que efectivamente no me pueden asignar asiento hasta que se concluya el embarque, en otras palabras: overbooking.

Empiezo a jurar en arameo y demás lenguas impronunciables, entre ellas el holandés, evidente. Paso el control de seguridad, me olvido de que llevo una botella de agua, me dicen que la tire, etc. Algo tenso, busco la puerta de embarque sin fijarme siquiera en las fantásticas tiendas con buenas ofertas del "duty free" donde suelo comprar los últimos artículos para llevar de recuerdo. Llego y claro, no hay nadie, falta casi una hora y media para la salida y no se puede reclamar hasta que lleguen las responsables del embarque. Por suerte, hay un pequeño establecimiento de comidas decorado a la española al pie de la puerta de embarque, así que como algo porque ya son más de las tres y con los nervios hay que aprovisionarse por si hay que ponerse exigente.

La espera se hace interminable, la gente que va a volar empieza a llegar a los asientos de espera, luego por fin llegan las asistentes "azul KLM", explico la cuestión, me cogen la tarjeta de embarque y que espere. Empieza el embarque, al parecer no soy el único en lista de espera, nadie dice nada aunque las veo trabajando al pie de la pantalla de un ordenador. Al final, sí, puedo embarcar, el vuelo no va lleno y salgo en hora, por lo cual llegaré si no hay imprevistos a Barajas para coger el avión a Coruña.

KLM te da comida y café gratis, que es de agradecer, así que entre lectura y bocadillo las 2 horas y media pasan, nunca mejor dicho, volando. El aterrizaje en Barajas y la llegada hasta la terminal no se demoró mucho, así que empezamos el traslado a la T4 sin apuros y con tiempo. De nuevo, control de policía, venga a quitarse las botas, cinturón, reloj, todo lo que llevas en los bolsillos, bolsita transparente del neceser, la tablet fuera de la funda en una bandeja aparte... En esos momentos pienso que, por mí, que pongan un scanner corporal porque parece que sales de un "outlet" con las últimas rebajas.  La puerta de embarque a Coruña aún no está asignada y falta poco más de una hora para que salga el avión, así que un poco de cena y café, además de algún regalito que no pude comprar en Amsterdam.

Llega la hora de embarcar. Como tengo sitio en los asientos delanteros, soy de los últimos. Y claro, no sé que tienen los vuelos a Coruña que todo el mundo va cargado de bolsitas, maletas, abrigos, etc., al más puro estilo CTV ("Coruña de Toda la Vida"). Total que, en cuanto entro al avión, uno de los sobrecargos me dice que "lo siento señor, pero su maleta tiene que viajar en bodega porque ya no hay sitio en los compartimentos superiores". Y claro, eso implica que habrá que esperar por ella en las cintas de equipaje de Alvedro (sólo hay tres, así que por tráfico aeroportuario no va a ser mucha la espera). Anécdota: no hay azafatas, todos son chicos, al más puro estilo "Los amantes pasajeros" de Almodóvar, de próximo estreno. Lo que sí les notabas es esa sensación de incertidumbre ante el futuro de la compañía, tal vez hoy ya estén en el paro.

En fin, llegada en hora y sin problemas, maleta recogida y por fin, la familia, primeras emociones y para casa. Compensa, sin lugar a dudas.

Capítulo 2: toca volver. Domingo, 24 de febrero. Vuelo A Coruña - Madrid con salida a las 13:25 h., sin equipaje para facturar por el mismo motivo. Pasamos el control en Alvedro sin contratiempos (de nuevo visita al "outlet"), el vuelo sin problemas, aterrizaje en Barajas y excursión de más de 20 minutos hasta el aparcamiento en la terminal. Me he fijado que casi siempre los vuelos que llegan de Coruña aparcan en la última puerta de la parte trasera de la T4, por lo que desde que el avión toma tierra hasta que accedes a la terminal puede casi pasar más tiempo que volando. Ahora hay que ir a la T2 para coger el vuelo de KLM destino Amsterdam. En el control de pasaportes me quitan dos vasos de "Nocilla" que traía para unos amigos de Holanda. Protesto diciendo que en Alvedro pasaron sin problemas y la respuesta es: "bueno, porque Coruña tendrá otras normas" ¿¿¿Cómooooo??? ¿Pero no estamos en el mismo país? ¿Por qué hay normas distintas? La vigilante se ha quedado sin palabras y me dice que facture. Le digo que se lleve la "Nocilla" para sus hijos y dice que no, así que, a la basura. ¿Adónde va toda esa comida sin estrenar? Ya voy encendido, pero necesito comer, así que me dispongo a sufrir el sablazo de unas albóndigas con verduras de dudosa calidad, eso sí, adormadas con una iconografía propia de los mejores publicistas y especialistas en marketing. Por suerte, la puerta de embarque también está al lado, llena de ciudadanos holandeses con un colorcito en la cara que delata su semanita de vacaciones en Canarias. Una de las asistentes ronda mirando las maletas de mano, se para en la mía y me ordena pesarla: parece que excede el peso y no puede viajar en cabina. Le digo que vino con más peso de Amsterdam y que sí fue conmigo, la respuesta es "ya, pero es que el vuelo va lleno y no habrá sitio para todas". (???!!!) Como siempre, explicaciones incoherentes y sin sentido. Por suerte, me encuentro con una compañera de otro programa en el exterior aquí en Holanda y empezamos a charlar al mismo tiempo que a despotricar de KLM y de todos sus errores (no, no son perfectos), a ella también le bajan su maleta a la bodega. Echando cuentas, he volado con ellos ya cuatro veces y siempre ha pasado algo, incluso una cancelación, no sé yo si también la crisis planea sobre la compañia de "marca Holanda" porque parece ser que a partir de abril cobrarán por maleta facturada. Algo se está cociendo.

