miércoles, 19 de septiembre de 2012

¿Europa?

En España aún se disfruta del verano. Oigo en las noticias fiestas en tal o cual sitio. En Holanda la rutina ya se ha asentado y yo con ella. Casa-oficina-clases-casa. El tiempo acompaña a esa rutina. Hoy ya se ha notado frío y, salvo la primera semana de calor asfixiante y manga corta, septiembre está siendo un mes lluvioso y de tormentas. Hay momentos en que necesito más tiempo para adaptarme de nuevo a esta rutina, sobre todo cuando veo que en casa están de manga corta, van a la playa o siguen con sus juegos y fiestas. 

Holanda ha celebrado elecciones. A mí el otro día en el mercado el partido socialista me regaló una rosa que aún tengo en casa. La jornada electoral se celebró un miércoles, sin más. La gente podía votar en en las estaciones de tren o de metro, en tiendas y en casas particulares. Muy poca ostentación en la campaña electoral. Los resultados avalaron a los partidos europeízas, más o menos nuestro PP y nuestro PSOE. Ganó el centro derecha por sólo tres escaños y la extrema derecha del xenófobo de Wilders se descalabró, siendo el artífice de que estas elecciones fuesen anticipadas. Ahora toca pactar y lo sorprendente es que aquí probablemente pacten el VVD (centro derecha) con el PVdA (centro izquierda), es decir, un pacto PP-PSOE: impensable en España.

Pero a pesar del triunfo europeísta, cada día se nota más la desconfianza hacia todo lo que signifique "España". Más trabas para alquilar una vivienda, más pegas para obtener una cuenta corriente... La llegada de españoles es arrolladora este mes y la sensación general de un holandés medio es que a ellos les reducen el sueldo para salvar a los países del Sur que han despilfarrado, entre ellos España. Se nota esa hostilidad en pequeños detalles de la vida cotidiana. Ya no sonríe tanto la gente cuando les dices que eres "spaniard" o que hablas "spaans", notas a veces una mirada desconfiada.

Y sin embargo aquí yo sigo viendo crisis: locales cerrados que se alquilan, comerciales que quieren ofrecerte sus productos o servicios negociando contigo, etc. Hoy me ha visitado un muchacho de la compañía de transporte TNT para ofrecerme sus ofertas y servicios. El chico, de origen marroquí, nacido en Holanda, pero con un dominio del español más que aceptable, tuvo una conversación muy agradable conmigo en la oficina, llegando al final a intercambiarnos ciertos detalles de nuestra vida privada. Es el carácter del Sur, que te quiere implicar también emocionalmente. Llegó a pedirme una tarjeta para poder invitarme a algún partido del Ajax porque consigue entradas gratis mientras yo le ofrecí un folleto del Instituto Cervantes para que se animara y sacara un diploma de español, que leyó con interés y preguntó sobre el aprendizaje del español y las puertas que le podía abrir en países americanos. Me pareció un muchacho trabajador y responsable, con ganas de salir adelante y prosperar. La viva imagen de lo que han sido las políticas de integración en este país con los ciudadanos inmigrantes: un auténtico holandés con rasgos magrebíes, elegantemente vestido y que, al menos, domina 4 idiomas (holandés, árabe, inglés y español).

Ahora llega una nueva emigración, una oleada de gente joven preparada que no tiene posibilidades en España. Pero con una gran diferencia respecto a aquellos que llegaron en los 60 con una maleta de cartón: son ciudadanos europeos a los que este país les tiene que acoger y posibilitar el trabajo. Se da la circunstancia que viven más holandeses en España que españoles en Holanda, así que espero que esta nueva acogida no venga acompañada de esa desconfianza que estamos notando. Si ganan los europeístas, tendrán que demostrarlo.





3 comentarios:

  1. Es ciertísimo que hay una invasión española en holanda, pero los griegos no se quedan cortos...casi la mitad de mi clase en holandés son griegos. Lo que sólo significa que a los españoles les importa un pito aprender el idioma.

    Personalmente creo que muchos de estos nuevos inmigrantes paisanos nuestros no vienen nada preparados. El otro día leí el comentario de uno que dijo haber descubierto que el idioma de holanda no es el inglés mirando los carteles y los nombres de las calles. Otros muchos vienen a la aventura con un inglés bastante pobre e intenciones 0 de aprender holandés 'porque no vale para nada'. Van a necesitar mucha suerte.

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    1. Buenas,

      Cierto: yo ahora tengo un griego en casa... Están llegando un montón y es lógico: vamos allá donde nos quieran dan una oportunidad.

      Efectivamente, el inglés que se trae de allí abajo es "macarrónico" y, siendo egoista, este trabajado devalúa al español bien formado, pues (la cabra tira al monte) el ser humano vive de las generalizaciones (recordad: los genes que llevamos no son los de aquellos que lucharon contra los mamouths, sino los de aquellos que se quedaron escondidos en la cueva) y al final nos meten a todos en el mismo saco.

      Les deseo suerte, pero está siendo una inmigración desesperada (una generación preparada debería haber aceptado ese cambio: lo que viene es un batallón de gente que no sabe exactamente ni qué es lo que quiere ni qué es lo que puede ofrecer).

      Tendré que hablar del supermercado :-((

      Un abrazo,

      Paquito.

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  2. A mí ahora me entra un complejo de inmigrante cateto porque en Arnhem no percibo esa invasión greco-hispánica que comentáis, pero es lo que tiene vivir en la Holanda más profunda.

    Yo a veces también flipo con lo que mucha gente escribe, en Facebook especialmente, pero bueno, también pienso que tienen mucho mérito por dar el paso y que, si saben sacrificarse (y realmente mejorar su inglés Y holandés) estoy seguro de que tirarán para adelante y habrán acertado en subirse aquí arriba... Quedarse parado en España no es una opción.

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