domingo, 30 de septiembre de 2012

OPEN DAG

En Holanda es muy normal celebrar en organismos, instituciones, colegios, etc. el llamado "open dag", es decir, jornada de puertas abiertas. Incluso para comprar un piso o alquilarlo también hay unos determinados días en los que los propietarios o inmobiliarias abren las puertas de sus casas para enseñártelas, inquilinos por medio.

Pero hoy la situación ha llegado a lo más sorprendente y surrealista. Fui a pasar la tarde con unos amigos en Heemskerk y nos acercamos la supermercado. De camino había un "open dag"... ¡¡en el tanatorio!! Parece ser que hoy el tranquilo y apacible espacio para velar a los difuntos se convirtió en una exhibición de coches fúnebres de antaño y carrozas mortuorias, por lo menos por fuera porque, evidentemente, no entramos. El caso es que pasamos cuando salían los coches antiguos, a cada cual con su estilo, como el más hortera todo de azul celeste (sí, sí, azul celeste) y con dos banderines al frente como si fuera un coche del cuerpo diplomático pero con una cruz en cada bandera.

Mi amiga que iba conduciendo me contó algunas costumbres funerarias del país, las empresas de decesos se encargan de que al difunto se le cumplan todas sus voluntades: que si me quiero enterrar en un campo de fútbol, que si me tienen que llevar en carroza de época... En fin, bastante diferente a nuestros ritos funerarios, sobre todo en el tiempo, ya que aquí tranquilamente pueden pasar dos semanas desde que te mueres hasta que se celebra el funeral, en su mayor medida después de la cremación. Y con respecto a esto también hay el "honor" de que puedas meter en el horno el ataúd de tu ser querido, cosa que me da tanto repelús que ni pensar en ello me apetece.

Pues eso, que cuando veáis "open dag", entrad, pero antes aseguraos bien de la empresa que lo organiza porque no será lo mismo un gimnasio que un tanatorio. Ver para creer. No me imagino yo a Pompas Fúnebres o a Servisa en Coruña, haciendo una "jornada de puertas abiertas" y con cola para entrar, seguro que más bien para salir. Y esto lo cuento en un día en que gente cercana a mí ha perdido a seres queridos hace poco tiempo y están pasando momentos duros, mi recuerdo para ellos y mucho ánimo. 



miércoles, 26 de septiembre de 2012

25 de septiembre

Me cuesta mucho ver las imágenes de las manifestaciones de ayer en Madrid delante del Congreso de los Diputados. Ver cómo gente pacífica, de todas las edades se manifiestan porque están (estamos) hartos de oir mentiras, de ver cómo sigue subiendo el paro, de que los jóvenes formados de España emigren porque no hay una oportunidad para ellos, de que nadie sabe cómo sacarnos de esta crisis... Pero más me indigna que el Gobierno de España piense que son personas anti-sistema y delincuentes, cuando había jóvenes, gente de mediana edad y ancianos. Rajoy más preocupado por la foto con Obama que por los problemas del país, que no tiene ni idea de cómo solucionar, igual que la mayoría de los ministros. Recortes y más recortes, rescates autonómicos, dinero a la banca... y la gente que no tiene derecho ni a prestación de desempleo, ni social y ahora ya ni sanitaria.

La sensación que transmiten las imágenes y noticias que llegan de España es de tener un país al borde del estallido total; y la imagen que hay de España por Europa es exactamente esa, que es cuestión de semanas o días. En todos los aspectos de la vida se palpa el pesimismo: en sanidad, en educación, en servicios sociales, en pensiones. Por eso el 25 de septiembre creo que seré el inicio de un nuevo movimiento de protesta que tiene que cuajar de una vez por todas. Me entristece ver a los policías pegando a la gente como si viviésemos en un país de la "primavera árabe", como si la gente estuviese pidiendo libertad o que caiga un dictador. Pero al mismo tiempo reflexionas sobre el tipo de democracia que tenemos y que la realidad nos dice que no es la ideal, que esta clase política no es la que queremos y que no vemos alternativas. En un mes hay elecciones en Galicia y prácticamente podríamos pasar sin hacerlas, ya sabemos los resultados de antemano.

