viernes, 9 de diciembre de 2011

UTRECHT: dinámica y cultural

No es justo que uno se deje llevar por sus experiencias para juzgar a una ciudad. El destino quiere que este curso esté yendo a Utrecht más de lo previsto. Hoy hemos tenido allí una reunión de claustro, pero en las últimas semanas he ido varias veces por asuntos más cotidianos y personales. La verdad es que vivir en Amsterdam me da la oportunidad de acercarme más a esta ciudad, centro neurálgico de los Países Bajos en cuanto a comunicaciones. Y he de reconocer que la ciudad es hermosa y que tiene mucho que ofrecer a sus visitantes.

Utrecht es una ciudad del tamaño de A Coruña. Es además ciudad universitaria e histórica (¿quién no oyó hablar del famoso "Tratado de Utrecht"?). El hecho de ser el nudo ferroviario más importante del país y ser su estación el punto neurálgico de la ciudad, en pleno centro, le da un carácter muy dinámico y cosmopolita. Ponerse a observar pasar la gente por el vestíbulo principal de la estación en una hora punta (las 3 de la tarde, por ejemplo) es realmente interesante (o estresante para algunos). La estación está conectada con el casco histórico por un gran centro comercial en el que hay absolutamente de todo.

Sus canales con dos niveles para el paseo, su "Domplein" y la torre de su catedral que se ve desde varios kilómetros de distancia, así como un original museo de máquinas musicales mecánicas que no dejará indiferente a nadie, ofrecen unas horas de disfrute para los sentidos y si además las acompañamos sentados en uno de los numerosos "eetcafés" y restaurantes de la zona, la visita será completa. Para aquellos que desen disfrutar de la arquitectura contemporánea, la famosa "Casa Rietveld", Patrimonio de la Humanidoad desde el año 2000, también se encuentra aquí.

A Utrecht, como os decía, acudimos todos los maestros de la ALCE con relativa frecuencia. Es la sede del Instituto Cervantes en los Países Bajos y su colaboración con nosotros es plena y en un ambiente muy agradable. El ambiente estudiantil y cultural se palpa en la atmósfera de la ciudad, además mucha gente acude al Cervantes para aprender español y eso, quieras o no, te gusta.

El curso pasado todos los martes tenía que dar clase allí y le cogí algo de rabia por lo distante y porque al principio la relación con los chavales fue un poco tensa. Al final fue una experiencia positiva, los alumnos creo que consideraban mi esfuerzo y hubo una despedida correcta. Para un visitante, Utrecht es una ciudad acogedora y con otro encanto distinto al de Amsterdam, siendo la más pequeña de las cuatro que forman el Randstad, la zona con más densidad de población de Europa y que forma un cuadrilátero con vértices en Amsterdam, Rotterdam, Den Haag y Utrecht

Así que ya sabéis, aquellos que visitéis estas tierras bajas, bajas, bajas, no os olvidéis de pasar por esta ciudad. Os gustará y en cierta manera os sentiréis como en casa.

Apertas


2 comentarios:

  1. Me gusta Utrecht: tiene ese "algo" que Amsterdam no posee (creo que es que se sabe pequeña y no tiene pretensiones, cosa que en Amsterdam sientes :-)).

    Preciosa ciudad y buen post :-))

    Un abrazo,

    Paquito.

    ResponderEliminar
  2. Meu rei canto aprendemos contigo, a verdade é para que imos ir aos países baixos, baixos, baixos se xa ti nos contas todo tan ben? e por riba hasnos de traer algunha delicatessen, verdade? pois nada rapas que xa queda pouco.
    Coidate e bicos
    Paz

    ResponderEliminar