jueves, 11 de octubre de 2012

HOY TOCA REFLEXIONAR

Hay días que no sé qué contaros. Una vez establecido en la rutina y este curso viajando menos por el país, llevando un trabajo mayormente administrativo además de las pocas clases que me quedan, la vida ha dado un pequeño giro en lo que a mi trabajo se refiere. Si antes mayoritariamente estaba rodeado de libros y fotocopias con actividades para los niños, ahora también tengo documentos con cifras económicas, facturas, cartas de diferentes instituciones holandesas o españolas, correos electrónicos con instrucciones de gestión. El puesto de director me absorbe horas de mi tiempo libre y, aunque me han reducido el número de horas de clase, me doy cuenta que paso más en la oficina y luego en casa aún hago alguna cosilla más. En Bruselas están tres administrativas que me ayudan mucho en la gestión, sin ellas no hubiese sacado adelante muchos papeleos, son una grandes trabajadoras y siempre pendientes del mi trabajo aquí para que todo llegue en plazo. Aún así, la sensación de responsabilidad que se tiene es muy alta y cuando crees que has solucionado un asunto surgen otros dos más que urge resolver.

Y todavía soportamos el relativo buen tiempo. Esta semana ha hecho una temperatura agradable por el día, aunque por la noche ya bajamos de 5º. Poco a poco el otoño nos traerá lluvias y frío que siempre deseo que no llegue a los extremos insoportables de los 20 bajo cero. Por las calles y comercios ves al personal holandés comprando todo tipo de ropa y complementos para las bajas temperaturas, aunque aún también ves al típico que va en chanclas y en pantalón corto. Otra cultura, otras costumbres, otros hábitos de vida, incomprensibles para muchos de nosotros pero igual de incomprensibles que ver en pleno junio y con 25º a una mujer musulmana completamente cubierta con un vestido negro que le tapa el pelo y todo el cuerpo hasta las piernas, por poner un ejemplo.

Hoy me di un pequeño paseo, hace unos minutos, por los alrededores de casa. Me fijo mucho en los edificios y en cómo están distribuidos los espacios en su interior. Por un portal sencillo se accede a 9 viviendas, lo sabes por los buzones que están en la misma puerta, pero luego miras el edificio y te preguntas ¿pero dónde están las 9 viviendas? porque contando las ventanas e imaginando los espacios interiores no me salen las cuentas. Luego entiendes que gente que conoces te diga que viven en 29 m2 o menos, en una especie de "todo en uno" al que nos resultaría difícil adaptarnos en una ciudad como Coruña. Además, el acondicionamiento interior de muchas de esas viviendas deja mucho que desear, pero tranquilamente te pueden pedir por su alquiler 500 euros, a veces sin suelo (sí, el suelo lo tienes que poner tú y cuando te vas lo puedes quitar; me gustaría saber qué origen tiene esto porque para mí es incomprensible que te alquilen una casa sin suelo).

En poco más de una semana voy a casa de vacaciones. Este año me apetece más, veo crecer a los niños y me entra la sensación de estar perdiendo muchos momentos importantes de su vida, especialmente con Martín. Pero sigo pensando, aunque a veces me lo cuestione, que la decisión de venirme solo y no traer a la familia fue acertada. Nunca sabré lo que hubiese pasado con ellos, pero creo que no sería fácil que se adaptasen a este país. No sólo el clima, las comidas, las costumbres, el estilo de vida y sobre todo, las relaciones sociales, son tan distintas a lo que vivimos en Galicia que pensar en que se quedarían sin esa vida familiar que tenemos tanto en el barrio como en la propia familia sería un delito. Y ya he hablado que no es un país que lo ponga fácil, y menos ahora. Seguimos notando hostilidad hacia lo español y la marca "España", en cierta parte es normal, pero, como dice Paquito, en el fondo tenemos lo que nos merecemos.

Y poco más hay que contar. Que yo como "a la española" (mamá, hago pollo asado, bacalao en salsa verde, lentejas...) aunque a veces también como fuera por motivos de trabajo. Mañana, por ejemplo, que no voy a la oficina porque al estar en el Consulado y ser fiesta en España éste no abre, por la tarde voy con una compañera a visitar un aula que está casi en la frontera con Alemania. Es un aula que tiene unas condiciones un tanto precarias y tenemos que buscar una alternativa para poder impartir las clases con un mínimo de calidad. Esta compañera me contó que ayer mismo, en la conocida localidad de Eindhoven, llegó al colegio donde impartimos clase, se encontró el aula cerrada y sin acceso a ella, sin pizarra, sin mesas y sin sillas donde acoger a los alumnos, así que en unos taburetes y mesas redondas tuvo que improvisar su clase. A veces pensamos que esa hostilidad se traduce en una situación de "mobbing" que padecemos los maestros por parte de los profesores de los colegios holandeses, es decir, la crisis afecta al currante de a pie y no a quien realmente la ha generado. Son situaciones que nos generan frustración y desánimo, pero por las que no podemos dejarnos llevar porque entonces entramos en colapso. Yo no he tenido este tipo de situaciones en los dos años que llevo aquí, pero estas situaciones te hacen valorar mucho más lo bueno que tenemos en España y por la situación actual nos lo estamos cargando.