¿Nos merecemos esto como ciudadanos? ¿Hacia dónde vamos? Pesimismo, desesperación, angustia... no son palabras que levanten el ánimo de la gente. Pero desde luego los movimientos como el 25-S deben seguir, debemos seguir protestando en la calle, en las redes sociales, en donde sea. Hay que hacerse oir por todos los lados para que los políticos reaccionen y se dejen de tonterías y recortes innecesarios. Hoy tres países europeos, Holanda, Alemania y Finlandia han advertido a España que el rescate no es la solución. Pero mientras la gente se va, la gente joven, y ese sentimiento de desesperación está generando unos comportamientos en las personas que nos van a pasar factura en el futuro.

Yo sólo espero que se empiece a ver una luz al final de túnel, que el camino tortuoso parece no acabar nunca y que los ciudadanos reaccionemos definitivamente. Pero claro, no somos Islandia, que con 300000 habitantes dejó las cosas claras a su clase política y a sus bancos. Somos un país de 47 millones de habitantes, con muchas culturas diferentes, muchas veces poco solidarios entre nosotros mismos. Confío en que surja alguien o algo que una (que no sea un iluminado, claro) y estoy convencido de que se logrará y mejoraremos, lentamente, pero saldremos adelante.



miércoles, 19 de septiembre de 2012

¿Europa?

En España aún se disfruta del verano. Oigo en las noticias fiestas en tal o cual sitio. En Holanda la rutina ya se ha asentado y yo con ella. Casa-oficina-clases-casa. El tiempo acompaña a esa rutina. Hoy ya se ha notado frío y, salvo la primera semana de calor asfixiante y manga corta, septiembre está siendo un mes lluvioso y de tormentas. Hay momentos en que necesito más tiempo para adaptarme de nuevo a esta rutina, sobre todo cuando veo que en casa están de manga corta, van a la playa o siguen con sus juegos y fiestas. 

Holanda ha celebrado elecciones. A mí el otro día en el mercado el partido socialista me regaló una rosa que aún tengo en casa. La jornada electoral se celebró un miércoles, sin más. La gente podía votar en en las estaciones de tren o de metro, en tiendas y en casas particulares. Muy poca ostentación en la campaña electoral. Los resultados avalaron a los partidos europeízas, más o menos nuestro PP y nuestro PSOE. Ganó el centro derecha por sólo tres escaños y la extrema derecha del xenófobo de Wilders se descalabró, siendo el artífice de que estas elecciones fuesen anticipadas. Ahora toca pactar y lo sorprendente es que aquí probablemente pacten el VVD (centro derecha) con el PVdA (centro izquierda), es decir, un pacto PP-PSOE: impensable en España.

Pero a pesar del triunfo europeísta, cada día se nota más la desconfianza hacia todo lo que signifique "España". Más trabas para alquilar una vivienda, más pegas para obtener una cuenta corriente... La llegada de españoles es arrolladora este mes y la sensación general de un holandés medio es que a ellos les reducen el sueldo para salvar a los países del Sur que han despilfarrado, entre ellos España. Se nota esa hostilidad en pequeños detalles de la vida cotidiana. Ya no sonríe tanto la gente cuando les dices que eres "spaniard" o que hablas "spaans", notas a veces una mirada desconfiada.

