jueves, 22 de noviembre de 2012

Vivir en el sótano

Sería una frase normal que alguien te la dijera aquí, en Amsterdam. Generalmente cuando voy en el tranvía me voy fijando en los edificios, por lo alto y por lo bajo, muy bajo. El caso es que en mi barrio y en toda Amsterdam hay muchas viviendas en sótanos y mi primera sensación es de angustia. Si vas por la acera caminando puedes perfectamente ver a gente viviendo por debajo del nivel de tus pies, es decir, en el sótano de un edificio, o más bien semisótano porque se ve media ventana a ras de suelo. Y como por la tradición calvinista de no ocultar nada de sus vidas (no me extraña que aquí se creara "Gran Hermano") puedes ver a los inquilinos hacer la comida, fregar los cacharros, tocar un instrumento musical (el martes vi a uno tocando el fagot), pintando, charlar a la luz de las velas tomando un café y todo tipo de actividades cotidianas de un hogar.

La verdad, vivir en planta calle como lo hice yo el primer año ya me chocaba y se puede llevar, pero en un semisótano yo creo que no podría. Poca luz natural, en muchos casos con humedad por el tema de los canales y seguramente en algún lugar de la vivienda con cierta inclinación por el terreno tan inestable, es sorprendente ver como el suelo de estas ciudades es arena, no tierra. Y los precios, como el resto.

Luego pienso mucho en como hacen una mudanza. Si teneis en mente la típica construcción de Amsterdam, os fijaréis que todas las casas tienen, exteriormente, un saliente del cual se cuelgan cuerdas para hacer una mudanza por las ventanas, ya que por las escaleras es imposible subir muebles por su estrechez. No es la primera vez que la gente (turistas) se paran en la calle cuando ven una mudanza en plena actividad, subiendo los muebles a polea, aunque hoy ya se usan los elevadores eléctricos desde los camiones de mudanzas.

Y tengo mucha curiosidad por ver la distribución interior de la típica casa holandesa. El año pasado mi compañero de Rotterdam vivía en una casa de 1930 que tenía una construcción muy curiosa. Para acceder a su habitación tenían que subir dos tramos de escalera; en el descansillo del primer tramo estaba a la altura de la vivienda superior a ellos, pero su habitación quedaba aún por encima, aunque accedían desde su propio piso. Es decir, vivían en un 1º pero la habitación estaba a la altura de un 3º, por encima de todo el espacio de la vivienda del 2º. Enrevesado, desde luego. Me fijo mucho en los accesos a los edificios porque desde fuera soy incapaz de saber cuántas viviendas hay por planta en muchos de ellos, y si ya miro los buzones, que suelen estar fuera, me lío más porque en una planta puede haber desde 1 sola vivienda hasta 3, 4, 5...

Y las construcciones modernas pues igual. La distribución interior de mi apartamento es pésima, se podrían hacer perfectamente dos habitaciones, el baño, la sala de la caldera y lavadora y la cocina-salón (que odio, pero aquí es lo habitual). Por eso cuando hay gente conmigo, como estos días, me fastidia tener que ofrecer únicamente un sofá-cama en el salón-cocina para dormir porque no debe ser nada cómodo, pegado además a la puerta de entrada. Me gustaría saber el origen de esta costumbre constructiva holandesa, porque lógicamente todo tiene una explicación. Apuesto a que tiene que ver con los impuestos.

Y bueno, los precios. Evidentemente es la capital y un mini apartamento de 50 m menos de 1000 euros de alquiler es imposible. Me paro en las inmobiliarias a veces por curiosidad y los precios son escalofriantes. En ciudades más pequeñas pues más o menos igual, pueden bajar unos 200 euros y quedarte en 800, pero las calidades siempre dejan que desear, desde luego nada que ver con lo que estamos acostumbrados en España. Y mucha veces te lo alquilan ¡¡sin suelo!!, que debes poenr tú y cuando te vas quitarlo (ya os lo comenté). De ahí que ofertar un alquiler en la playa en España entre 500 y 1000 euros es un lujo para esta gente, aunque ya sabemos que en verano estos precios de multiplican. Cuando recuerdo que mi primer alquiler, en Ciñera, fueron 17000 pesetas (poco más de 100 euros de ahora) y de ahí pasé a 30000 en Ponferrada (creo) y 26000-29000 en Tapia por pisos de tres habitaciones, no puedo más que pensar que era un lujo total. Y en Padrón 35000 hace 12 años, que fue cuando ya compramos el piso y empezó nuestro "matrimonio" con el Banco de Santander, que aún durará unos cuantos años. Así que soluciones al mercado inmobiliario sobrante en España tiene que haber, a pensar un poco y a crear ofertas que atraigan capital, que buena falta nos hace.

En la foto véis un poco estas viviendas, aunque las bicis tapan las ventanas del sótano. Veis también el hastial con la polea para las mudanzas. Así que en las visitas a Amsterdam, obligatorio mirar para arriba y para abajo




3 comentarios:

  1. Lo de la ´casa sótano´ tiene una explicación: Estas casas de 2-3 plantas con sótano solían pertener a mercaderes y gente en general con mucha pasta. Tenían servicio en casa, y el servicio se alojaba en el sótano :)

    Ahora, desgraciadamente, estas casas tan bonitas están divididas en 1000 mini pisos de 30m2 que se alquilan a precio de lujo

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  2. Ai, meu! e que ti aínda non coñeces o meu bochinche!!! pero xa o verás xa no Nadal.
    Coidate. Xa queda menos.
    Bicos.
    Paz

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  3. Claro: como en Madrid la famosa puerta de servicio y la entrada señorial (en las casas holandesas del siglo XIX se mucho esto).

    Las mejores casas de Amsterdam están en la zona de Olympiaplein (que es donde los nazis se alojaron durante la ocupación: los tipos eran unos cerdos, pero no eran tontos).

    Y aún así, siendo casas y edificios buenos, tienen los famosos ratoncitos merodeando :-))

    Empieza el zafarrancho de visitas a tu blog (te las debía :-)).

    Un abrazo,

    Paquito.

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