Sé que la mayoría de los últimos "post" tienen más dosis de pesimismo que los de los primeros tiempos de este blog.  Busco romper ese círculo vicioso y ver lo bueno de esta experiencia con una sonrisa. Pero la conclusión final es que cada individuo vive su situación personal en un país ajeno según sus experiencias vitales. El martes asistí a la inauguración de una exposición sobre los 50 años de emigración española en Holanda que complementaba a la presentación de un libro sobre el mismo tema, con los testimonios de 7 emigrantes que llegaron desde los años 60. El libro lo estoy leyendo y me parece un documento único: algunos estuvieron muchos años y se quedaron aquí, otros retornaron a España porque no les fue bien en estas tierras. Es decir, como decimos en Galicia, "cada un fala da feira segundo nela lle vai". Lo que sí es cierto es que vivir en otro país, aunque sea poco tiempo, te cambia la manera de ver y hacer las cosas, te hace reflexionar, madurar, coger perspectiva como muchas veces relata Paquito (de nuevo citado), ser más crítico y más objetivo. Es necesario y recomendable para todos, sobre todo para aquellos que no vieron más allá de lo que les alcanza la vista. Porque una cosa es salir de España como turista y empaparte de cultura y otra muy diferente conocer y vivir en un país distinto al tuyo, intentando comprender los porqués de sus acciones en la vida cotidiana y que tanto yo como los que están en mi círculo de blogs, intentamos responder con nuestras opiniones. Y sí, os garantizo que, por lo menos, seréis más tolerantes con lo diferente, pero también más críticos con lo establecido, en definitiva, más personas y, a la larga, más felices, que de eso se trata. Estoy convencido.

Saludos a todos


4 comentarios:

  1. ¡Cómo te lo pasas! ¡Si ejjjjjj que! :-))

    Es normal: si te incremento la responsabilidad y atribuciones en tu trabajo, te quito el Sol y te lo sazono todo con un poquito de morriña y malos modos holandeses, lo raro es que no acabes mentando al Dque de Alba :-))

    Es normal, tranquilo: recuerda la máxima "hay días buenos, días malos y días horribles", porque es una de las pocas verdades de la vida expatriada.

    Por eso, cuando vengan días malos, sumérgete en tu conciencia y piensa en qué sientes y porqué.

    Ahí es donde la respuesta te estará esperando :-))

    Un abrazo (gran post, por cierto :-)).

    Paquito.

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  2. Yo soy una de esas que viven en 29m2 a compartir con la perra y con espacio único (habitaciones? qué es eso?) y más quisiera yo pagar 500 euros...porque pago más. Y tengo que dar gracias porque mi tulipán vive en 20m2...

    Lo del suelo lo entiendo porque, hay muchas casas que tienen moqueta, y es completamente antihigiénico el pasarle la moqueta al que viene detrás (de echo, ni siquiera sé si es legal) es por eso que en muchos pisos de alquiler te encuentras sin suelo. Lo bueno es que si estropeas la moqueta o el laminaat por el uso, es tuyo, así que no te quitan la fianza! :p

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  3. Como entendo o do papeleo, a administración é un tormento e xestionar, e facelo ben, todo o relativo á burocracia resulta moi complicado. En canto ao da vivenda, pois xa che contarei cando empece a vivir nun sitio 3 veces máis pequeno que a miña residencia semanal de inverno, ás veces penso que non me vai caber nin a cama. Bueno xa verás o "Bochinche" cando veñas.
    Ata pronto, agardámoste.
    Paz.
    Por certo, moi dacordo contigo co do nóbel indecente que deron este ano os Noruegos.
    Bicos.

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  4. Pues yo lo del suelo es que no lo puedo entender, y hombre, no creo que una moqueta sea tan horriblemente antihigiénica, (a no ser que esté en el baño como en algunas casas británicas...)

    Me ha gustado mucho el post, todos pasamos por esos días buenos, malos y regulares aunque me pregunto si no tenemos esos mismos día grises en casa y no le damos tantas vueltas.

    Lo dicho, ánimo y a disfrutar la experiencia pese a todo, estoy seguro que cuando volvamos echaremos muchas cosas de menos.

    Un saludo

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