Y sin embargo aquí yo sigo viendo crisis: locales cerrados que se alquilan, comerciales que quieren ofrecerte sus productos o servicios negociando contigo, etc. Hoy me ha visitado un muchacho de la compañía de transporte TNT para ofrecerme sus ofertas y servicios. El chico, de origen marroquí, nacido en Holanda, pero con un dominio del español más que aceptable, tuvo una conversación muy agradable conmigo en la oficina, llegando al final a intercambiarnos ciertos detalles de nuestra vida privada. Es el carácter del Sur, que te quiere implicar también emocionalmente. Llegó a pedirme una tarjeta para poder invitarme a algún partido del Ajax porque consigue entradas gratis mientras yo le ofrecí un folleto del Instituto Cervantes para que se animara y sacara un diploma de español, que leyó con interés y preguntó sobre el aprendizaje del español y las puertas que le podía abrir en países americanos. Me pareció un muchacho trabajador y responsable, con ganas de salir adelante y prosperar. La viva imagen de lo que han sido las políticas de integración en este país con los ciudadanos inmigrantes: un auténtico holandés con rasgos magrebíes, elegantemente vestido y que, al menos, domina 4 idiomas (holandés, árabe, inglés y español).

Ahora llega una nueva emigración, una oleada de gente joven preparada que no tiene posibilidades en España. Pero con una gran diferencia respecto a aquellos que llegaron en los 60 con una maleta de cartón: son ciudadanos europeos a los que este país les tiene que acoger y posibilitar el trabajo. Se da la circunstancia que viven más holandeses en España que españoles en Holanda, así que espero que esta nueva acogida no venga acompañada de esa desconfianza que estamos notando. Si ganan los europeístas, tendrán que demostrarlo.





domingo, 9 de septiembre de 2012

VERANO ALARGADO

Yo creo que hoy fue el día que más calor pasé en Amsterdam. 27º marcaban los termómetros y en mi casa llegamos a 29. Donde más disfrutan los "amsterdaneses" es en los parques: Vondelpark, Flevopark, Oosterpark, Amsterdamse boos... Es una maravilla ver a la gente tomar el sol, hacer una barbacoa, andar en bici, pasear o hacer deporte, incluso bañarse en algún lago o canal. 

Hoy me fui a conocer Flevopark, está cerca de casa en bici y con mi edición de "El País" de hoy, una mantita para el césped me fui allí a leer el periódico a eso de las 4 de la tarde, a la sombra. Fue un rato de pequeño placer en este día que no puedes estar en casa con ese calor porque te asfixias, mi apartamento es muy soleado y calentito cuando le da el sol por los ventanales que tiene. Amsterdam era hoy una ciudad muy latina, la gente disfruta de días así y saca su vida a la calle, delante de mi edificio sacan mesas y comen al aire libre, hacen una barbacoa con todas las de la ley y disfrutan. Algo que nosotros hacemos cotidianamente cuando hace calor para ellos es como una gran fiesta. La postal, desde luego, es mágica.

Mientras, mi vida en la nueva rutina sigue con mucha rapidez. Son cientos de cosas que atar a principios de curso y hay momentos de bastante "agobio", pero las cosas van saliendo adelante, a lo mejor no tan rápido como quisiera, pero aún tengo que acostumbrarme a saberlo llevar, los primeros días no son fáciles. El viernes viajé a una de las aulas más alejadas, Venlo, cerca ya de Alemania, donde quedamos sin colegio y fui a entrevistarme con un director de otro centro que buscaron las familias de allí. El colegio era espectacular, ideado para disfrutar y jugar y los niños estaban realmente felices en las aulas. El entusiasmo de las madres españolas de allí por tener las clases de español también es ejemplar, son pocos niños y aunque queda lejos para la profesora (viaja desde Rotterdam) merece la pena porque te encuentras gente muy agradecida.

Y estos días me he vuelto a reencontrar con aquellas familias con las que más relación tengo. Marisol y Jesús, junto con sus niños, están día a día pendientes de mí, aunque estamos a pocos kilómetros pasé ayer la tarde con ellos porque me siento como en casa y me cuidan como un hermano. Manolo y Raquel también están ahí y muchas otras familias se han alegrado de nuevo por verme. Echaré de menos a algunos de ellos en Veenendaal y Heemskerk, pero no perderé el contacto con otros, especialmente con Marisol, que es de esas personas que ayudan sin pedir nada a cambio y te ofrece todo lo que tiene a su alcance. Un lujo en un país como este encontrarte gente así.

