martes, 15 de mayo de 2012

¿Qué harías con 100 euros?

Nunca en la vida me pasó lo que hoy me ha ocurrido. Una de esas situaciones que se pueden complicar sin buscarlo en pocos minutos pero que al final todo salió bien... o eso espero.

El día de hoy amaneció muy gris, frío, y para ser 15 de mayo en Amsterdam parece que estamos en noviembre. Tampoco tuvimos muy buenas noticias desde la sede de la Agrupación, pero eso ya os lo contaré otro día, hace referencia al calendario escolar. El caso es que los martes como hoy toca el desplazamiento más largo de la semana, a Veenendaal. Acostumbro a ir en bici hasta la estación de Amstel y allí cojo un tren a Utrecht y luego un "sprinter" a Veenendaal. Cuando llego al bajo me encuentro que llueve, así que paso de la bici y a coger el tranvía primero y luego el metro hasta Amstel. Todo bien. De hecho, pude coger un tren anterior para poder disfrutar del café en la estación de Utrecht con más calma.

Al llegar necesitaba sacar dinero, me acerco a un cajero y veo que está pitando. Pero lo que me alucina es que el pitido se emitía porque alguien había dejado olvidado el dinero en la rendija, nada menos que 100 euros. Los cogí porque si no yo no podía utilizar mi tarjeta. El caso es que el chico que estaba en el cajero de al lado me dice que eran de una chica que salió corriendo (en holandés, claro). El caso es que a esas horas la estación es Utrecht es un hervidero y ni la vimos. Total, que me veo con 100 euros en la mano que no son míos. ¿Qué hacer? No os niego que la primera tentación fue quedármelos porque tu mente se da cuenta que es imposible ya encontrar a su dueña; es cuestión de segundos, pero verte con 100 euros caídos del cielo es una pequeña lotería.

Pero al mismo tiempo algo se activa en tu cerebro, no sé si el remordimiento o el miedo (no me imagino si llegan a ser 500 o 1000 euros), además te das cuenta que estás en una zona hipervigilada con cámaras y guardias de seguridad, así que salí al vestíbulo de la estación y vi a 4 policías. Ahora tocaba entenderse con ellos y allá me fui, la verdad es que bastante nervioso. El caso es que me hice entender como pude en una mezcla de "nederenglish" diciéndoles que había encontrado 100 euros en el cajero. Lo primero que me dicen es que si no aparece su dueño en un año, el dinero es mío!!!! Me pidieron mi identificación, les dije que era español pero que vivía en Holanda, tomaron nota y me cogieron el dinero.

Pero ahí no acabó la cosa. Aún un tanto desconcertado me dirijo a sacar mi dinero y luego a tomar mi café de rigor de los martes. En ese corto camino se me acerca un hombre y me dice en holandés que "si había encontrado dinero" le dije que sí y él me preguntó cuánto. En ese momento fui tan incauto que le contesté: "100 euros", y el hombre se alejó, o eso creía. Mientras pedía mi café aparecen de nuevo los policías y ya me empecé a poner más nervioso. Me preguntaron algo que tardé en descifrar, llegándoles a decir, "I can't understand you". Al final, me di cuenta que me preguntaban por el hombre y querían saber qué me había preguntado. Les dije lo que ya os conté y me volvieron a preguntar "¿Y le dijo usted la cantidad?" En ese momento quería que me tragase la tierra porque me di cuenta del peligro. "Sí", les contesté. Y me advirtieron, "no vuelva a decírselo a nadie si le preguntan, ¿me entiende?" "Yes, of course, I'm sorry".

Nervioso, cogí mi café y busqué un sitio para tomarlo tranquilamente, pero mirando para todos los lados y hacia atrás. Tuve por unos minutos una sensación de terror, de que me iban a asaltar que me causó mucho desasosiego. En poco menos de 5 minutos veo que se acercan los policías hacia donde yo estaba, pero no a buscarme a mi, sino a pedir la identificación a dos hombres, uno de ellos sentado a escasos 5 metros de mí y que era el que me había preguntado. En cuanto acabé el café y el hombre no me vió, me largué al andén a esperar el "sprinter" y aún así estaba con una mosca detrás de la oreja, hasta que llegué a Veenedaal no me tranquilicé.

El caso es que, a pesar de las miles de personas que pasan por la estación de Utrecht todos los días en un ir y venir constante y anónimo, te das cuenta del control que hay en este país. Me sentí seguro por la labor de la policía, pero al mismo tiempo muy vigilado. ¿Que pasaría si encontrase el dinero en un cajero solitario de una calle de Amsterdam o de otra ciudad, sin gente alrededor?

El caso es que se lo comenté a mis alumnos mayores y sin dudarlo me dijeron "Yo me los quedaba". Por lo menos tengo la sensación de haber hecho bien las cosas y, a lo mejor, para el 15 de mayo de 2013 me caen 100 euros llovidos del cielo. No cuento con ellos y ojalá su dueña los recupere.



5 comentarios:

  1. Jaja me ha gustado la historia. Qué listo el tipo que apareció corriendo preguntándote! Si la duena no los reclama aquí hasta puede que te los devuelvan...Saludos!

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  2. Hola:

    No sé si se puede hacer eso allí también, pero, aquí en España, lo que se hace (bueno, lo que se hace habitualmente es quedárselos, para qué engañarnos) es ir a la entidad del cajero y comunicarle a qué hora y en qué cajero se encontró el dinero por si la persona que lo sacó llama para recuperarlo. En algunas entidades te llaman ellos (verifican el registro del cajero y ven quién sacó qué a qué hora) para comprobar si eras tú esa persona y todo eso.

    En todo caso, bien hecho :)

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  3. Yo no me lo hubiese quedado. Si los encuentras en la calle por los suelos sí, pero en un sitio donde se puede encontrar al dueño no. Yo hubiese hecho lo que te dice el anónimo, primero ir al banco si es ABN o Rabobank (porque ambas tienen sede en la misma estación) y sino a la policía. En ningún caso hubiese salido de la estación con el dinero, ni para ir al banco.

    Por cierto, si los martes por la tarde pasas por Utrecht, mandame un correo (tengo buzon en el blog) y tomamos un café :)

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  4. Goed gedaan!

    Soms hebben de automaten ook camaras. En wie weet heeft het meisje het geld hard nodig.

    Greta
    P.S. ik durf geen Spaans te schrijven. Zo goed is mijn Spaans ook niet.

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  5. Generalmente, lo mejor es que el cajero se los trague (es el procedimiento de seguridad de los cajeros, así la persona que se los ha dejado puede reclamarlos y, el banco, al hacer recuento de billetes, puede encontrar el descuadre).

    Fuiste honrado, y eso es lo que importa :-))

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