viernes, 8 de junio de 2012

SIEMPRE CON EDUCACIÓN

Ya quedan pocos días para el inicio de la Eurocopa y también para el inicio de las vacaciones de verano. Entre los preparativos del campeonato y el papeleo de fin de curso (más esto que lo primero) van pasando los días y las horas con un tiempo atmosférico extraño. Hace dos semanas estábamos a más de 25º. Estos días la mínima fácilmente es menos de 5º y algún día la máxima no ha sobrepasado los 11º. Llueve con frecuencia y hay esa sensación de pesadez y agotamiento, no sé bien si por todo el cansancio acumulado del curso o por las circunstancias meteorológicas.

Los holandeses siguen adornando sus calles de naranja, banderines con la enseña nacional y hasta en la prensa el "orgullo naranja" se expresa con innumerables reclamos. Los supermercados, bazares y todo tipo de tiendas hacen sus ofertas "naranja" y los jugadores de su selección son los grandes héroes nacionales. Curiosamente hoy los vi visitando Auschwitz en los mismos escenarios en los que estuve yo hace menos de un mes. Sneijder, Robben, Affelay y demás alineación son sus héroes. Yo, de verdad, cada día me preocupa más un nuevo cruce con nuestra "Roja", flota en el ambiente esa sensación de que todas las selecciones irán a por España, ya no parece que Alemania dé tanto miedo. Y la verdad es que yo no soy un gran amante del fútbol, como sabéis, pero en estos casos el patriotismo me puede, es inevitable. Así que ya me veo con nuestra bandera en algún local donde se vean los partidos de la selección para animar como el que más y poder pasear por las calles de Amsterdam con ella restregándosela (es un decir) a los holandeses en sus narices. 

Y no lo digo por fastidiar, pero es que en este país que se cree el ombligo del mundo, a veces es necesario decirles: "¡Eh! Que aquí también estamos nosotros, que somos visibles". Porque una de las cosas que más me molesta es que presuman de educados y cuando creen que nadie los ve, cometan los más insospechados actos de lo que consideramos mala educación, en España y en Zimbabwe, por ejemplo.

Las dos últimas que viví son de libro. El domingo hacía un día de perros, de esos con mantita en frente del sofá. Pero yo necesito airearme un par de horas y con la excusa de comprar "El País" me voy andando hasta el centro, me tomo un café, leo el periódico y observo. Volvía andando ya para casa cuando en uno de los múltiples aparcamientos de bicicletas estaba una chica joven con su móvil oyendo música dispuesta a coger su bici y una señora de unos 55-60 años también dispuesta a arrancar con la suya después de salir de un supermercado de hacer unas compras. Yo sólo oí un "crash" y vi a la señora caída en el suelo con su bici, creo que resbaló al subir o algo así. La chica no estaba ni a un metro de distancia, miró para ella pero no hizo el más mínimo gesto de ayudarla, sólo un señor que la vió bajó las tres escaleras del supermercado y la ayudó. Es el claro ejemplo de la desnaturalización de esta sociedad y de lo individualista que es.

El otro caso fue esperando el tren en la estación de Amstel. Era martes alrededor de las 2 y cuarto de la tarde. En el andén suele haber gente de toda edad esperando los trenes para ir hacia el este del país, especialmente al entorno de Utrecht. La imagen es típica: jóvenes con móvil escuchando música aislados del mundo real, ejecutivos de portátil, gente de mediana edad que vuelve a casa tras el trabajo, otros leyendo la prensa gratuita... y por supuesto el holandés de barriga cervecera con su pequeña mochila a la espalda que está de espaldas a ti, tú vas caminando hacia un sitio despejado del andén o buscando un banco, el tío echa un sonoro eructo se para y ve que estás a dos metros de él y ni se inmuta, mira para ti como diciendo "es algo natural" y tú le devuelves la mirada como diciéndole "pero mira que eres CERDO". Esa hipocresía, esa dualidad es que no la soporto en este país. El comentario de mi amigo bloguero Paquito en el post de Bankia de hace unos días lo dice todo. Cuando te sueltan esos puñales para herirte es cuando deseas que la "Roja" (o cualquier otra selección) les dé otro gran bofetón que los ponga en la tierra.

La EDUCACIÓN (con mayúsculas) empieza con los hábitos sencillos de los buenos modales. Subir al tranvía o al autobús y decir "goedemorgen, goedemiddag", despedirse con un "tot ziens, dag" y un "dank u wel" ó "alsublieft" me parece lo más sencillo y básico de las buenas formas. Después, una sonrisa en la cara ayuda mucho, pero sobre todo reconocer que te equivocas y que has metido la pata es ya de nota. El día que encontré los 100 euros lo primero que me sorprendió fue que la policía me dijo que "si no aparece su dueño en un año, el dinero es suyo", yo creo que les di la impresión de ser un bicho raro por devolverlo, pero me quedé muy a gusto y con la conciencia tranquila.

En la Agrupación hemos vivido situaciones con empresas de aquí de querer literalmente estafarnos, supongo que por el desconocimiento del idioma. No hay nada más rastrero. El día que el banco nos cobró más de 200 euros por pedirles un saldo de cuenta a día 31 de agosto de 2011 y que aún encima lo hicieron mal por hacérnoslo al mismo día del año 2010, fue algo más que denunciable. Pues como esas varias de otras empresas de las que tenemos que echar mano, lo cual no dice mucho de los valores morales de esta gente. Pero yo tengo un principio: no te hacen daño si tú no quieres que te lo hagan. Si alguien saca un beneficio utilizando a los demás y abusando de ellos es que no merece la pena relacionarte con esa persona. Podrán ganar, pero lo harán de una manera sucia, así que veremos qué ocurre este mes con el fútbol. Saludos.





1 comentario:

  1. Hola Alfonso, no comparto del todo tu visión sobre la mala educación holandesa, la verdad es que parte de razón no te falta pero sinceramente no creo que la media española sea superior en cuanto a nivel de educación se refiere.

    Yo intento no hacer de cada anecdota una generalización aunque ultimamente me cuesta un montón. Llegué a Holanda en mayo, hace algo más de un año y todo iba muy bien, gente estupenda y muy simpática aunque logicamente muy diferente en forma de ser y costumbres. Pero claro, con el tiempo vas conociendo la otra cara del pais, o mejor dicho, ciertas personas que definitivamente son unos auténticos gilipollas.

    En concreto yo tengo mi cruz con un compañero de oficina que desde el primer dia me dejo claro lo mucho que le encantaba tener un compañero español. Sus comentarios sobre Wilders, polacos y musulmanes, que si los equipos de futbol españoles estan financiados con el dinero del norte de Europa, que si España no se qué y no se cuanto... la verdad es que más de una se la he contestado pero otras directamente paso porque como me caliente y me salga el Fernando Fernan Gomez que todo español lleva dentro... :-)

    Mañana seguro que me viene con lo del rescate, y yo le explicaría un montón de cosas que probablemente no ha tenido en cuenta en su imaginario populista, pero paso, no vale la pena.

    Aunque el tio me saca de mis casillas, me consta que es algo generalizado y que mis compañeros holandeses tampoco le tragan, asi que me pondré mi sonrisa estupenda y pasaré del tema.

    Eso sí, cuando el gilipollas me contó que había volado a Sudáfrica a ver la final del mundial y volverse en el día pagando 2.000 euros, puse una sonrisa de lo más cínico y le dije aquello de que lo importante es participar... :-)

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