lunes, 29 de octubre de 2012

La recompensa de volver a casa

Ya pasaron las vacaciones y de nuevo estoy en Holanda. Con esto del cambio de hora y la llegada de la oscuridad empieza el período más duro del curso, aunque todo siempre tiene su lado positivo. La verdad es que fueron unas vacaciones un poco estresantes, papá en el hospital, visitas a los profesores de los niños, subir y bajar al colegio y al instituto, alguna compra, y no demasiado tiempo para disfrutar de los amigos.

Nunca pensé que contaría tanto el tiempo para regresar a casa, porque sí, mi casa es Coruña, digamos que Amsterdam es una situación temporal en mi vida profesional que tiene un punto y final. Hoy una de las primeras cosas que hice fue contar las semanas en el calendario hasta Navidad y quedan 8. Dentro de dos recibo compañía porque un familiar se viene a Holanda a buscar trabajo agobiado por la crisis, de la que siempre hay que hablar aunque uno no quiera. Así que si los que me leen en Holanda saben de algo, me lo comuniquen, está dispuesto a trabajar en lo que sea aunque esta persona tiene una buena formación en la rama de imagen y sonido, electrónica, informática, etc. 

Y mientras yo veo que la rutina sigue, tanto aquí como allí, y que es lo mejor para llevar una vida organizada, aunque a veces nos aburra. La llegada fue a pocas horas de las elecciones gallegas que dieron alguna sorpresa. Ganó el PP, pero a pesar de subir en escaños ha perdido votos, lo que la gente no acaba de entender. Está claro que el sistema no funciona, se beneficia al más votado aunque sólo lo voten un 20 o 30% de la población. Por otro lado el ascenso de AGE, liderada por el histórico Beiras y con la promesa de Yolanda Díaz, es un revulsivo en la política gallega. El descalabro del PSOE y el BNG traerá consecuencias que, por otra parte, son necesarias.

Hizo un tiempo espectacular, calor y sol hasta 24º. El sábado empezó a cambiar y ya estamos todos abrigados hasta las orejas. Estamos en un episodio de frío, aquí en Holanda esta semana no pasaremos de 12º, un poco la garganta ya vino afectada así que hay que empezar a cuidarse. Pero no es tanto el frío lo que no me gusta, es un engorro la lluvia, ir con el paraguas, no poder sacar la bici (no, yo lloviendo no voy en bici, aunque aquí podríais ver toda una moda para ciclistas en días de lluvia) y mojarte. Eso hace que la sensación de frío sea mayor.

En cuanto a los vuelos, cada día estoy más harto de los enlaces de Iberia. A la ida tuve que correr por toda la terminal 4 para coger el enlace a Coruña porque parece que aparcar el vuelo de Amsterdam en una punta y salir el de Coruña de la otra es práctica común, si a eso le sumamos 20 minutos de retraso volando por encima de Barajas es desesperante. Llegué, sofocado y tosiendo, pero la maleta evidentemente no llegó, así que tuve que volver por la noche al aeropuerto para cogerla. No hay nada como los aeropuertos "de bolsillo" como el de Coruña, todo es más rápido que los monstruos de Schiphol o Barajas, a pesar de estar bien organizados. Eso sí, desde Amsterdam con menos espacio en el avión para tus piernas por operar Iberia Express y los vuelos a o desde Coruña una gozada. ¡Que a nadie se le ocurra decir que nos cierran el aeropuerto de Alvedro porque le salto a la yugular!

Pero una cosa que estoy aprendiendo de toda esta aventura en el exterior con todas las situaciones que se crean es algo que nadie me quitará ya nunca. No puedo saber si la decisión que tomé hace ya más de dos años fue algo que tenía que ocurrir. Yo creo que sí, a pesar de dejar la familia en España. Sigo convencido de que mi familia aquí no estaría a gusto por muchos motivos. Lo que sí sé es que a mí, personalmente, me dará cosas positivas, aunque se pasen momentos malos y se haga también cuesta arriba en ocasiones. Y profesionalmente lo mismo. Muchas veces ya he comentado en este blog que sólo conociendo otras alternativas y opciones puedes juzgar lo que tienes en España y ya he dicho que tenemos muchas cosas buenas, especialmente en educación, a pesar de los índices de fracaso escolar, informes "PISA" y demás. Lo que se nota en nuestro país es una especie de complejo por parecernos a Europa que tenemos que sacarnos de encima. Europa tiene muchas cosas buenas, pero también España las tiene y no debemos perder nuestra idiosincracia por parecernos a Holanda, Alemania o Dinamarca, simplemente cada país, cada cultura aporta cosas y de eso es de lo que sacaré provecho.

Estos días le decía a mi hijo que, en el futuro, ojalá nunca tenga que separarse de su familia (si la llega a tener) por obligación, porque es muy duro no poder abrazarlos, darles un beso, compartir, jugar, o simplemente comer juntos en una mesa. Esa es la rutina que aborrecemos pero que es realmente la que nos llena cada día a nivel personal. Yo estoy aquí voluntariamente, y tiene que ser positivo en el balance final para todos; pero esto también es una actitud de nosotros mismos ante las adversidades: buscar siempre lo positivo aunque la vida te dé algún revés. Desde luego eso hace crecer a uno como persona y sé que, al regreso, se verán las cosas con otra perspectiva, valorando más las pequeñas cosas de la vida y lo que has conseguido en tu trayectoria vital hasta ahora. 

Eso sí, me gustaría que mis hijos salgan del "nido" cuando ellos lo demanden, siempre pensamos en programas como "Erasmus" o viajes por Interrail, definitivamente eso nunca puede hacer daño porque da conocimiento de otras realidades diferentes a la tuya y hace que al final seamos más tolerantes con el otro, con lo diferente a ti. Recuerdo que en COU tuve que leer un libro fundamental de la Literatura Gallega llamado "Arredor de si" de Ramón Otero Pedrayo. Pues un poco es lo que estoy viviendo yo. El protagonista del libro dejó Galicia en busca de algo más, recorrió España y Europa para al final volver a Galicia donde encontró realmente lo que quería, su identidad. Esa será la recompensa que, en cierta medida, ya estoy disfrutando cada vez que vuelvo a casa y nadie me la va a quitar.



5 comentarios:

  1. En última instancia, echamos de menos aquello que nos hace sentir bien :-))

    Vivir fuera es una experiencia maravillosa, con sus desafíos y recompensas, con sus días buenos, malos y horribles, pero es un curioso veneno que cambia tu mirada para siempre, como la piedra que, al tocar las aguas del tranquilo lago, crea pequeñas ondas que todo lo alteran.

    Nadie te puede quitar lo vivido y eso, de por sí, ya es mucho más de lo que esperabas tener al venir :-))

    Un abrazo,

    Paquito.

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  2. y por mucho que a Paquito le encanten, los putos codigos Captcha o como se llamen son una mierda.
    He necesitado 3 intentos para demostrar ¨que no soy un robot¨...

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  3. Y supongo que tres intentos mas para contarnos lo de tus tres intentos! jajaja
    Yo creo que has hecho bien no trayendo los ninhos obligandolos a adaptarse a esto Alfonso, como bien dices ya podrán decidir en su momento si quieren marcharse o no. Pero claro, desde una perspectiva ajena siempre es demasiado fácil opinar. Saludos.

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  4. Un saudiño con conexión TODO-NADA. Coidate e disfruta dos pequenos momentos bos.
    Bicos dende a Nada para o Todo.
    Paz

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