domingo, 25 de noviembre de 2012

Paraguas, guantes, gorros, bufandas

Van 2. 2 paraguas que me he dejado olvidados en distintos lugares del país. El primero hace ya dos años en un tren que iba a Bruselas. Me bajé en Rotterdam y allí se quedó. El segundo, el viernes, aunque este está localizado y espero recuperarlo. Me quedó en el aula de Dordrecht, adonde fui a sustituir a una compañera. Yo no suelo llevar paraguas, pero aquí lo he usado más porque a veces hago desplazamientos a pie y no me apetece ponerme como un pollo. Cuando veo a los/las ciclistas ataviados/as con prendas impermeables que cubren toda su ropa pedalear bajo los intensos chaparrones me pregunto qué placer pueden encontrar en ello o qué motivación para no dejar ese día tormentoso la bicicleta en casa y marcharse en transporte público. Yo, desde luego, en tranvía o bus cuando llueve, es que ni me planteo coger la bici porque la continuación de semejante mojadura sería una peligrosa neumonía.

Pero también me he dado cuenta de la cantidad de complementos que se van quedando por los carriles-bici y que nadie recoge, si alguien lo hubiese hecho tendría un gran almacén en casa de objetos perdidos. Gorros, bufandas y guantes es lo que más se ve por los suelos. Tengo dudas de si a mí también se me ha caído un gorro porque no lo encuentro y, o bien me quedó en el aula de Amsterdam o bien se ha sumado a ese aluvión de objetos caídos y que quedan pisoteados por las ruedas de las bicicletas. Espero encontrarlo.

Y enlazando con esto a veces me sorprendo de la gran cantidad de objetos que los holandeses tiran a la basura. Una o dos veces por semana, en determinados puntos de las ciudades, ves muebles, electrodomésticos, cajas con todo tipo de enseres para que los servicios municipales se los lleven espero que a reciclar, porque por aquí también corre el rumor de que al final queman todo junto en las plantas de incineración de residuos. Hay unas baldosas en la calle que ponen "huisvuil" y ahí es donde dejas tus bolsas de basura o tus objetos inservibles. No hay contenedores en las calles, lo que a veces supone una imagen bastante sucia de la ciudad con cientos de bolsas en las aceras esperando a ser recogidas, generalmente en las horas centrales del día. Y por supuesto, también hay gente que va recorriendo esos lugares y observando si hay algo aprovechable antes de que pasen los camiones municipales, os aseguro que en España haríamos virguerías con muchos de esos objetos.

Por otra parte, sigo con mi tenacidad para reciclar el aceite. He visto la campaña en carteles por la ciudad y he buscado los puntos de depósito, pero nada de nada, no encuentro los dichosos contenedores amarillos para depositar mis botellitas de aceite usado. Seguiré investigando porque cuando acumulo muchas al final las echo en el cubo de los orgánicos y ya la separarán (si quieren) en las plantas de reciclado.

Estamos ya metidos de lleno en el ambiente navideño: entre Sinterklaas y la Navidad Amsterdam se llena de decoración alusiva y alguna plaza con pista de patinaje y puesto de "olieballen". He oído que los mejores mercadillos navideños están en Alemania, así que a lo mejor un fin de semana nos aventuramos a cruzar la frontera y acercarnos a Oberhausen, Düsseldorf, Duisburg o Colonia para respirar NAVIDAD. Así que quedan 4 semanas para volver a casa, el famoso Día de la Salud (22 de diciembre), ya sabéis por qué.   




1 comentario:

  1. Generalmente la gente no recoge los objetos caídos (como guantes) para que el que los ha perdido los pueda encontrar (o te los ponen en un pollete: eso es bastante curioso).

    Yo tengo un paraguas en el trabajo y otro en casa (en caso de que un día llueva al salir de casa o al salir del trabajo: "hombre precavido...").

    También te habrás dado cuenta de que, cuando tiran algo, es que literamente está destruido (y aún así verás a gente "arramblando" entre lo que tiran: en Alemania, por comparación, he visto tirar "casas enteras" casi nuevas, incluyendo mesas, sillas, sofás, camas...).

    Diferencias culturales amiguete (y pobre de ti si lo tiras fuera del día que toca).

    Un abrazo,

    Paquito.

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