Y por ahora poco más. No escribo mucho porque no hay mucho que contar. Que a pesar de estar empezando el curso ya cuento los días para volver en octubre a ver a mi familia, es lo que más se echa de menos, uno se da cuenta de verdad de la gente que quiere (y que me quieren) cuando estás lejos y a veces somos tan egoístas que cuando estamos con ellos no demostramos de verdad el cariño y amor que les tenemos. Así que, a todos los míos, os quiero mucho y gracias por estar ahí, eso da fuerzas para seguir adelante.

Mañana empezamos aquí las clases, en Galicia el día 12, así que para todos, feliz curso 2012-13, que nos sea llevadero y que saquemos buenas cosas para el futuro. Besos a todos

sábado, 1 de septiembre de 2012

UN HOLANDÉS DA LA NOTA

Si por cualquier razón tuviese que haber volado hoy desde A Coruña a Amsterdam en nuestro "san Vueling", llegaría más cabreado de lo normal. Resulta que acabo de leer en "La Voz de Galicia" que nuestro avioncito tuvo que regresar a Alvedro hoy porque un ciudadano holandés "coló" un cuchillo en su mochila y se lo descubrió una azafata. Los controles de seguridad del aeropuerto no lo detectaron porque iba envuelto en papel, pero se cayó al abrir uno de los portaequipajes. El caso puede resultar gracioso, pero hay una segunda lectura.

Cuando yo viajo en avión me pone del hígado ver que te avisan que apagues el móvil durante el despegue y aterrizaje y mucha gente no obedece, generalmente gente mayor. En los vuelos que entran o salen de Holanda, evidentemente con muchos ciudadanos holandeses, también ocurre. Parece que quieran saltarse las normas porque sí, pero lo más gracioso del tema es que en su país NO lo hacen, lo hacen en otros países. Seguro que este hombre no lo hizo con ánimo de asaltar a nadie, pero el hecho de infringir una norma de seguridad en la navegación aérea y hacer que todo un pasaje vuelva a su ciudad de origen, lo dejen en tierra interrogado por la Guardia Civil y el avión despegue de nuevo sin él, me ha encantado. A ver si escarmientan porque más de una similar he visto yo. La conclusión es que cuando NO están en Holanda se comen el mundo, pues a éste no se le va a olvidar.

El caso es que seguro que sus conciudadanos que viajaban en el avión irían comentando que no era para tanto, que qué exagerados estos españoles, etc., etc. Es que estoy viendo la imagen. Como hubiese pasado al revés al extranjerito de turismo en Holanda se lo comen por algo menos grave, como llevar la bici sin luz. Podríamos calificar esta anécdota como una pequeña "bofetada" por actuar mal. Y olé por la azafata y el comandante, que demuestran su profesionalidad ante el "me paso las normas por el forro" del holandés.

Yo me tengo cabreado en los controles de los aeropuertos, sobre todo en Barajas, porque me hacen descalzar. Una vez pregunté a una de las encargadas y me contestó, de muy malos modos, "que eran las normas de ese aeropuerto" (Barajas, en concreto). El caso es que era la escala viniendo de Amsterdam y en Schiphol no tuve que descalzarme. ¿Cuál es el criterio? Pues parece ser, por lo menos en Barajas, que todo calzado que cubra el tobillo debe quitarse. Con los móviles, lo mismo. Parece ser que no vale el "modo avión", que hay que apagarlo totalmente. ¿Realmente es imprescindible encenderlo durante dos horas de vuelo? Porque mientras esperas con el avión ya detenido para salir a la terminal empiezas a oir los mensajes de "roaming" en los móviles de la gente que te ponen de los nervios. Reflexionemos.

La foto de hoy lo pone clarito, para aquéllos que no se han dado cuenta aún. ¿Dormirá hoy el holandés en su casa? Me da que no