martes, 7 de junio de 2011

BRUSELAS: ¿CAPITAL DE EUROPA?

¡¡UFFFF!! Hace 7 días que no escribo nada. Ya sabéis que estuve tres días en Bruselas de "puente", pero es que hay mucho trabajo de final de curso en la Agrupación y entre papeleos y otras cosas no doy hecho. Pero toca contaros BRUSELAS, así que empezamos


El jueves día 2 era fiesta nacional en todo Holanda, "Hemelvartsdag". Los de que sois de Santiago también tuvistéis festivo porque es la misma celebración: la Ascensión. No me digáis por qué se celebra en un país calvinista, pero como cae en jueves, les dan el viernes libre a los estudiantes, por lo cual tocaba aprovechar el tiempo.


Bruselas está a poco menos de 3 horas en tren "rápido", ya que lo que ellos llaman Alta Velocidad (me río) se llama Thalys, es carísimo y tarda dos horas, así que no compensa a no ser que vayas a París o a Londres. Cogí un hotel cerca de la estación Midi (Sur) que es la principal de Bruselas, ya que existe también la Estación Central pero no es el punto de destino de la mayoría de los trenes. La estación está bien como área comercial, pero nada más, el único aliciente es que de aquí salen los trenes que cruzan el Canal de la Mancha y te ponen en Londres en menos de una hora, es decir, llegas antes que sales, ya que en Londres es una hora menos.


Como viene siendo habitual, lo primero es coger una tarjeta abono de transportes, que viene siendo muy liosa porque la red de metro y tranvía no se distinguen y no está claro cómo se valida; además, NO ES de 72 horas (3 días) sino de 3 días empieces a la hora que empieces, así que jueves, viernes y sábado pude viajar, pero el domingo no (y eso que no estuve en la ciudad 72 horas), así que ojito si váis por allí, tened esto en cuenta.



Parada en el hotel, al lado de la estación, un 4 estrellas muy recomendable, y a empezar la ruta. Lo primero: Bruselas NO ES Berlín (ya le gustaría), pero tiene aspectos importantes para vivir. El lugar más concurrido no es el Atomium, sino la GRANDE PLACE / GROTE MARKT que merece por sí sola una visita a la ciudad. Es Patrimonio de la Humanidad y fue el único sitio del que no conseguía despegarme. Puedes estar sentado horas y horas allí viendo los maravillosos edificios que la componen, de día, de noche, iluminados o no... eso sí, gente paseando a todas horas pero sin agobios. En su entorno, buenos (y caros) restaurantes, tiendas de gofres, recuerdos y, sobre todo, ¡¡¡BOMBONES!!! El chocolate belga sabéis que nada tiene que envidiar al suizo (por cierto, pausa que me voy a comer un poquito, jejejeje...)



¡¡¡MMM, qué rico estaba!!! Hay verdaderos diseños de bombones (en un escaparate me encontré un bombón "Oviedo") y no sólo con esto, se nota el toque francés en la gastronomía y el "glamour"... pero no es París, cuidado.


El centro de Bruselas se recorre pronto y está también el archiconocido Manneken Pis que me parece un lugar y una fuente ridícula, la estatua es enana y a día de hoy es puro comercio, no se pierde nada si no lo véis; las galerías Saint Húbert, con tiendas de lujo y un cine en el que ponían "También la lluvia" con Luís Tosar; y la Catedral de Saint Michel y Santa Gúdula (¡menudo nombre para la santa!), precioso edificio gótico también muy recomendable. Esa tarde fue lo que vi y la sensación general que tuve es que la ciudad se parece mucho a las nuestras. Los edificios no son los de Amsterdam, ni su construcción, existe mucho estilo "Art-Deco" y la gente es MUY amable y abierta. Un amigo de aquí me dijo que Bruselas es una ciudad más latina y sí, esa puede ser una buena definición del carácter de la ciudad, la gente está en la calle, en las terrazas cenando o tomándose una cerveza (son exquisitas).


Además, tiene unos ganchos para el turista queno fallan: ser la capital de Europa (¡cuánto habría que matizar!) y ser la ciudad por excelencia del cómic. Hay muchas paredes pintadas en la ciudad con personajes famosísimos del cómic que fueron creados por belgas. El más famoso es Tintín, pero también están Los Pitufos, Spirou y algunos más que yo no reconocía. Pero es un filón y yo, como entusiasta de Tintín, tenía que disfrutar de ello. Pero eso mañana...


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