miércoles, 6 de octubre de 2010

BONOS DE TRANSPORTE

Todo el que va a una gran ciudad lo que procura es conseguir un bono de transporte que sea económico. Y si llevas como yo más de un mes en un país, haces un master en bonos. Voy a intentaron explicar cómo funcionan porque las guías aún hablan de la "strippenkart" pero ya prácticamente no se usan.

En los Países Bajos se está implantando la OV-Chipkaart. Hay dos tipos de tarjetas, la anónima y la personal (con foto). Valen para tren, autobús urbano, metro, tranvía y autobuses interurbanos de la empresa Arriva que llevan el distintivo "Conexxion". ¡Y también para algunos ferris!

Es una tarjeta que o bien vas recargando o bien te descuentan cada mes de tu cuenta corriente la cantidad que gastas. La anónima cuesta 7 euros y la vas recargando a tu gusto. Tienes que ponerla en unos lectores al subir y al bajar de los transportes y te descuenta según el trayecto realizado. Para el transporte urbano compensa, pero para los trenes no demasiado porque no te hace ningún tipo de reducción. Sin embargo la OV-Chipkaart personal es un "chollo": 40 % de descuento en viajes en tren después de las 9 de la mañana y todo el fin de semana y verano. Es lo que se llama "Tijdelijk Voordeelurenabonnement" (descuento de viaje fuera de horas punta). pero eso no es todo: puedes viajar con tres personas más con el mismo descuento sin que ellos tengan la tarjeta. Este abono me costó 45 euros (oferta de octubre, lo normal son 55) y es el que uso para los viajes de trabajo ya que tengo que presentar los billetes.

Existen además para los turistas las tarjetas de transporte urbano de 1, 2, 3, 4 y 7 días. El que venga por pocos días, obligatorio comprarla, porque subes y bajas las veces que quieras sin pagar un duro, sólo lo que cueste la tarjeta. Se venden justo al salir de la estación central en las oficinas de la empresa de transportes de Amsterdam (GVB).

La OV-Chipkaart sirve también en otras ciudades como Rotterdam o Utrecht y creo que es un buen invento. Parece que será, en poco tiempo, la única manera de poder viajar en el transporte holandés que, por cierto, es bastante puntual. Cuando tuve aquellos problemas de retraso fue porque está todo tan encadenado y milimetrado que cuando falla un eslabón, la cadena no sigue. Si te pilla en el medio, quedas aislado porque además nadie da una explicación.

Creo que desde que llegué ha sido en lo que más he gastado, en transporte, porque la tarjeta anónima no te da descuentos en el tren, y como hasta que tuve dirección y cuenta no pude sacar la otra, pues pagaba billete completo. ¡Ah! Y si quieres llevar la bici, pagas un suplemento a no ser que sea plegable.

Otra cosa que me ha llamado bastante la atención es que en los transportes públicos pueden ir animales, lo digo porque los perros entran con sus dueños sin ninguna cortapisa, incluso creo que en el tren tiene que pagar su billete. Todo un mundo este de los abonos. Además, cada poco sacan ofertas y promociones que compensan bastante.

Pues ale, a hacer un máster. Los que vengáis tendréis mi tarjeta anónima a disposición, la recargáis y listo, mientras yo usaré la otra.



Besos. Hoy tardé de la puerta del colegio de Utrecht a la puerta de mi casa 2 horas, con dos carreritas incluídas. A ver en invierno...

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