Llegada a Amsterdam y directos a la cinta de equipajes. Schiphol es un hervidero de holandeses de vuelta a casa después de sus vacaciones bien en el sol, bien en la nieve. Se identifican fácil sus destinos viendo el color de sus caras y lo que va saliendo por las cintas de equipaje. Nuestras maletas tardan, más de 20 minutos. Y cuando llegan, aparecen ¡¡completamente húmeda!! Es verdad que nevaba un poco, pero de ahí a que pudiese llegar como llegó, dice muy poco de los trabajadores de "handling" de la compañía. Os digo que algo se cuece.

Pero queda un capítulo, el de las conexiones aéreas en Galicia. Conseguir un billete desde Europa a cualquiera de nuestros tres aeropuertos es la tarea más estrambótica que uno se pueda imaginar. No hay enlaces racionales, nos quitamos los ojos entre LCG-SCQ-VIG por conseguir los buenos horarios y al final no hay político en la Xunta que sea capaz de gestionar las frecuencias y enlaces de los tres aeropuertos por encima de los localismos de turno, y mucho menos a precios competitivos y razonables. He mirado todas las combinaciones posibles para aterrizar en Galicia a una hora prudente, saliendo de Amsterdam también a una hora prudente, para las próximas vacaciones de mayo. Es imposible. Ni yendo por Londres, ni por Madrid, ni por Barcelona se puede aterrizar en nuestros aeropuertos sin pasarte medio día deambulando por terminales consumistas. Los buscadores te ofertan incluso pasar la noche en esas terminales para salir al día siguiente rumbo a Amsterdam, con compañías de reciente creación y emergentes como "Vueling" o "Air Europa". La solución: o viajar sólo a Madrid y allí alquilar un coche o usar autobús o tren para llegar a Coruña o mirar alternativas en uno de los aeropuertos considerados como mejor gestionados de Europa: Oporto. Y sí, al final, con tres aeropuertos en Galicia, tienes que echar mano de tus vecinos del sur para llegar a casa. Amsterdam - Oporto, vuelo directo, y tres horas de coche hasta casa, más barato y con buen horario. Ya tocará contar la experiencia porque creo que el avión que tiene la TAP (la compañía "marca Portugal") es pequeño, uno de hélice, y espero que no me arrepienta. Mientras tanto, espero que alguien se dé cuenta y arregle la situación de los tres aeropuertos en menos de 150 km que todos conocemos. 



6 comentarios:

  1. Que gilipollas la tia tirando comida. Si sigues queriendo regalar nocilla a tus amigos prueba aqui http://www.laventatraiteur.nl/en/tapasandcatering/ esta al lado del albert cuyp y vende muchos productos espanoles junto con comidas preparadas (es donde te dije que encargaba las tortillas para mis comidas de empresa). Tienes tambien licor cafe, que yo le compre tambien alguna vez para llevar algún producto gallego. Yo ahora lo que hago es escala en barcelona todo con vueling, que remedio... Saludos

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  2. Uuuufff primo menuda odisea la tuya, aunque si te sirve de consuelo yo las sufro continuamente viajando por territorio nacional en estos momentos ya sin salir a territorio internacional, ya estoy temblando de la que me espera para llegar el día 7 a casa para pasar mis merecidos 20 días de vacaciones como siempre de cada 40 que paso metido en esta jaula, porque resulta que a principio de semana había un único vuelo él día 7 a Santiago de Compostela y a los demás aeropuertos desde Alicante ya nada, y ayer ya ni eso había, vuelo cancelado.....y ni a la vecina Asturias hay vuelos ya por la "huelga de Iberia" dicen las demás compañías que operan a los aeropuertos del Norte de España.....triste realidad, me queda esperar haber que soluciones me dá la empresa, posiblemente cogerme un coche de alquiler para viajar 12 h cruzando España, lo peor es que mi relevo tiene que venirse de Galicia.....tremenda faena vamos.....

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  3. La comida no se la pueden quedar, la tienen que tirar por seguridad.

    Volar a Oporto y 3 horas de coche no me parece mala opción, excepto madrid, barcelona y destinos playeros, los demás no estamos muy bien conectados con el extra mundo.

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  4. Todos estamos mas o menos igual, en el norte de Francia tenemos que pasar por Bruselas en invierno para ir a Coruña/Santiago(pasando por Madrid por supuesto) y en Primavera directo a Santiago desde Paris CDG.Podrias mirar ir en Thalys hasta Gare du nord, eso si, un paston como todo. Yo ya he ido a Oporto para llegar a Coruña , pero las tres horas es un rollo....
    Una Coruñesa que te lee.

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    1. "Coruñesa anónima", gracias por tu respuesta, no sabía que había un París-Santiago en primavera. ¿Es Vueling?

      Saludos

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    2. Si es vueling compartido con Iberia, yo ya tengo los billetes para las vacaciones de primavera ! El problema es que en verano generalmente cambian los horarios y a la vuelta se llega muy tarde a Paris y ya no hay tren que te lleve a ningun sitio, a no ser que quieras pasar unos dias en Paris, aunque esto de los horarios nunca se sabe igual este año es diferente...
      Saludos

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